sábado, 14 de septiembre de 2013

De Guindos: España es el país de la eurozona que está recuperando más competitividad

VILNA.-   El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha respondido hoy al Fondo Monetario Internacional (FMI) que el Gobierno no es quién para decretar el nivel de reducción salarial que necesita la economía española y ha destacado que España es el país de la eurozona que está recuperando más competitividad desde el principio de la crisis con efectos, según ha dicho, duraderos.

   "El Gobierno no es nadie para decir cuánto tiene que ser la devaluación interna. El Gobierno lo que tiene que hacer es poner el marco en términos de negociación colectiva para que eso se lleve a cabo", ha apuntado Guindos al ser preguntado por el informe del FMI.
   "España en estos momentos seguramente es el país de la eurozona que más competitividad está ganando", ha resaltado durante la rueda de prensa final del Eurogrupo.
   Según el FMI, la economía española aún debe afrontar los desafíos de un periodo prolongado de bajo crecimiento y un elevado desempleo. Por ello, el organismo internacional considera necesario incidir en la devaluación interna, además de adoptar nuevas reformas del mercado laboral encaminadas a terminar con la dualidad existente, así como para estimular la competencia.
   A juicio de Guindos, la ganancia de competitividad que ya ha logrado España mediante el proceso de devaluación interna, con la moderación de los costes laborales, "tiene unos efectos mucho más duraderos y mucho más estructurales" que la tradicional devaluación del tipo de cambio que se hacía antes del euro. Esta se traducía en un aumento a medio plazo de la inflación, que limitaba la mejora de la competitividad.
   "Hay un reconocimiento de que el ajuste y la convergencia de costes laborales unitarios que ha llevado a cabo España, que ha permitido recuperar la mayoría de la pérdida de competitividad que tuvimos desde nuestra incorporación al euro hasta el año 2007-2008, es un fenómeno estructural y que va a tener efectos más a medio y largo plazo", ha insistido el ministro de Economía.

El plan del impuesto a las transacciones financieras en la Unión Europea sigue en pie

VILNA.- La Comisión Europea rechazó el sábado una opinión legal de la Unión Europea que cuestionó la legalidad del impuesto planeado sobre las transacciones financieras y dijo que se mantendrán los planes sobre el tributo en once países de la UE.


El plan impositivo para las transacciones hecho por la Comisión "excede la jurisdicción fiscal de los estados miembros según las normas del Derecho Internacional consuetudinario", según un documento del servicio legal del Consejo Europeo, institución que representa a los 28 gobiernos de la UE, emitido el 6 de septiembre.

Los ministros de Finanzas de la UE reunidos en la capital de Lituania, Vilna, discutieron brevemente el impuesto financiero el sábado con la Comisión, y dijeron que hubo un malentendido sobre el texto.

"Confiamos en que los argumentos de la Comisión y los argumentos del servicio legal de la Comisión demostrarán muy claramente a nuestros estados miembros que el enfoque que se ha tomado en la propuesta es el correcto y que no viola ninguna cláusula del Tratado", dijo a los periodistas Algirdas Semeta, comisario de la UE encargado de la política fiscal.

Alemania, Francia, Italia, España, Austria, Portugal, Bélgica, Estonia, Grecia, Eslovaquia y Eslovenia planeaban adoptar el impuesto sobre las acciones, bonos, derivados, acuerdos de recompra y crédito de valores.

Semeta dijo que la primera lectura de la propuesta por parte de los estados miembros ya estaba concluida.

"Creo que presentaremos argumentos a nuestros estados miembros para la próxima reunión del grupo de trabajo del Consejo. Así que el trabajo está en marcha y no veo ninguna razón para que se detenga o para hacer reflexiones adicionales", dijo Semeta.

Reino Unido, el mayor centro financiero del bloque, y otros 15 Estados miembros de la UE se negaron a apoyar la propuesta del impuesto a las transacciones, lo que plantea dudas sobre cómo funcionaría con la participación de sólo algunos miembros.

