sábado, 29 de junio de 2013

EEUU espió en despachos de la Unión Europea en Bruselas y se metió en sus ordenadores

BERLÍN. -Las agencias de espionaje de Estados Unidos han espiado en despachos y sedes de la UE y se han introducido en los sistemas informáticos de la organización, según ha revelado este sábado el semanario alemán 'Der Spiegel'. Con estos medios los espías estadounidenses han tenido acceso a documentos secretos y han leído correos electrónicos confidenciales. 

   La revista cita un documento de septiembre de 2010 de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) que habría sustraído el extrabajador de la NSA y ahora filtrador Edward Snowden y al que los periodistas habrían tenido acceso parcial.
   El documento explica cómo la NSA colocaba escuchas y espiaba las redes informáticas en Washington y la sede de la ONU en Nueva York, no sólo escuchando conversaciones y llamadas telefónicas sino también accediendo a documentos y correos electrónicos confidenciales. En el documento se cita a la UE como "objetivo".
   En concreto, el semanario asegura que la NSA espió las telecomunicaciones del edificio Justus Lipsius de Bruselas, sede del Consejo Europeo y donde cada país tiene una línea telefónica y conexión de datos que utilizan frecuentemente los ministros.
   'Der Spiegel' asegura, sin citar fuentes concretas, que hace más de cinco años responsables de la seguridad de la UE se percataron de varias llamadas perdidas y las siguieron hasta las oficinas de la NSA en el complejo de la OTAN en Bruselas.
   El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz, ha afirmado ya que, si se confirma que esta información es cierta, tendrá un "grave impacto" en las relaciones entre la UE y Estados Unidos.
 "En nombre del Parlamento Europeo exijo aclaraciones completas y una rápida información adicional de las autoridades estadounidenses con respecto a estas acusaciones", ha señalado Schultz en una declaración remitida por correo electrónico.
   El ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, lo ha calificado de "vergonzoso". 
"Estados Unidos debería investigar a sus servicios secretos y no a sus aliados. Tenemos que lograr garantías del nivel más alto de que esto va a acabar de inmediato", ha indicado Asselborn a 'Der Sipegel'.

'Der Spiegel' asegura que el Gobierno español eliminó la siesta de los funcionarios por "presión" de la troika

BERLÍN.- La "presión" de la troika (BCE, CE y FMI) sobre el Gobierno tras el rescate bancario solicitado en junio de 2012 eliminó la siesta en España, según el periódico alemán Der Spiegel, que explica este hecho en la "caída" de España en 2012. En un artículo titulado 'Viva la siesta: ¿debería ser el Sur de Europa más alemán?' , el diario germano subraya las diferencias culturales entre países como España e Italia y Alemania. 

"Durante siglos, los ciudadanos del Sur de Europa abandonaban los campos y las oficinas para ir a casa a relajarse. La siesta era sagrada, pero ahora este aspecto idílico de la vida en el Sur de Europa se ha acabado", explica el semanario en un artículo plagado de enlaces en su versión digital, sin que uno solo de los mismos refuerce de forma clara las informaciones vertidas.
Según este artículo, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero suprimió la siesta a los empleados públicos en 2005 con el fin de impulsar la productividad y llegó a esgrimir que los aires acondicionados existentes hoy en día facilitan el trabajo pese al calor. La revista señala que esta supuesta medida perseguía además potenciar el consumo y así elevar la recaudación fiscal.
Siempre dentro del contexto de que nos han quitado la siesta, Der Spiegel asegura que en España nos lo hemos tomado como resultado de una "dictadura" de Alemania, al tiempo que recoge citas de personajes históricos en las que inciden que el "tiempo es dinero". En la misma línea, esa pérdida de identidad ha afectado, según el autor, Max A. Höfer, a las comidas familiares, al ocio, al arte de "disfrutar la vida" y a cambio trabajamos y consumimos a un ritmo más alto. Höfer, que es economista, agrega, eso sí, que es una senda equivocada y contra la que muchos han protestado sin éxito. 
El artículo también afirma que en la prensa europea existe un debate sobre la siesta y que su supresión está relacionada con la adaptación a la cultura de los países del norte de Europa. Después, sigue un nuevo retroceso temporal ─cientos de años─ para hablar de las deudas que los antiguos reyes españoles contrajeron ─y no afrontaron─ entre otros, con los alemanes. 
"La gente nunca debería haber llegado a la idea de abandonar su cultura como consecuencia de la deuda, pero ahora es exactamente lo que se espera que hagan", reivindica.
La siesta es parte inherente en la cultura latina del ocio y el descanso, añade. "El espíritu puritano siempre se ha enfrentado en una cruzada contra el sueño y la buena vida, porque ambos se equiparan con la pereza y la blasfemia. Los que duermen están robando a Dios, sin ganar nada y perdiendo los beneficios que podrían haber obtenido en lugar de dormir".

