BRUSELAS.- Los grupos mayoritarios de la Eurocámara
-populares, socialistas, liberales y verdes- han rechazado por
insuficiente el presupuesto de la UE para 2014-2020 pactado por los
jefes de Estado y de Gobierno de los 27 y han sugerido que sólo lo
ratificarán si se incluye una cláusula de revisión que permita
modificarlo en profundidad tras las próximas elecciones europeas.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van
Rompuy, ha avisado al Parlamento de que se lo piense "dos veces" antes
de tumbar el presupuesto. "Sin él, sólo podemos comprometer cantidades
de año en año, lo que supondría un grave revés en toda Europa para
científicos, entidades benéficas y universidades, para autoridades
locales y regionales", ha subrayado.
Los líderes europeos acordaron el pasado 8 de febrero un
presupuesto de 960.000 millones de euros para los próximos siete años,
un 3% inferior al actual, según Van Rompuy. Pero además, el nivel de
pagos se redujo a 908.000 millones de euros. La Eurocámara debe ahora
dar su asentimiento o vetar las cuentas, en cuyo caso se pasaría a un
sistema de presupuestos anuales.
"Los recortes propuestos tendrán repercusiones negativas sobre la
vida cotidiana de todos los europeos y es por ello que este Parlamento
no podrá aceptar el acuerdo tal y como está", ha dicho el vicepresidente
de la Eurocámara, Gianni Pittella, durante una reunión parlamentaria
consagrada a debatir el presupuesto.
El mismo calificativo, "inaceptable en su forma actual", ha sido
utilizado por los líderes de los principales grupos políticos, aunque
todos se han mostrado dispuestos a negociar con la presidencia
irlandesa. Y más que cambios en las cifras, han anunciado que pedirán
una flexibilidad máxima para trasladar fondos de un año a otro y de una
partida a otra y sobre todo una cláusula de revisión.
"Lo que queremos es un compromiso fuerte sobre una cláusula de
revisión en dos o tres años que permita al nuevo Parlamento revisar este
presupuesto, porque no aceptaremos nunca un presupuesto de austeridad
durante siete años", ha dicho el presidente del grupo popular, Joseph
Daul. En el mismo sentido se ha expresado su homólogo socialista, Hannes
Swoboda.
"Estas no son unas perspectivas financieras que el Parlamento
Europeo pueda aceptar. Y creo que la única posibilidad es que se
negocien y quizá que se introduzca una cláusula de revisión o una
cláusula de expiración", ha señalado el líder de los liberales, Guy
Verhofstadt.
La portavoz de los verdes, Isabelle Durand, ha ido más allá y ha
reclamado presupuestos anuales hasta 2014 y negociar con los Gobiernos
un prespuesto para cinco años después de las próximas elecciones
europeas.
Sólo el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos -del que
forman parte los tories británicos- ha sostenido que se trata de un
"equilibrio pragmático y sensible" entre los países contribuyentes netos
y los beneficiarios. Su portavoz, Martin Callanan, ha avisado de que
"si este Parlamento decide ir a la guerra contra el Consejo, todos
sufriremos".
Pero incluso el presidente de la Comisión, José Manuel Durao
Barroso, ha dado un apoyo sólo tibio a las perspectivas financieras. "La
Comisión hubiera preferido un resultado con más ambición para Europa",
ha confesado. "Pese a los decepcionantes recortes", ha agregado, "se
dieron pasos positivos en apoyo de la agenda europea de crecimiento y
empleo".