La agencia de resolución bancaria de la Unión Europea no se retrasará, según Jeroen Dijsselbloem

VILNA.- Los planes para poner en marcha una agencia europea que pueda ordenar la reestructuración o el cierre de un banco de la zona euro se reanudará tras las elecciones en Alemania, dijo el sábado el jefe de los ministros de Finanzas de la zona euro, Jeroen Dijsselbloem.

La agencia, el Mecanismo Único de Resolución (SRM, por su sigla en inglés), busca complementar el supervisor bancario único - el Banco Central Europeo - como parte de una unión bancaria que podría romper con el círculo vicioso entre bancos débiles y gobierno endeudados.

El BCE asumirá sus nuevas responsabilidades nuevas en el otoño de 2014 y los consejeros de la Unión Europea planean que el organismo de resolución - que además contaría con un fondo - esté listo el 1 de enero de 2015.

Hasta entonces, la resolución bancaria se gobernaría por la Directiva de Recuperación y Resolución Bancaria, un conjunto de normas comunes para todas las autoridades nacionales.

No obstante, los plazos parecen optimistas porque Alemania es inflexible en su posición de que para crear una verdadera agencia de resolución, la UE tiene que modificar su tratado, lo que sería un proceso largo y políticamente arriesgado.

Alemania celebra elecciones el 22 de septiembre y sus dirigentes afirman que es poco probable que Berlín esté dispuesto a hacer concesiones antes de esa fecha, opinión que Dijsselbloem parece compartir.

"En realidad no se ha producido un debate sobre el modo de resolver el tema. Yo creo que a partir del mes próximo podríamos tener ese debate, (...) en profundidad, y trabajar en soluciones", dijo a los periodistas antes de entrar en una reunión de ministros de Finanzas de la UE en la capital de Lituania, Vilna.

"Todavía estamos dentro de los plazos. Siempre se tuvo el plan de que la propuesta del SRM podría producirse este verano. Así fue. Y el plan siempre fue que finalizaríamos las discusiones a fines de este año y lo haremos", afirmó Dijsselbloem.

"En una semana y media el mundo podría verse ya distinto", agregó, en referencia a las elecciones en Alemania.

Para evitar las modificaciones en el tratado de la UE, la Comisión Europea propuso en julio que podría convertirse ella misma en la agencia de resolución, pero Alemania y otros países se opusieron porque eso supondría transferir más competencias al órgano ejecutivo de la UE, que ya lleva las cuestiones relacionadas con la competencia.

Cinco años después de Lehman Brothers, las condenas a banqueros no progresan

LONDRES.- ¿Terminarán los grandes banqueros en la cárcel alguna vez por su conducta? ¿O las mala decisiones empresariales no son realmente un delito? Cinco años después de la bancarrota de Lehman Brothers, aún persiste el debate sobre cuánto deben costarles las decisiones fallidas a los presidentes de los grandes bancos y la posibilidad de sanciones legales para altos cargos del sector se mantiene como una amenaza lejana.

Incluso aunque las leyes han evolucionado - en Reino Unido, el gobierno quiere penalizar la imprudencia bancaria - una repetición de la crisis financiera y el caso colapso mundial de 2008 no llevaría aún hoy necesariamente a demasiadas imputaciones, según algunos abogados.

El problema radica en la dificultad de culpar a una persona por la toma de riesgos y decisiones en toda la cadena de mano de una entidad, lo que se convierte en uno de los mayores obstáculos para iniciar un proceso.

"Se trata de las confusas líneas que separan la responsabilidad y el asumir las consecuencias", dijo Judith Seddon, directora del departamento de regulación y delitos bancarios en el bufete de abogados Clifford Chance's de Londres.

"Cuando se persigue a una sola persona, si ha delegado responsabilidades (...) Es mucho más difícil hacerlo en una gran organización", añadió.

