BRUSELAS.- Italia y España quitaron hierro a las
preocupaciones de la Comisión Europea sobre las cuentas públicas de
ambos países para 2014, con el primero rechazando variar su borrador
presupuestario y el segundo despachando estas inquietudes como meras
diferencias en las previsiones de crecimiento.
Haciendo uso de sus nuevos poderes para juzgar los presupuestos
nacionales, el brazo ejecutivo de la UE revisó la semana pasada los
borradores de los países de la zona euro, la primera vez que esto ocurre
antes de ser enviados a los parlamentos nacionales donde obtendrán
rango de ley.
Aunque la Comisión no devolvió ningún plan para ser enmendado,
sí dijo que las líneas presupuestarias de Italia, España, Luxemburgo,
Malta y Finlandia podrían incumplir la normativa sobre reducción de
deuda y déficit.
Los ministros de Finanzas de la zona euro discutieron las valoraciones de la Comisión este viernes en Bruselas.
Mientras se reunían, el titular de Finanzas italiano Fabrizio
Saccomanni dijo que había dado cuerpo a los planes presupuestarios de
2014 en las últimas semanas con medidas que la Comisión no tuvo en
cuenta cuando revisó el borrador presentado inicialmente.
"Ha pasado más de un mes y han sucedido nuevos hechos. Así que
ilustraré las nuevas medidas que hemos adoptado, las privatizaciones, la
revisión del gasto, el proyecto para el Banco de Italia y otras cosas
que consideramos se corresponden con los requerimientos de la Comisión",
dijo Saccomanni ante periodistas.
Preguntado si cambiaría su plan presupuestario de 2014, dijo: "No".
La principal queja contra Italia es que su deuda, que ya supone
el 133 por ciento del PIB, subiría al 134 por ciento el año que viene
en lugar de caer.
Según la normativa presupuestaria de la UE, eso obliga a Italia
a recortar su déficit estructural en al menos el 0,5 por ciento el año
que viene, aunque Roma preferiría un recorte más moderado.
En cuanto a España, la Comisión dijo que el presupuesto del año
que viene era demasiado optimista respecto a las expectativas de
crecimiento, mientras que los recortes previstos para el déficit
estructural eran demasiado pequeños.
España espera un crecimiento del 0,7 por ciento el año que
viene, tras una contracción del 1,3 por ciento en 2013. En cambio, la
Comisión cree que España solo crecerá el 0,5 por ciento en 2013.
"Es una diferencia pequeña", dijo el ministro de Economía español, Luis de Guindos, ante periodistas a la entrada de la reunión del Eurogrupo, destacando el "compromiso absoluto" del Gobierno español
de cumplir con los objetivos de déficit público en 2013 y 2014.
"Es lógico que la Comisión comente que puedan existir riesgos
de incumplimiento. El Gobierno tiene una hoja de ruta de reformas,
algunas de las cuales todavía hay que implementar", dijo.
El objetivo que los ministros de la UE han fijado para Madrid
es una mejoría del balance estructural del 0,8 por ciento en 2014, pero
según el borrador de presupuestos español el déficit estructural sólo
mejoraría un 0,3 por ciento del PIB el año que viene.
"En España hay cierta brecha en términos de medidas de ajuste", dijo un alto funcionario de la UE.
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