América Latina puede puede ser la despensa del mundo

BUENOS AIRES.- Con sus recursos naturales, capacidad de producción y una mayor inversión, América Latina se proyecta como uno de los principales proveedores de alimentos para abastecer la creciente demanda mundial, diversa y cada vez más sofisticada.
 
El reto es aprovechar la oportunidad, sin desatender las necesidades de una región en la que hay aún 66 millones de indigentes, 11,4 por ciento de la población, según los últimos datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Si bien el mercado internacional afronta dificultades derivadas de la volatilidad de precios, la especulación y la competencia de los biocombustibles por el suelo, los expertos que hemos consultado están convencidos de que la región puede atravesar con éxito el desafío.
Variedades de arroz, cereales, oleaginosas, frutas, lácteos, carnes, aceites, vinos, todo se produce y exporta cada año en grandes volúmenes en América Latina, especialmente en el sur, sorteando sequías, inundaciones y otros eventos meteorológicos vinculados al cambio climático.
El chileno Gino Buzzetti, responsable del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)  en Buenos Aires, explica que por ahora no se aprecia crisis alimentaria mundial alguna, como sí ocurrió en 2007-2008.
Pero sí existe una «preocupación a medio plazo» por el aumento de la población, que además tendrá más ingresos y una demanda sofisticada. «Ya no será solo arroz, habrá que producir más carne, que requiere mayor inversión», anticipa.
«Las tierras que podrían abastecer esa mayor demanda están entre los trópicos templados, pero África no tiene el desarrollo ni la tecnología, en cambio América Latina sí los tiene, sobre todo el Cono Sur», subraya.
Buzzetti remarca que Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay suman 1.000 millones de toneladas anuales de producción de grano en 72 millones de hectáreas cultivadas, que representan el 10 por ciento de las tierras agrícolas del mundo. Por ejemplo, el 47 por ciento de la producción global de soja se obtiene en esos países y también el 28 por ciento de las exportaciones de maíz.
Además, la región es una relevante proveedora de carne para la mesa de la humanidad, tanto que el 21 por ciento de la producción vacuna y el 17 por ciento de los pollos que se producen en el globo vienen de esta zona latinoamericana, y las exportaciones cárnicas del área implican alrededor de un tercio de lo que se comercializa en el mundo, dice el titular del IICA.
Ya no hay protagonismos tradicionales. En materia de carne vacuna, donde hace algunas décadas reinaba Argentina, ahora Brasil, Uruguay y Paraguay superan en volumen la producción proveniente del otrora «país del churrasco».
Políticas equivocadas como el control de exportaciones para bajar los precios del mercado interno, según opinión del ingeniero agrónomo Fernando Vilella, llevaron a que Argentina disminuyera drásticamente en los últimos años el número de vacas, a expensas de la producción de pollo y de la expansión de la soja.
Vilella, responsable del área de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad estatal de Buenos Aires, considera empero que, con inversiones y más cría intensiva en corral, la producción vacuna puede volver a aumentar en este país.
De hecho, ya ha comenzado a recuperarse. Argentina debería hacer como Uruguay, que optó por establecer qué cortes se mantenían con precios regulados para el mercado interno y cuáles se exportaban a precio internacional, apunta.
Para esplicar de una forma más gráfica las necesidades futuras, Vilella explica que se estima que en 2030, Asia podrá autoabastecerse en un 75 a 82 por ciento de los alimentos, África subsahariana apenas en un 15 por ciento y el norte de África y el Medio Oriente un 85 por ciento.
«Esos requerimientos deberán ser atendidos por América del Sur, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Ucrania, que deberán alimentar un mercado insatisfecho de unos 3.000 millones de personas», vaticina.
«El papel de Argentina y Brasil será muy relevante», advierte. El reto mayor será aumentar la productividad por hectárea, pues las tierras cultivables en el planeta ya casi no tendrán margen para seguir creciendo, puntualiza el experto argentino.
Vilella considera clave la producción mediante siembra directa, o sin labranza, difundida en Argentina para el cultivo de soja, porque es la más eficiente, «siempre que se haga en los mejores suelos» para evitar el deterioro ambiental, aclara.
En cuanto a la competencia con los biocombustibles, Buzzetti señala que el conflicto surge cuando cultivos alimenticios se derivan al mercado energético, como ocurre en Estados Unidos con el maíz destinado a elaborar etanol.
Recomienda que «Hay que orientar la producción a los biocombustibles de segunda generación, que son los que utilizan biomasa no alimenticia»,.
Pero además de los desafíos prácticos, Buzzetti considerqa que también hay que discutir el problema ético del hambre en un mundo en el que se producen alimentos de sobra, y afrontar ese panorama con medidas de consenso internacional.
«En Río+20 se habló de la necesidad de ir hacia un modelo económico que asegure una mejor distribución de los ingresos, y el tema se retomó en la cumbre del G-20 y en las apelaciones del Banco Mundial».
«Hay que pensar en un modelo de desarrollo capitalista que contemple una mejor distribución de ingresos y de alimentos para hacer más sostenible y equilibrado el sistema mundial», dice.
Para lograrlo, hay propuestas que apuntan a disminuir la volatilidad de los precios, que en los últimos años tienden al alza, y a contener la especulación financiera en los mercados de alimentos, pero esos procesos llevan tiempo, advierte.
Entretanto, las fuentes consultadas coinciden en que resulta inconcebible que haya países de la región donde todavía el alimento no esté asegurado. Algunos, como México, países de América Central y el Caribe, dependen de las importaciones para completar su dieta.
El colombiano Antonio Hill, experto en agricultura y cambio climático de la organización no gubernamental Oxfam que trabaja para erradicar la pobreza y el hambre alerta de que «entre 1999 y 2009, los países importadores netos de alimentos en la región pasaron de 11 a 16».
Para Hill, América Latina tiene una mayor responsabilidad como productora de alimentos porque, al mismo tiempo que debe aumentar la productividad, tiene que «reducir sus niveles de desigualdad, su inseguridad alimentaria y su huella ecológica».
«Lo más sensato» sería incrementar esa productividad, ampliando el apoyo a la agricultura familiar, especialmente a las mujeres rurales, dice, a fin de asegurar mayor disponibilidad de alimentos entre los más pobres.