Los reguladores en todo el mundo aumentaron su escrutinio a los bancos y actuaron contra los delitos financieros ante la ira de sus ciudadanos por los costosos rescates públicos y sus consecuente escándalos. Pero todo ello apenas ha resultado en unos pocos intentos de presentar cargos contra aquellos que se encuentran en lo más alto del escalafón bancario.

En Estados Unidos, sede de Lehman Brothers, ningún alto cargo en todo Wall Street o la banca comercial ha sido condenado en relación a la crisis bancaria de 2008.

En territorio europeo, la implosión del sector financiero de Islandia hace cinco años ha finalizado con algunas de las sentencias más importantes, incluida la del expresidente de la entidad bancaria Glitnir, que fue condenado a prisión.

En Alemania y Países Bajos también se han producido, de manera aislada, condenas de directivos, y algunos casos relevantes pudieron materializarse. La cúpula ejecutiva al completo del banco alemán HSH Nordbank está siendo juzgada por las decisiones tomadas en el transcurso de la crisis.

Pero en Reino Unido, donde Royal Bank of Scotland y Lloyds fueron rescatados con un coste de 66.000 millones de libras (78.500 euros), ningún alto cargo bancario ha sido acusado de delito alguno.

Tres ejecutivos de la entidad irlandesa Anglo Irish Bank serán juzgados en 2014, cinco años después de que la investigación al banco comenzara, mientras que en España, unas 100 personas están siendo investigadas por los tribunales por dejar las entidades arruinadas tras la explosión de la burbuja inmobiliaria, aunque ninguna ha sido procesado aún.

El hecho de que se produzcan tan pocas condenas se origina en parte en que, en algunos países, las leyes que podrían haberse aplicado contra tales delitos simplemente no existen.

El ministro de Finanzas de Reino Unido, George Osborne, dijo en julio que adoptaría las recomendaciones realizadas por un influyente grupo de parlamentarios de que los banqueros deberían afrontar la pena de cárcel por un nuevo delito de "conducta imprudente en la gestión de un banco".

"El regulador debería considerar responsable a la gente de manera personal por sus decisiones. Tienen que tener miedo al regulador, lo que desde luego no ocurrió en el pasado", dijo Mark Garnier, un diputado conservador de la Comisión Parlamentaria de Normas Bancarias.

En Estados Unidos, los fiscales siguen buscando nuevas estrategias para incriminar a banqueros de Wall Street que concedieron las hipotecas basura que iniciaron la crisis financiera, incluyendo el uso de una vieja ley que pretende castigar a aquellas personas de defraudar en banca minorista.

La tentativa de Reino Unido de crear una ley "anti-imprudencias" permitiría, en teoría, castigar a grandes banqueros por tomar decisiones fallidas. Pero demostrar que esas decisiones fueron imprudentes entonces podría ser difícil.

"Las reuniones de los consejos (de administración) se registran cuidadosamente y por tanto podría haber pruebas detalladas, pero por muy imprudente que parezca alguien a toro pasado, ¿puede esto mantenerse en un juzgado?", dijo Gregg Beechey, socio londinense del bufete SJ Berwin. "No llevarías a todo el consejo a votar una adquisición si esta no fuera razonablemente convincente en ese momento".

El enfoque de los reguladores estadounidenses desde la crisis ha reflejado parte de estos desafíos. Aunque el supervisor bursátil Securities and Exchange Commission (SEC) ha acusado a más de 150 firmas e individuos en relación con la crisis financiera, los detractores señalan que no ha perseguido los suficiente a los ejecutivos bancarios de mayor rango.

"Vamos hacia donde nos llevan las pruebas", dijo en el pasado el exdirector del departamento que vela por el cumplimiento de la ley en la SEC, Robert Khuzami, explicando que no se puede presentar cargos contra alguien simplemente por un "mal juicio".

Lo que se percibe como una falta de voluntad política en algunos países para ir tras empresas y banqueros también podría empañar casos futuros.

A pesar del alto coste de los rescates, en España, por ejemplo, los políticos de los principales partidos han evitado pedir investigaciones sobre distintos bancos fallidos, como ocurrió en Reino Unido después de que el Gobierno británico se viese ante una fuerte presión pública con motivo de la crisis.

