NICOSIA.- El Parlamento de Chipre rechazó este martes por una amplia mayoría un impopular impuesto a los depósitos bancarios, dejando en duda un rescate internacional al atribulado miembro de la eurozona necesario para evitar una suspensión de pagos y un colapso bancario.
La votación en el poder legislativo del pequeño país
fue un duro revés para la zona euro, después de que legisladores en
Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia aceptaran impopulares medidas
de austeridad en los últimos tres años para asegurarse la ayuda
europea.
Con cientos de manifestantes frente al Parlamento
gritando "se están bebiendo nuestra sangre", el partido gobernante se
abstuvo y otros 36 legisladores votaron en contra de la ley. Este
resultado dejó al país al borde del desastre financiero.
El impuesto es una condición para el rescate de 10.000
millones de euros (12.890 millones de dólares) de la Unión Europea a
Chipre. Los países de la UE habían dicho antes de la votación que
retendrían la ayuda salvo que los depositantes de Chipre compartieran el
coste del rescate.
El Banco Central Europeo había amenazado con acabar con
la asistencia de emergencia al sistema bancario chipriota. Tras la
votación, el BCE dijo que "tomó nota" del resultado y se mantuvo
"comprometido a dar la liquidez que se necesite dentro de las leyes
existentes".
Una multitud en las afueras del Parlamento estalló en
aplausos por el resultado de la votación y comenzó a cantar "Chipre le
pertenece a su gente".
"Se escuchó la voz del pueblo", dijo Andreas Miltiadou, un pensionista de 65 años.
Antes de la votación, el recién elegido presidente
Nicos Anastasiades dijo a periodistas: "Tengo la sensación de que esta
cámara va a rechazar el proyecto". Cuando se le consultó el motivo,
agregó: "porque ellos sienten y piensan que es injusto y que está en
contra de los intereses de Chipre".
Anastasiades se reunirá el miércoles desde las 07.00 GMT
con los líderes de los partidos para estudiar los pasos a seguir.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, dijo
tras la votación que "lamentamos la decisión", en declaraciones a la
cadena de televisión ZDF.
"Chipre pidió un programa de ayuda. Para un programa de
ayuda necesitamos una manera medible para que Chipre sea capaz de
volver a los mercados financieros. Las deudas de Chipre son demasiado
altas para eso", añadió.
Schäuble señaló que Chipre pasa por una "situación
seria" y destacó que ese país es el único responsable con lo que sucede.
La exigencia europea del fin de semana de que Chipre
rompería con la tradición de la UE al fijar un impuesto sobre los
depósitos bancarios como parte de un rescate europeo, desató la ira de
los chipriotas y una turbulencia en los mercados financieros europeos.
El fin de semana, los chipriotas vaciaron los cajeros
automáticos, mientras que las instituciones seguirán cerradas el
miércoles para evitar una retirada masiva de dinero. La bolsa también
suspendió sus operaciones por otros dos días.
Anastasiades rehusó aceptar un impuesto de más del 10
por ciento a los depósitos superiores a 100.000 euros, lo que implicó
gravar también a las cuentas menores. Eso perjudica a los ahorradores
comunes, con depósitos que ellos creían que tenían una garantía estatal.
Un tema importante en las negociaciones fue el alto
nivel de depósitos en los bancos de Chipre de ciudadanos y empresas que
no son de la UE, especialmente de Rusia.
El ministro de Finanzas de Chipre, Michael Sarris,
viajó a Moscú el martes para buscar asistencia financiera de Rusia. El
funcionario dijo a través de un mensaje de texto que las
informaciones sobre su renuncia, que causaron inquietud en los mercados,
no eran verdaderas.
Sorprendidos por las reacciones y temiendo el rechazo
del Parlamento chipriota, los ministros de Finanzas de la zona euro
instaron el lunes a Nicosia a evitar gravar las cuentas con menos de
100.000 euros y a aplicar, en cambio, un impuesto mayor a las cuentas
más acaudaladas, que tampoco están protegidas por el sistema de
garantías estatales.
La UE y el Fondo Monetario Internacional exigen que
Chipre recaude 5.800 millones de euros para asegurarse el rescate,
necesario para salvar al sector financiero de la isla.
Un proyecto de ley revisado exime a
las cuentas con menos de 20.000 euros del planeado recargo de un 6,75
por ciento para los depósitos inferiores a los 100.000 euros. El
Gobierno no ha explicado cómo cubrirá la brecha de financiación que
crearía esta exención.
El ministro de Finanzas de Francia, Pierre Moscovici,
afirmó que la zona euro no prestará más fondos a Chipre porque si lo
hiciera, la deuda sería inmanejable.
"Por encima de 10.000 millones de euros estamos
entrando en una deuda de un tamaño que no es sostenible", dijo Moscovici
a los periodistas en París.
