SAN JOSÉ.- Los países latinoamericanos iniciarán en los próximos 18 meses obras
de infraestructura con una inversión cercana a los 145.000 millones de
dólares, indica un estudio de la Federación Interamericana de la
Industria de la Construcción (FIIC).
De acuerdo con el reporte, las construcciones crecerán este año en el
conjunto de las naciones de esta región a un promedio de 2,8 por ciento,
una tasa similar a la de 2012, debido a la desaceleración en México y
Brasil y en menor medida en Chile, Panamá y Perú.
La FIIC señaló que entre los planes, en proceso de aprobación, están proyectos para aeropuertos, puertos, ferrocarriles, autopistas, redes eléctricas, presas e hidroeléctricas.
Del total de la lista, que abarca unas 100 obras, México y Brasil acaparan los mayores montos en inversiones, por unos 91.000 millones de dólares, lo que significa el 62 por ciento del total.
Las obras con inversiones superiores a los mil millones de dólares suman 38, de los cuales 14 son de Brasil, ocho de México, cinco de Chile, cuatro de Colombia y dos de Ecuador, mientras que Perú, Panamá, Costa Rica, Argentina y Uruguay cuentan con un proyecto cada uno.
En Brasil destacan los de trenes de alta velocidad, entre estos el de Rio-Sao Paulo-Campinas, así como el aeropuerto Galeao, el Puerto de Itaqui y la red eléctrica del norte-sureste.
México tendrá la ejecución de la refinería Bicentenario, el nuevo aeropuerto Ciudad de México, las líneas dos y tres del tren suburbano, la expansión del puerto de Veracruz y el tren de pasajeros México-Querétaro.
El estudio destaca que estos proyectos transformarán la infraestructura de cada uno de esos países y son muy atractivos para las grandes constructoras internacionales.
La FIIC consideró que los factores que podrían debilitar el avance de las construcciones de esas infraestructuras están la fuerte dependencia de las exportaciones hacia Europa y China.
También incluyó el aumento del déficit en la cuenta corriente de las economías latinoamericanas, equivalente al dos por ciento del producto interno bruto (PIB), las restricciones fiscales en el Caribe, América Central y México, así como la vulnerabilidad de las naciones suramericanas por sus productos naturales.
La FIIC está integrada por Panamá, Chile, Uruguay, México, Brasil, El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Ecuador, Argentina, Perú, Colombia, Nicaragua, República Dominicana, Bolivia, Honduras, Paraguay y Venezuela.
Durante el pasado año el PIB nominal de la industria de la construcción en esas naciones ascendió a 321.650 millones de dólares, cifra que representa cerca del 13 por ciento del sector a nivel mundial.
La FIIC señaló que entre los planes, en proceso de aprobación, están proyectos para aeropuertos, puertos, ferrocarriles, autopistas, redes eléctricas, presas e hidroeléctricas.
Del total de la lista, que abarca unas 100 obras, México y Brasil acaparan los mayores montos en inversiones, por unos 91.000 millones de dólares, lo que significa el 62 por ciento del total.
Las obras con inversiones superiores a los mil millones de dólares suman 38, de los cuales 14 son de Brasil, ocho de México, cinco de Chile, cuatro de Colombia y dos de Ecuador, mientras que Perú, Panamá, Costa Rica, Argentina y Uruguay cuentan con un proyecto cada uno.
En Brasil destacan los de trenes de alta velocidad, entre estos el de Rio-Sao Paulo-Campinas, así como el aeropuerto Galeao, el Puerto de Itaqui y la red eléctrica del norte-sureste.
México tendrá la ejecución de la refinería Bicentenario, el nuevo aeropuerto Ciudad de México, las líneas dos y tres del tren suburbano, la expansión del puerto de Veracruz y el tren de pasajeros México-Querétaro.
El estudio destaca que estos proyectos transformarán la infraestructura de cada uno de esos países y son muy atractivos para las grandes constructoras internacionales.
La FIIC consideró que los factores que podrían debilitar el avance de las construcciones de esas infraestructuras están la fuerte dependencia de las exportaciones hacia Europa y China.
También incluyó el aumento del déficit en la cuenta corriente de las economías latinoamericanas, equivalente al dos por ciento del producto interno bruto (PIB), las restricciones fiscales en el Caribe, América Central y México, así como la vulnerabilidad de las naciones suramericanas por sus productos naturales.
La FIIC está integrada por Panamá, Chile, Uruguay, México, Brasil, El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Ecuador, Argentina, Perú, Colombia, Nicaragua, República Dominicana, Bolivia, Honduras, Paraguay y Venezuela.
Durante el pasado año el PIB nominal de la industria de la construcción en esas naciones ascendió a 321.650 millones de dólares, cifra que representa cerca del 13 por ciento del sector a nivel mundial.
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