"(En España) es más la ausencia de voluntad de llevar estos casos que la falta de instrumentos, ya que algunos casos podría probarse sin gran dificultad", dijo Juan Torres, profesor de Economía en la Universidad de Sevilla, quien agregó que algunos estaban relacionados con claros ejemplos de fraude.

En su defecto, las demandas de clientes y grupos de activistas han llevado a la Audiencia Nacional a investigar varios colapsos bancarios como el de Bankia, que fue rescatada en 2012 menos de un año después de salir a bolsa.

La frustración por el lento avance de los procesos probatorios en España está llevando a algunos grupos activistas a considerar hacer lobby en Naciones Unidas para conseguir que incluyan los delitos económicos como crímenes contra la humanidad, aunque admiten que conseguirlo sería muy difícil.

En los últimos cinco años, el foco de las persecuciones legales a grandes banqueros aún no ha aumentado. Sin embargo, algunos discuten que la vida de los altos cargos es mucho más difícil de lo que era, en parte, porque ciertos países persiguen otras líneas de acción.

"Los instrumentos regulatorios pueden ser más poderosos que las leyes penales, aunque otro asunto es si esto es lo que la gente quiere", dijo Beechey de SJ Berwin.

"Existe la sensación de que los reguladores pueden hacer algo sin determinar la carga de la prueba y desde luego están esforzándose cada vez más en perseguir a altos gestores".

Los bancos europeos prestos a nuevos reembolsos

BERLÍN.- Unos 3.116 millones de euros serán devueltos al Banco Central Europeo (BCE) en la semana que comienza pasado mañana por los bancos europeos que recibieron préstamos de emergencia 2011 y 2012. 

De acuerdo con las estimaciones del banco emisor esos movimientos anticipados a la fecha marcada, desaceleran el ritmo de disminución del exceso de liquidez del sistema bancario de la región. La rebaja del abundante monto monetario, que se situó en cantidades por encima de lo necesitado por los bancos para cubrir sus operaciones, es un factor que ha dirigido los tipos del mercado monetario hacia el nivel principal de refinanciación del BCE en las últimas semanas.

Hace unos días el presidente del BCE, Mario Draghi, comentó que el reciente aumento de esas tasas es justificado. Analistas consideraron que esa opinión de Draghi es contraria a la emitida con anterioridad cuando expresó que el ente emisor europeo estaba listo para bajar tipos o inyectar más dinero en la economía de la zona euro de ser necesario para reducir los tipos del mercado monetario.

Los bancos europeos recibieron del BCE más de un billón (millón de millón) de euros en préstamos a pagar en tres años en dos tramos en diciembre de 2011 y febrero de 2012. El primero plazo vence en enero de 2015.

Esas agencias tienen ahora la opción de reembolsar los préstamos de forma anticipada, y ya devolvieron casi una cuarta parte de los fondos.

Para el próximo miércoles 18 se espera que dos bancos reembolsarán 741 millones de euros, mientras otros tres pagarán 2.375 millones.

En agosto los bancos comerciales de la zona euro reintegraron 716 millones de euros correspondientes a las dos subastas realizadas en diciembre de 2011 y febrero de 2012.

Las políticas de ajustes en Europa traerán más pobreza

BRUSELAS.- Las políticas de ajuste económico impuestas desde Berlín y Bruselas a los países de la Eurozona pueden generar entre 15 y 25 millones de pobres de aquí a 2025, según cálculos de la Ong española Oxfam. Si esos vaticinios se cumplen se ratifican las opiniones de analistas y economistas que rechazaron los rescates financieros y las condiciones bajo las cuales la llamada troika hizo las ofertas.

También serán válidos los justos reclamos de las protestas populares contra las exigencias del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, esa troika de prestamistas internacionales de las naciones europeas.

