martes, 31 de diciembre de 2013

El bolsillo de los estadounidenses, a prueba en 2014

WASHINGTON. El incremento del salario mínimo en Estados Unidos pondrá a prueba a los congresistas estadounidenses camino a las elecciones de medio término de 2014, estiman hoy comentaristas políticos. 

Aunque difícilmente los demócratas puedan retomar la Cámara de Representantes, algo para lo que necesitan ganar 17 escaños, sin dudas su apoyo al alza de los sueldos puede representarles beneficios netos en los comicios venideros.

Con ese fin, grupos de apoyo a la causa de los demócratas desarrollan una campaña para poner en las urnas el tema del alza salarial en estados como Dakota del Sur, Alaska, Arkansas, Massachusetts y Nuevo México, donde el partido enfrenta difíciles compromisos.

Según Jack Temple, analista del Proyecto Nacional de Leyes Laborales (NELP), citado por el diario californiano La Opinión, en 2006, los demócratas incluyeron el tema en su plataforma, ganaron las elecciones, y al año siguiente el Congreso aprobó un aumento al salario mínimo federal.

El pago de mejores salarios entrará en vigor el 1 de enero en 13 estados, entre ellos Nueva Jersey y Nueva York, no así en otros estados del país.

Los demócratas, agrega el diario, elaboran estrategias con la Casa Blanca, sindicatos y grupos progresistas afines, y esperan que 2014 sirva de referendo sobre quiénes apoyaron o no a la clases media y a los trabajadores.

En la próxima sesión legislativa, el Congreso analizará una propuesta para aumentar el salario mínimo federal de 7,25 dólares la hora a 10,10 dólares en tres fases, algo que beneficiaría a unos 30 millones de trabajadores de escasos recursos.

Sin embargo, los republicanos se oponen a subir los sueldos argumentando que eso afectará al empresariado y la recuperación económica.

Una reciente encuesta Gallup encontró que el 76 por ciento de los estadounidenses apoya el aumento salarial.

En 2012, cerca de 3,6 millones de trabajadores mayores de 16 años ganó el salario mínimo o menos.

Cerca del cinco por ciento de los trabajadores blancos, negros e hispanos que trabajan por hora ganaron el salario mínimo o menos, al igual que el tres por ciento de los asiáticos.

Datos de la Oficina del Censo plantean que en 2012 había 46,5 millones de pobres, y la tasa de pobreza fue de 15 por ciento, del total, el 25,6 por ciento es de origen hispano, y el 27,2 afroamericano.

En Estados Unidos el número de personas en extrema pobreza es de 20,5 millones, las que viven con un salario anual de 10.000 dólares para una familia de cuatro, cifra inferior a lo que devenga un trabajador a tiempo completo y con salario mínimo de apenas 15.080 anuales.

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