Bruselas ha hecho hincapié en que la medida es un hecho
extraordinario en un país que representa tan sólo el 0,2 por ciento de
la producción europea, pero ha aumentado el temor a que los ahorradores
en otros países europeos de mayor tamaño se pongan nerviosos y retiren
sus depósitos bancarios.
El ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem,
quien lidera el grupo de ministros de Finanzas de la zona euro, dijo que
no habría necesidad de imponer impuestos bancarios en otros países del
bloque monetario.
En tanto, el presidente ejecutivo de Deutsche Bank,
Anshu Jain, dijo en una conferencia del Bundesbank en Fráncfort: "Vemos
que el peligro de contagio a corto plazo es limitado. No parece que esto
vaya a ser un modelo para otros estados de la Unión Europea".
La directora gerente Christine Lagarde dijo el martes
que el Fondo Monetario Internacional respalda los esfuerzos del Gobierno
chipriota para lograr lo que ella llamó "tasas más progresivas" en el
impuesto a los depósitos.
Anastasiades sigue resistiéndose al impuesto a los
depósitos más grandes, muchos de ellos pertenecientes a extranjeros,
incluyendo rusos ricos, por temor a que ello afecte el modelo del
negocio bancario de la isla y su reputación como refugio seguro.
Algunos chipriotas esperaban conseguir ayuda de Rusia,
que rescató al pequeño país en el pasado. Muchos rusos mantienen su
dinero en Chipre y operan sus empresas desde este territorio.
El portavoz del gobierno Christos Stylianides dijo que
Anastasiades también podría hablar con Vladimir Putin, el presidente
ruso, quien el lunes describió el impuesto como "injusto, poco
profesional y peligroso".
Las autoridades rusas negaron rumores de que el Kremlin
podría ofrecer más dinero, posiblemente a cambio de una futura
participación en las reservas de gas en las aguas de Chipre, enormes
pero todavía sin desarrollar, que incrementaron la importancia
estratégica de la isla.
Los fuertes ingresos de dinero ruso y el aumento de la
influencia de Moscú desde el colapso de la Unión Soviética llevó a
algunos funcionarios en Bruselas a quejarse en privado de que a veces
Chipre actúa como un "Caballo de Troya" en favor de Rusia dentro de la
Unión Europea.
Explosión de júbilo
"El proyecto ha sido rechazado", anunció el presidente del Parlamento, Yiannakis Omirou, tras calificarlo poco antes de "chantaje".
El plan fue rechazado con 36 votos en contra, 18 abstenciones y ninguno a favor. El partido DISY (centro-derecha) del presidente Nicos Anastasiadis decidió abstenerse.
El resultado de la votación fue recibido con una explosión de júbilo entre los miles de manifestantes reunidos ante el Parlamento.
"Chipre pertenece a su pueblo", "El pueblo unido jamás será vencido", gritaba la muchedumbre.
El plan rechazado por el Parlamento preveía, a cambio de un rescate de 10.000 millones de euros de la zona euro y el FMI, un impuesto de 6,75% sobre los depósitos bancarios de entre 20.000 y 100.000 euros, y de 9,9% por encima de ese umbral.
Antes de la votación se decidió exonerar del gravamen los depósitos inferiores a 20.000 euros, lo que no bastó para convencer a los 56 diputados del país, que cuenta sólo con 1,1 millones de habitantes y representa apenas el 0,2% del PIB de la Eurozona.
El objetivo de la medida era aportar a las arcas del Estado chipriota 5.800 millones de euros, en el marco del rescate internacional.
"Esta decisión no es más que un asalto a los depósitos bancarios (...) Debemos pedir que se renegocie este acuerdo. Si aprobamos ese gravamen, los inversores extranjeros no mantendrán su dinero aquí", dijo Yiannakis Omirou a la cámara poco antes de la votación.
Para el diputado Marios Garoyian, el texto era "un crimen premeditado" y "una forma de esclavismo económico", destinado a obligar a Chipre a romper sus vínculos con Moscú y Pekín, para permitir a otros que echen mano a las reservas gasíferas descubiertas recientemente en aguas chipriotas.
Jeroen Dijsselbloem, jefe del Eurogrupo, el foro de ministros de Finanzas de la Eurozona, declaró que ésta "reitera su oferta" formulada el lunes, que consiste en no gravar los depósitos inferiores a 100.000 euros. Eso sí, la recaudación debe ser la misma prevista inicialmente, 5.800 millones.
Según un responsable de la Eurozona, los países de la moneda única esperan de Nicosia una "contrapropuesta".
Anastasiadis tenía previsto hablar este martes por la noche con la canciller Angela Merkel. Su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, entró rápidamente en el debate diciendo que "lamenta" la decisión del Parlamento, y advirtiendo que no se deben tomar "decisiones irracionales e irresponsables" para resolver la crisis.
El presidente chipriota tuvo también la noche del martes una entrevista "constructiva" con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien la víspera criticó duramente un proyecto que golpeará en primer lugar a las numerosas fortunas rusas con depósitos en la isla mediterránea.