España, Grecia, Portugal, Italia, Irlanda y Chipre han sido víctimas de una fórmula aplicada por primera vez en mayo de 2010, tras conocerse la compleja situación económica de Atenas, que al borde la quiebra accedió a "un generoso monto" para evitar su caída.

Desde entonces se estableció que cualquier nación en riesgo, perteneciente a la Eurozona, podría acceder al aporte de fondos para evitar el derrumbe de la economía europea siempre que cumpliera con una serie de requisitos.

Dichas ayudas no eran simples donaciones, pues la troika exigía garantía de pago, lo que lógicamente complicó a las naciones europeas.

Ejemplo de eso son los compromisos asumidos por Grecia para recibir el rescate: aumento del impuesto al valor agregado, rebaja de las pensiones, despidos masivos de funcionarios públicos, pérdida de poder adquisitivo de la población y cierre de negocios.

El citado informe de Oxfam asegura que las políticas de austeridad tienen como efecto agravar la pobreza y las desigualdades, pues con ellas solo se beneficia el 10 por ciento de la población, las capas más ricas.

Las estadísticas publicadas en los últimos años por la Comisión Europea ratifican esa aseveración y demuestran un aumento de la desigualdad en casi todo el continente, pero principalmente en los países que más están ajustando sus economías mediante un rescate.

Según las estimaciones de Oxfam Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia podrían convertirse, en algunos de las naciones más desiguales del mundo.

Apunta esa ong que a finales de 2011, unos 120 millones de europeos vivían en la pobreza, considerado como tal por Bruselas a quien ingresa menos del 60 por ciento del salario medio de su país.

A partir de ahí el informe plantea que si la política económica del bloque no cambia, esa cifra aumentará hasta 146 millones de personas en poco más de una década, convirtiendo en pobre a la cuarta parte de la población de la Unión Europea.

Tan es así que Oxfam critica los ajustes y la forma de aplicarlos, además acusa a los gobiernos de recortar los programas de beneficio para las capas más desfavorecidas, como seguridad social, salud y educación, a la vez que reduce los derechos de los trabajadores y va hacia un modelo fiscal generador de más desigualdad.

Se aprecia en el texto, titulado La trampa de la austeridad, una acusación a la reducción desmedida de la deuda, que además de no reducirla originó millones de desempleados, ya que los adeudos privados de los bancos pasaron al sector público.

Para solucionar tal situación Oxfan propone reestructurar o cancelar la deuda pública, porque "existen alternativas claras a las actuales políticas de austeridad".

La OMC aspira al triunfo en la conferencia ministerial de Bali

GINEBRA.- El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevédo, anunció esta semana que iniciará una etapa intensiva de consultas para asegurar el éxito de la novena conferencia ministerial, prevista para fines de año. El cónclave será del 3 al 6 de diciembre en Bali, Indonesia, y estará presidido por el ministro de Comercio de ese país, Gita Irawan Wirjawan, en momentos en que la economía mundial atraviesa un situación muy difícil y de transformaciones.

Sobre la cita Azevédo aseguró que es de absoluta prioridad dentro de su agenda, por lo que los contactos anunciados se centraran en tres esferas: la facilitación del comercio, el desarrollo y la agricultura.

Comentó que en el contexto actual muchas economías, en particular las industrializadas, luchan todavía por recuperarse de los efectos de la crisis económica, de ahí que los retos para el desarrollo son enormes.

Para el recién estrenado directo general de la OMC, la función de la entidad es sumamente importante, pues el sistema multilateral de comercio es la mejor defensa contra el proteccionismo y el motor más potente para encarrilar al crecimiento, la recuperación y el desarrollo.

En tal sentido, Azevédo reconoce la inmovilidad de la OMC y la necesidad de restaurar la confianza y la fe en sus funciones y mecanismos a favor del comercio mundial.

En su opinión, es esencial inyectarle nueva vida a las negociaciones de la paralizada Ronda de Doha, y así enviarle al mundo un mensaje claro e inequívoco de que la OMC es capaz de lograr acuerdos comerciales multilaterales.

