BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel,
consideró hoy que los ricos deberían tener un mayor compromiso para
contribuir a salir de la crisis en Europa, donde, en su opinión, el
desempleo juvenil es el mayor problema.
En un encuentro en Berlín con varios medios Merkel
opinó que una flexibilización del mercado laboral de los más veteranos y
una mayor movilidad ayudaría a disminuir el desempleo juvenil.
Preguntada sobre dónde se está errando para que la zona del euro sea
la única región del mundo en recesión, Merkel consideró que "los
ciudadanos de muchos países saben perfectamente cuáles fueron los
errores cometidos en sus países en el pasado" y lamentó que sean
precisamente los que no tuvieron nada que ver, "los jóvenes y los más
desfavorecidos, quienes hoy más padecen las consecuencias".
"Con frecuencia, las personas con capital ya hace tiempo que han
salido del país o cuentan con otras posibilidades para protegerse. Los
ricos en los países más afectados por la crisis podrían ser muy útiles
si se comprometieran más. Es muy lamentable que parte de las élites
económicas asuman tan poca responsabilidad por la deplorable situación
actual", afirmó.
Merkel, quien asegura que nunca ha temido quedarse en el paro,
manifestó que "no es prudente, por ejemplo, que en algunos países se
flexibilice el derecho laboral solo para los jóvenes y no para los
mayores que tienen trabajo desde hace tiempo", al resaltar que "en un
continente que envejece esta es una situación insostenible".
De la experiencia alemana, Merkel explicó que se sacaron algunas
lecciones como la eficacia de las "escuelas-taller" e importancia de los
oficios y que no hay que centrarse solamente en la academización de los
jóvenes.
Cuando faltan 90 días para las elecciones, Merkel se muestra
preocupada por el desempleo juvenil y suaviza su predica a favor de la
austeridad y los recortes.
"En todo lo que yo hago no existe un enfrentamiento entre un presupuesto saneado y crecimiento", asegura.
Sobre la pérdida de competitividad que sufren las empresas en algunos
países de la UE debido al elevado coste del crédito en comparación con
Alemania, Merkel comentó que este "problema" ha resultado "más
persistente de lo que esperábamos en Europa" y para solucionarlo abogó
por una mejor reglamentación del sector bancario y "un sistema central
de supervisión bancaria fiable".
Preguntada sobre la unión bancaria europea, que defienden España,
Francia e Italia sobre todo, respondió que "estamos avanzando en todos
los aspectos de la supervisión bancaria, pero la velocidad sin un orden
riguroso no nos sirve de nada. El organismo de supervisión entrará en
vigor el año que viene", y puntualizó que algunas intervenciones "solo
podrán darse modificando los tratados".
La canciller alemana afirmó que no ve que vaya a haber una nueva
quita de la deuda griega y niega que quiera imponer el sistema alemán a
otros países, en especial los del sur de Europa.
"Si un país quiere estructurar su economía de una forma totalmente
distinta a la alemana, no hay ningún problema, pues me alegra que de
haya diferentes caminos que conduzcan al éxito. Pero no cabe duda de que
nadie puede suprimir la necesidad de ser competitivo y de tener que
crear y generar la riqueza", dijo.
Añadió que "cuando miro hacia Italia, España y Grecia, lo que veo son sectores de éxito muy diversos".
"China, la India, Brasil, Corea del Sur y muchos otros países llevan
tiempo haciéndonos la competencia en áreas que antes dominábamos
nosotros, dijo Merkel al considerar que Europa debe reaccionar "frente a
tal situación y cambiar"
Por otro lado, la canciller alemana afirma ser "escéptica" sobre la
propuesta para una elección directa del presidente de la Comisión
Europea por considerar que "puede generar problemas en el seno de las
instituciones europeas".