LONDRES.- Los progresos hacia la creación de una unión
bancaria en Europa, incluyendo un supervisor único en la figura del
Banco Central Europeo (BCE) y el establecimiento de un mecanismo
centralizado de resoución para los bancos no viables, resulta "esencial"
para restaurar la confianza a largo plazo en la banca de la eurozona,
según la agencia de calificación Fitch.
En este sentido, la calificadora de riesgos apunta que este
proyecto debería contribuir a nivelar el "campo de juego" para las
divergentes economías nacionales y a crear una plataforma de
crecimiento, mientras que la recuperación de la confianza debería
resultar en una mejora en el coste de acceso a financiación de las
entidades.
"Progresar en la unión bancaria resulta esencial para alcanzar una
confianza a largo plazo en el sector bancario de la zona euro", señala
la calificadora de riesgos.
A este respecto, Fitch apunta que, si bien la introducción de la
unión bancaria no tendrá ningún efecto a corto plazo en las
calificaciones de los bancos, su completa implementación y cumplimiento
de objetivos tendrá efectos positivos en las notas de viabilidad de las
entidades.
No obstante, Fitch advierte de que, a pesar de que el calendario
establece que los mecanismos estén listos en 2015, el correcto
funcionamiento de la unión bancaria será un camino "largo y lleno de
baches".
Asimismo, la agencia apunta que a largo plazo la figura del
supervisor único contribuirá a la creación de mayores redes paneuropeas,
que permitirían la captación de depósitos en un país para prestar en
otro, lo que podría encarecer el coste de obtener financiación para los
bancos de países ricos en depósitos, al tener una mayor competencia, lo
que podría implicar que las entidades trasladen estos mayores costes a
sus préstamos, encareciendo el crédito en los países más sólidos de la
eurozona.
Por otro lado, Fitch también advierte de que la introducción de un
mecanismo centralizado en el BCE sobre cómo y cuándo llevar a cabo la
resolución de entidades problemáticas supone reducir las consideraciones
políticas al respecto y ganar en eficiencia, aunque al mismo tiempo
implica un debilitamiento del apoyo público a los acreedores de la banca.