Significa entonces que es vital el éxito de la Conferencia Ministerial de Bali, lo cual traería enormes beneficios al impulsar el comercio multilateral en un momento decisivo para la economía mundial.

De acuerdo con Azevédo un triunfo allí aportaría grandes ganancias, pero un fracaso tendría consecuencias aún mayores, ya que acentuaría la percepción negativa actual y pondría en peor situación a las economías más pequeñas y más vulnerables.

Alcanzar un comercio inclusivo con oportunidades para todas las naciones es urgente frente al proteccionismo, lo cual sería el mecanismo de solución de diferencias en el mercado internacional marcado hoy por la crisis económica, financiera, energética y alimentaria.

Los miembros de la OMC, que fijan las reglas del comercio mundial, iniciaron las negociaciones de la Ronda de Doha durante una cumbre en Qatar en 2001, con el objetivo de abrir los mercados y suprimir las barreras comerciales, las subvenciones y las tasa excesivas.

Pero las conversaciones se paralizaron rápidamente, debido en parte a las discrepancias entre China, la Unión Europea, India y Estados Unidos.

Según las previsiones los intercambios comerciales crecerán este año un 2,5 por ciento, mientras para 2014 serán menores que los augurados, con una nueva proyección de 4,5 por ciento ante el 5,5 por ciento estimado con anterioridad.

La causa principal de esta rebaja está en los incumplimientos económicos de la Unión Europea, que comenzó a recuperarse durante el segundo trimestre de este año, con atisbos de mejoras reales para el tercer trimestre.

España y Chipre, los países de mayor destrucción de empleos en Europa

BRUSELAS.- España y Chipre son los dos países de la Unión Europea donde más se redujo el empleo durante el segundo trimestre de este año, de acuerdo con la oficina de estadísticas comunitarias, Eurostat. Chipre registró en ese período una reducción del 2,1 por ciento en el número de personas empleadas, mientras España se anotó una baja del 0,5 por ciento.

De forma general la ocupación dentro de la Unión Europea (UE) se mantuvo estable, en tanto en los países del euro ese indicador cayó en 0,1 por ciento.

También registraron pérdidas de puestos laborales Holanda, Eslovenia y Eslovaquia, mientras Estonia, Lituania, Portugal y Luxemburgo tuvieron incrementos en la generación de trabajos.

En comparación con igual período del 2012, la ocupación cayó un uno por ciento en la Eurozona y 0,4 por ciento en la UE, sin contar entre los países miembros a Croacia, que se incorporó a la UE el pasado julio.

Así, las mayores caídas en la ocupación en términos interanuales se produjeron en Chipre (6,1 por ciento), Grecia (4,3), España (3,7) y Portugal (4,0), en tanto creció en Malta (3,6), Estonia (3,0), Luxemburgo (1,7) y República Checa (1,3).

La Comisión Europea advirtió recientemente que la cifra de desempleo en la región continúa siendo alarmante y el número de parados se ubica en 26,6 millones de personas (19,2 millones en la Eurozona), razón por la que recomendó a las naciones del viejo continente poner en práctica medidas para dinamizar el mercado laboral.

Dicho organismo señaló, además, que las cifras de desempleo juvenil siguen muy elevadas, y que la cantidad de europeos menores de 25 años sin trabajo asciende más de cinco millones y medio.

En una cumbre celebrada en junio último, los líderes de la UE acordaron ampliar la Iniciativa de Empleo Juvenil a ocho mil millones de euros.

Por sectores, el empleo mejoró en la zona del euro en agricultura, ganadería y pesca respecto al anterior trimestre, al tiempo que la construcción tuvo la mayor baja, seguida de la industria, manufactura, transportes, comercio y restauración.

De Guindos niega presiones de la Unión Europea para prorrogar el rescate bancario

VILNA.-   El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha negado este sábado que la UE esté presionando al Gobierno español para que acepte una prórroga del rescate bancario, que expira a finales de año, y ha sostenido que España no necesita más ayuda europea porque se financia sin dificultades en los mercados.

