LONDRES.- El Gobierno británico tiene sobre la mesa un informe del Ministerio
del Interior que propone reducir a 75.000 el número de ciudadanos de la
Unión Europea que pueden solicitar cada año los permisos de residencia en Reino Unido, en el marco de una reforma de la política migratoria que ya había anticipado el 'premier' David Cameron.
Los cambios estudiados por el Ejecutivo, que figuran en un informe
al que ha tenido acceso el 'Sunday Times', confirman la intención de
Londres de revisar sus relaciones con el resto del continente y de
reducir por ley un flujo migratorio que actualmente lleva cada año a
Reino Unido a 106.000 ciudadanos europeos.
Según estas propuestas, las autoridades británicas podrían exigir a
los profesionales cualificados de países europeos una oferta de trabajo
previa. Para los trabajadores sin cualificación, los permisos
dependerían de que ya tuviesen un empleo o de que su sector necesite
mano de obra en Reino Unido, algo que quedaría reflejado en una lista
oficial.
El informe también contempla mayores restricciones para los
extranjeros residentes en Reino Unido, principalmente en materia de
ayudas.
A menos de un mes de que expiren las restricciones impuestas a los
ciudadanos de Rumanía y Bulgaria, el Gobierno británico estudia fórmulas
para ahondar en una reforma largamente anunciada.
Cameron abogó el viernes por imponer límites a la libertad de
movimiento y sugirió tener en cuenta el PIB de los nuevos Estados
miembros para restringir las migraciones de sus ciudadanos y evitar así
los "desequilibrios" migratorios.
A falta de conocer el contenido de la reforma que prepara Londres,
Bruselas ya ha mostrado sus dudas. El presidente de la Comisión Europea,
José Manuel Durao Barroso, recordó recientemente a Cameron que "el
principio de la libertad de movimiento es uno de los principios más
valorados por los ciudadanos de la UE".
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