ATENAS.- Grecia debe perseverar en la aplicación de las mismas reformas que están
provocando un "gran dolor" a los ciudadanos pero que están "mejorando"
la situación económica en el país, según el presidente del Bundesbank y
miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), Jens
Weidmann.
En una entrevista concedida al diario griego 'Sunday's Kathimerini',
Weidmann insta al Gobierno del primer ministro, Antonis Samaras, a
continuar por la misma senda de reformas y ajustes que, entre otras
cosas, ha implicado la subida de los impuestos y el recorte de las
pensiones, de los gastos y de las duplicidades en el sector público.
"Grecia se está experimentando cambios fundamentales con un gran
dolor para su gente. Pero las políticas perseguidas ya están mostrando
signos de que la situación macroeconómica está mejorando", argumenta
Weidmann.
El presidente del banco central alemán pone de relieve que el
superávit primario, excluyendo los costes de los intereses de la deuda,
es un hecho visible y que el déficit público de Grecia ha descendido de
forma significativa.
A su juicio, estos avances son fruto de los esfuerzos emprendidos
por el Gobierno heleno para cerciorarse de que los presupuestos no
vuelvan a sobrecargar las cuentas públicas y, por ende, engordar el
déficit, algo que ha hecho disminuir el precio por el que se financia en
los mercados.
"Estos primeros éxitos deben ser vistos como un acicate para el
Gobierno a fin de que persista con las mismas políticas, dado que todas
las medidas de ajuste acordadas no han sido aplicadas todavía", advierte
Weidmann, que apunta que las exportaciones serán la fuente de
crecimiento económico para la economía griega.
En un momento en el que Grecia podría poner fin en 2014 a seis
años en recesión, pero con una tasa de paro que no baja del 27%, las
conversaciones entre Atenas y la Troika, conformada por el BCE, la
Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, se han encallado
--con dos interrupciones desde septiembre-- y se prolongarán hasta enero
del año que viene con un tramo de 1.000 millones de euros pendiente de
desembolsar.
Por otra parte, Weidmann sale en defensa del abultado superávit
por cuenta corriente de Alemania y asegura que se redujo a la mitad
entre 2009 y 2012 en comparación con el resto de la zona euro.
"Habida cuenta de las cadenas de valor de la industria alemana, el
resto de Europa también se beneficia de esta fuerte actividad
exportadora a Estados Unidos y China", señala el banquero alemán.
La Comisión Europea ha amonestado a Alemania por su elevado
superávit por cuenta corriente que, según Bruselas, dificulta la salida
de la crisis en la eurozona y, como consecuencia, activó hace un mes un
mecanismo de alerta para seguir estos desequilibrios económicos.
Desde Bruselas han reclamado a Berlín que trate de incentivar la
demanda interna con mayor inversión pública y privada, y reformas en el
sector terciario. La puesta en marcha de un salario mínimo en Alemania
de 8,5 euros/hora, una condición 'sine qua non' del Partido
Socialdemócrata alemán en su acuerdo de coalición de gobierno con la
Unión Cristiano Demócrata de Angela Merkel, podría contribuir a ello, si
bien su aplicación no se espera hasta 2015.
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