   "No tengo presiones de ningún tipo", ha asegurado Guindos en rueda de prensa al término de la reunión informal de ministros de Economía de la UE. El ministro espera que en la reunión del Eurogrupo de noviembre, en la que se discutirá el futuro del rescate español, se decida dar por terminado el programa de ayuda.
   En contraste, la Comisión Europea no descarta "algún tipo de acompañamiento" tras el final del programa por si surgen nuevas necesidades en la banca tras la nueva ronda de test de estrés que realizará el Banco Central Europeo (BCE) en verano de 2014, según fuentes europeas.
   "Las instituciones comunitarias tienen que estar satisfechas de que el programa de asistencia bancaria a España haya funcionado", ha replicado Guindos al ser preguntado por estas dudas, que según ha dicho ningún responsable europeo le ha hecho llegar de forma oficial.
   En su opinión, España no necesita "en absoluto" ningún tipo de ayuda de la UE tras el fin del rescate porque "se está financiando en los mercados". 
"Y se está financiando habiendo cubierto más del 80%, e incluso con la posibilidad de sacar nuevos instrumentos de deuda a más largo plazo, y lo está haciendo a tipos de interés que son especialmente reducidos", ha apuntado.
   La situación, ha sostenido el ministro de Economía, es "completamente distinta" a la del verano de 2013, cuando España pidió el rescate, porque entonces "el Tesoro español tenía unas condiciones de acceso a los mercados extremadamente difíciles", con una prima de riesgo sobre los 600 puntos y "enormes dudas sobre la solvencia, las provisiones y el capital de los bancos españoles".
   Estas dudas, en gran parte "injustificadas", se han resuelto, y el análisis de los balances bancarios españoles que se hizo el año pasado para pedir el rescate servirá de "modelo" a la evaluación de activos del Banco Central Europeo, ha destacado Guindos. "Hoy los bancos españoles tienen mucho más capital, muchas más provisiones para hacer frente a los activos problemáticos y se ha creado el banco malo que ha supuesto un alivio", ha indicado.
   Tras el final del rescate sólo quedará, según Guindos, la supervisión reforzada por parte de Bruselas prevista en la legislación europea hasta que se devuelva el 75% del crédito. "Los países que dejan atrás el programa, y yo estoy convencido de que España va a dejar atrás su programa, tienen posteriormente de acuerdo con la legislación comunitaria una serie de obligaciones de información", ha explicado.
   La situación de España tampoco es equiparable, según Guindos, a la de Irlanda y Portugal, que también saldrán próximamente del rescate. Dublín se plantea pedir una línea de crédito preventiva, mientras que en el caso de Lisboa todavía no está claro si hará falta un segundo rescate. España apoyará lo que los dos países pidan en el Eurogrupo.

Cinco años sin Lehman Brothers, cinco grandes promesas de la banca sin cumplir

MADRID.- Lehman Brothers ha quebrado. Esta noticia corrió como la pólvora en la noche entre el 14 y 15 de septiembre de 2008 por todo el planeta. Se trataba de uno de los bancos de inversión más importantes y, tal vez, el que mayores interconexiones con otras entidades tenía. La decisión del Gobierno de George Bush, en plena campaña electoral contra Barack Obama, de dejar caer la entidad tenía una intención ejemplarizante. "Aquí los contribuyentes no van a pagar más los excesos de la banca". Un mensaje directo a Wall Street tras la mala prensa que había generado la concesión de ayudas a Bearns Stearns y Merrill Lynch, entre otros.