Precisamente, el miércoles el ministro chipriota de Finanzas, Michalis Sarris, negociará en Moscú la extensión hasta 2020 de un préstamo de 2.500 millones de euros que vence en 2016, y la reducción del tipo de interés, actualmente de 4,5%, según detalló la prensa local.
Por su lado, el Banco Central Europeo reiteró que facilitará "toda la liquidez necesaria" a los bancos de la isla, donde se teme que los clientes se apresuren a retirar sus depósitos en cuanto las entidades reabran el jueves.
Según la prensa chipriota, el gobierno de Nicosia va a renegociar ahora los términos del acuerdo con la troika de acreedores (Comisión Europea, BCE y Fondo Monetario Internacional), para captar los 5.800 millones de euros exigidos en contrapartida del plan de rescate internacional.
Entre las opciones que se barajan, Chipre se plantea una emisión de obligaciones, una reestructuración de su sistema bancario, hipertrofiado, o intentar atraer más inversiones rusas, según la prensa.
Explosión de júbilo
"El proyecto ha sido rechazado", anunció el presidente del Parlamento, Yiannakis Omirou, tras calificarlo poco antes de "chantaje".
El plan fue rechazado con 36 votos en contra, 18 abstenciones y ninguno a favor. El partido DISY (centro-derecha) del presidente Nicos Anastasiadis decidió abstenerse.
El resultado de la votación fue recibido con una explosión de júbilo entre los miles de manifestantes reunidos ante el Parlamento.
"Chipre pertenece a su pueblo", "El pueblo unido jamás será vencido", gritaba la muchedumbre.
El plan rechazado por el Parlamento preveía, a cambio de un rescate de 10.000 millones de euros de la zona euro y el FMI, un impuesto de 6,75% sobre los depósitos bancarios de entre 20.000 y 100.000 euros, y de 9,9% por encima de ese umbral.
Antes de la votación se decidió exonerar del gravamen los depósitos inferiores a 20.000 euros, lo que no bastó para convencer a los 56 diputados del país, que cuenta sólo con 1,1 millones de habitantes y representa apenas el 0,2% del PIB de la Eurozona.
El objetivo de la medida era aportar a las arcas del Estado chipriota 5.800 millones de euros, en el marco del rescate internacional.
"Esta decisión no es más que un asalto a los depósitos bancarios (...) Debemos pedir que se renegocie este acuerdo. Si aprobamos ese gravamen, los inversores extranjeros no mantendrán su dinero aquí", dijo Yiannakis Omirou a la cámara poco antes de la votación.
Para el diputado Marios Garoyian, el texto era "un crimen premeditado" y "una forma de esclavismo económico", destinado a obligar a Chipre a romper sus vínculos con Moscú y Pekín, para permitir a otros que echen mano a las reservas gasíferas descubiertas recientemente en aguas chipriotas.
Jeroen Dijsselbloem, jefe del Eurogrupo, el foro de ministros de Finanzas de la Eurozona, declaró que ésta "reitera su oferta" formulada el lunes, que consiste en no gravar los depósitos inferiores a 100.000 euros. Eso sí, la recaudación debe ser la misma prevista inicialmente, 5.800 millones.
Según un responsable de la Eurozona, los países de la moneda única esperan de Nicosia una "contrapropuesta".
Anastasiadis tenía previsto hablar este martes por la noche con la canciller Angela Merkel. Su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, entró rápidamente en el debate diciendo que "lamenta" la decisión del Parlamento, y advirtiendo que no se deben tomar "decisiones irracionales e irresponsables" para resolver la crisis.
El presidente chipriota tuvo también la noche del martes una entrevista "constructiva" con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien la víspera criticó duramente un proyecto que golpeará en primer lugar a las numerosas fortunas rusas con depósitos en la isla mediterránea.
Precisamente, el miércoles el ministro chipriota de Finanzas, Michalis Sarris, negociará en Moscú la extensión hasta 2020 de un préstamo de 2.500 millones de euros que vence en 2016, y la reducción del tipo de interés, actualmente de 4,5%, según detalló la prensa local.
Por su lado, el Banco Central Europeo reiteró que facilitará "toda la liquidez necesaria" a los bancos de la isla, donde se teme que los clientes se apresuren a retirar sus depósitos en cuanto las entidades reabran el jueves.
Según la prensa chipriota, el gobierno de Nicosia va a renegociar ahora los términos del acuerdo con la troika de acreedores (Comisión Europea, BCE y Fondo Monetario Internacional), para captar los 5.800 millones de euros exigidos en contrapartida del plan de rescate internacional.
Entre las opciones que se barajan, Chipre se plantea una emisión de obligaciones, una reestructuración de su sistema bancario, hipertrofiado, o intentar atraer más inversiones rusas, según la prensa.