Llega Croacia, el socio 28 de la Unión Europea

BRUSELAS.- ¿Sabía que la corbata es una prenda originaria de Croacia? En ese país mediterráneo la consideran una de sus señas de identidad y aseguran que el gentilicio «croata» toma su nombre del francés «cravate». Esa es una de las aportaciones del nuevo estado a la Unión Europea. En Madrid se va a instalar una corbata de grandes dimensiones para celebrar la incorporación de Croacia a la UE. 

El país número 28 de la UE, ultima los festejos para su entrada en la Unión Europea y los mientras sus ciudadanos lo viven con cierto entusiasmo y con la idea de que ocupan el lugar que le pertenece entre las naciones europeas. Las medidas de austeridad impuestas por Bruselas en varios países, la crisis de la eurozona y la desafección ciudadana hacia el proyecto europeo, hace que los croatas no crean que su vida vaya a mejorar con la entrada en el bloque.
Aun así, los ciudadanos están convencidos de que las reformas que ha exigido Bruselas a lo largo de una década han mejorado el país. Lo piensan dos tercios de los croatas . De momento no creen que mejore su situación económica. Croacia está en recesión desde 2009 con un paro del 21%.
En Zagreb todo está preparado para celebrarlo a lo grande. En la plaza Ban Jelacicla de la capital croata están izadas las banderas de Croacia y la UE. En esa plaza no estará la canciller alemana, Angela Merkel, pero a la celebración asistirán 170 responsables extranjeros, entre ellos el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, seis presidentes, ocho primeros ministros de la UE, ocho jefes de estado y cuatro líderes de Gobierno de los Balcanes.
El país entrará en la UE durante la medianoche del domingo al son del «Himno a la alegría» que entonarán de forma simultánea coros en las principales plazas de Zagreb, Split, Osije, Dubrovnik y Rijeka con unos 700 artistas.
La entrada de Croacia, supone mover las actuales fronteras de la UE. En la de Bregana (Eslovenia), desaparecerán las barreras fronterizas que se desplazan a Bajakovo, en el límite con Serbia. Para el presidente Ivo Josipovic, «las instituciones croatas, la democracia, los derechos humanos, los derechos de las minorías, la adaptación a la cultura y la tradición europeas, el espacio cultural y científico, la cooperación con los países de la OTAN y la ONU, todo eso está en un nivel que no se puede comparar con hace cinco o diez años».
El historiador croata, Tvrtko Jakovina, resume lo que sienten la mayoría de los croatas en este momento «una Europa unida, es una zona de prosperidad y paz, un ambiente deseable para un pequeño país periférico como Croacia».