BRUSELAS.- El coste de cerrar un banco de la zona euro
inicialmente será asumido casi por completo por el país de base, pero
las obligaciones de los socios del bloque gradualmente aumentarán para
ser compartidas de forma equitativa tras diez años, según una propuesta
de la Unión Europea.
La propuesta, preparada por Lituania en su calidad de presidente
rotativo de la Unión Europea, se discutirá en una reunión extraordinaria
de altos cargos del bloque mañana lunes 16 de diciembre.
Tras la tormenta financiera que provocó la debacle de la banca
española y arrastró a países desde Irlanda a España, las naciones
europeas están considerando nuevos sistemas para afrontar una eventual
quiebra de grandes prestamistas, uno de los pilares de una reforma más
amplia denominada "unión bancaria".
Si el acuerdo se concreta antes de una cumbre de la UE en Bruselas
el 19 y el 20 de diciembre, la canciller alemana, Angela Merkel, y sus
pares obtendrían un importante triunfo en la reforma de los bancos.
Según la propuesta, el coste de cerrar un banco en el primer año de
la operación será cubierto por completo por un fondo creado por el país
donde la entidad tiene su base.
Aquellos fondos serían establecidos en cada país de la zona euro y
financiados por desembolsos periódicos de los bancos en sus respectivas
naciones, que representarán cada año el 0,1 por ciento de los depósitos
garantizados que posean.
Los fondos alcanzarán el 1 por ciento de todos los depósitos
asegurados después de diez años. Si el dinero acumulado por el pago de
los bancos en los países sede en el primer año es insuficiente para
financiar el cierre de algún prestamista, otros fondos de la zona euro
deberán contribuir con hasta un 10 por ciento de sus recursos.
En el segundo año, el fondo de un país sede se vería obligado a usar
hasta el 90 por ciento de su dinero acumulado para financiar el costo
de cerrar un banco antes de pedir ayuda a sus socios de la zona euro,
que deberán otorgar hasta el 20 por ciento de sus dineros ahorrados para
ayudar.
La obligación del país sede antes de poder solicitar ayuda de sus
socios del bloque declinaría en un 10 por ciento cada año y el
requerimiento potencial de otras naciones de la zona euro subiría en 10
por ciento al mismo tiempo.
De esta manera, hacia el décimo año, el fondo del país de base sólo
tendrá que contribuir con el 10 por ciento del dinero acumulado antes de
pedir ayuda a sus socios de la zona euro, que se verían obligados a
aportar la suma que sea necesaria - hasta el 100 por ciento de sus
fondos totales - para pagar por el cierre de un banco.
Si el coste de cerrar un banco en cualquiera de los diez años de
transición supera la contribución combinada del país sede y la ayuda
porcentual proporcional de otros fondos, la nación involucrada deberá
imponer un tributo adicional a su propio sector bancario, según el
documento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario