jueves, 26 de diciembre de 2013

Canadá echa por la borda su prestigio internacional tras su retirada de Kyoto

TORONTO.- Canadá, un país en general admirado por su modelo político, su éxito económico y sus avances sociales, inició 2013 con buenos augurios para el Gobierno del primer ministro conservador, Stephen Harper.

 El país, que escapó casi sin un rasguño de la gran crisis económica mundial de 2008, a diferencia de sus principales socios occidentales, seguía generando empleo y crecimiento.
Eran buenas noticias para Harper, que quiere acudir a las próximas elecciones generales, en 2015, sin el multimillonario déficit presupuestario que el país acumuló para enfrentarse a la recesión mundial.
Lo mismo no se puede decir de la decisión de Harper de retirar a Canadá del Protocolo de Kyoto para luchar contra las emisiones de gases con efecto invernadero.
La inusitada retirada, que ha convertido a Canadá en el único país del mundo que ratificó Kyoto y que posteriormente canceló sus compromisos internacionales, se materializó en diciembre de 2012 pero sus efectos se han hecho sentir durante 2013.
Prácticamente en cada foro internacional sobre el cambio climático celebrado en 2013, Canadá ha sido ridiculizado por su decisión, y marginado.
El Gobierno justificó su decisión en que así se podrá desarrollar sin cortapisas las reservas de petróleo en la provincia de Alberta, de las mayores del mundo pero que están en forma de arena bituminosa, lo que hace su extracción especialmente dañina para el medio ambiente.
No es de extrañar que en diciembre, la prestigiosa revista "The Economist", que hace una década declaró a Canadá como un modelo político, social y económico, se haya visto obligada a retirar su calificación al país norteamericano.

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