MADRID.- El déficit público de España alcanzó en 2012 el 10,6 por ciento del
PIB, incluyendo las ayudas a la banca, que suman 3,6 puntos, frente al
9,4 por ciento en 2011. A la hora de validar estas cifras de déficit, la
Comisión Europea (CE) ha destacado que no ha tenido ningún problema.
Este
10,6 por ciento que ha registrado España supone el porcentaje más alto
de toda la Unión Europea (UE), por delante de Grecia (10 por ciento),
Irlanda (7,6 por ciento), Portugal (6,4 por ciento), Chipre y Reino
Unido (6,3 por ciento cada uno). En contraste, Alemania registró un
superávit del 0,2 por ciento mientras que los déficits más bajos
corresponden a Estonia (-0,3 por ciento), Suecia (-0,5 por ciento)
Bulgaria y Luxemburgo (-0,8 por ciento).
En el conjunto de la
eurozona, el déficit cayó desde el 4,2 por ciento en 2011 al 3,7 por
ciento en 2012 (del 4,4 por ciento al 4 por ciento en toda la UE),
mientras que el nivel de deuda pública aumentó del 87,3 por ciento al
90,6 por ciento (del 82,5 por ciento al 85,3 por ciento en la UE).
España
es además el Estado miembro de la UE donde más rápidamente aumenta el
nivel de deuda pública (6,8 puntos entre el tercer y el cuarto trimestre
del año pasado), hasta situarse en el 84,2 por ciento del PIB. Los
países de la UE con deuda más alta son Grecia (156,9 por ciento), Italia
(127 por ciento), Portugal (123,6 por ciento), Irlanda (117,6 por
ciento), Bélgica (99,6 por ciento) y Francia (90,2 por ciento).
A
finales del año pasado, los niveles más bajos de deuda se registraron
en Estonia (10,1 por ciento), Bulgaria (18,5 por ciento), Luxemburgo
(20,8 por ciento), Rumanía (37,8 por ciento) y Suecia (38,2 por ciento).
En
2012, las intervenciones públicas para ayudar a la banca aumentaron el
déficit en 13 Estados miembros. Aparte de España, el mayor incremento (4
puntos) se registró en Grecia. En contraste, en Irlanda los beneficios
conseguidos con las ayudas a la banca redujeron su déficit en un punto.
Sin
contar las ayudas a la banca, el déficit de España se situó en el 6,98
por ciento, tras la corrección impuesta por Eurostat a finales de marzo a
la cifra del 6,7 por ciento anunciada por el presidente Mariano Rajoy
en el debate sobre el Estado de la nación.
El ministerio de
Hacienda atribuyó la corrección a un “cambio de criterio contable” de la
oficina estadística europea, pero ésta lo negó y sostuvo que el
Gobierno español había retrasado indebidamente a enero de 2013
devoluciones fiscales que deberían haberse computado en 2012.
La
Comisión Europea ha resaltado que no ha tenido “ningún problema” para
validar las cifras de déficit de España en 2012 remitidas por el
Gobierno de Mariano Rajoy. “Eurostat no ha tenido ningún problema para
validar las cifras españolas”, ha destacado la portavoz responsable de
la oficina estadística, Emer Traynor.
“Se trata sólo de una diferencia de presentación. La cifra que Eurostat ha puesto como cifra principal, que es el 10,6 por ciento, es la cifra de déficit para España incluyendo el impacto de las recapitalizaciones bancarias, mientras que la cifra que hemos visto desde España es la que excluye este impacto de la intervención del Gobierno en el sector financiero”, ha explicado la portavoz.
“Se trata sólo de una diferencia de presentación. La cifra que Eurostat ha puesto como cifra principal, que es el 10,6 por ciento, es la cifra de déficit para España incluyendo el impacto de las recapitalizaciones bancarias, mientras que la cifra que hemos visto desde España es la que excluye este impacto de la intervención del Gobierno en el sector financiero”, ha explicado la portavoz.
Con la publicación de la cifra definitiva de déficit
de 2012 se da el primer paso para que la Comisión decida si relaja a
España el objetivo del 4,5 por ciento para este año y si le da hasta dos
años más para llegar al umbral del 3 por ciento. En primer lugar, el
Ejecutivo comunitario debe verificar si España respetó el año pasado el
compromiso de ajuste fiscal estructural.
La conclusión
preliminar de Bruselas es que este requisito se ha cumplido y por ello
el vicepresidente económico, Olli Rehn, no ha pedido nuevos recortes en
2013. La segunda condición se verificará el 3 de mayo, cuando la
Comisión publique sus previsiones económicas de primavera y confirme que
las perspectivas de crecimiento para España han empeorado en relación
al momento en que se fijaron los objetivos. El Fondo Monetario
Internacional (FMI) ha pronosticado que la economía española se
contraerá este año un 1,6 por ciento.
Por otra parte, la
economía española sufrirá una contracción de entre el 1 por ciento y el
1,5 por ciento este año, lo que supondría en el peor de los casos
triplicar las actuales previsiones oficiales, que serán revisadas el
próximo 26 de abril, según ha indicado el ministro español de Economía y
Competitividad, Luis de Guindos, al diario ‘The Wall Street Journal’.