Apenas necesitaron unas horas para darse cuenta de la magnitud de su error. El tiempo que la onda expansiva financiera tardó en llevarse por delante a la mayor aseguradora del mundo, AIG y la principal caja de ahorros estadounidense Washington Mutual. El Estado salió a su rescate. Tras ellas, y como si fueran fichas de dominó, vendría la gran mayoría de los bancos estadounidenses y europeos. Una partida maldita que todavía se sigue jugando hoy, cinco años después, en lugares como España donde la reestructuración del sistema financiero y el rescate de bancos siguen sin terminarse.
Evitar que eso volviera a ocurrir fue el principal objetivo desde el crash de 2008. El que llevó a los principales gobernantes del planeta a reunirse en un G20 que se celebró en Washington apenas un mes después de la catástrofe y en la gran cumbre de abril en Londres que continúo luego en septiembre en Pittsburgh. Fue allí donde comenzaron las promesas. La primera, reformar los mercados. El resto llegaría en posteriores citas: no más bancos débiles. Se acotó la lista de bancos demasiado grandes para caer, que estarían bajo vigilancia extrema. Máximo control para el mercado de productos financieros derivados de alto riesgo. Lucha para erradicar los paraísos fiscales. Lección correctora para las 'inconscientes' agencias de rating.
Cinco años después, se ha comprobado que esos propósitos de enmienda están teniendo la misma consistencia que las promesas de los amores de verano al caer el mes de septiembre. Estas fueras las principales iniciativas y sus mediocres resultados.
1. Reforzar la salud financiera de los bancos.
Es, sin duda, la promesa en la que más se ha avanzado. "En este sentido las cosas se están haciendo bien. Se ha exigido mucho más capital a los bancos, se está controlando la liquidez, se hacen test de estrés para controlarlos... Pero transformar el sistema financiero no es fácil. Se necesita tiempo", asegura David Cano, director del servicio de estudios de AFI.
El origen de estas reformas estuvo en la aprobación en EEUU de la Ley Dodd-Frank, un amplio conjunto de normas, que pretendía sentar las bases de un sistema financiero más controlado, con más protección del pequeño inversor, con la separación de las actividades de banca minorista de las de banca de inversión. Cinco años después, su avance es muy lento, sólo funciona el 40%. Pero lo más grave es que ya se está cuestionando su efectividad y son cada día más los expertos que piden una relajación de las mismas. ¿El motivo? Como suele ocurrir en economía, lo que es bueno para una cosa no siempre lo es para otra.
"Algo en esta regulación no funciona. No tiene ningún sentido que de cada 10 empresas que quiebran en 2013, las diez lo hacen por falta de liquidez y no porque sus negocios vayan mal", advierte Manuel Romera, director del sector financiero del IE Business School. Lo que ocurre es que los bancos se han atrincherado en el cumplimiento de estos nuevos requerimientos de capital y han cerrado el grifo del crédito, ahogando la economía real. ¿Las razones? "Nos hemos dado cuenta de que bancos sin riesgo y crecimiento económico son dos objetivos incompatibles", asegura Cano.
Mientras, los más veteranos de Wall Street sostiene que habría que ser incluso más duros, ya que los bancos son demasiado grandes, están demasiado endeudados e interconectados, por lo que los riesgos anteriores a Lehman todavía persisten. Así que el enfrentamiento está sobre la mesa. ¿Seguirá la regulación financiera adelante o se sacrificará en aras del deseado crecimiento económico? ¿Quién pagará los excesos en el futuro, los accionistas (bail-in) o de nuevo los contribuyentes ( bail-out)? "Como siempre en economía, se tratará de buscar el equilibrio, un término medio", asegura Romera.
2. Evitar bancos demasiado grandes para caer.
Una de las frases que más resonó entre los rescoldos de Lehman Brothers fue: "Too big to fail" (Demasiado grandes para quebrar). Se refería a esas entidades financieras que era tan grandes que ni siquiera los estados podían rescatar y que desde entonces se está sometiendo a un control máximo. Al menos ese era uno de los objetivos de la regla Volcker propuesta por Barack Obama en 2010. Eso en teoría, claro, puesto que tras la quiebra de numerosas pequeñas entidades, la realidad en España y en todo el mundo es que los bancos que han sobrevivido a Lehman son hoy incluso más grandes que hace cinco años y la legislación Volcker que proponía su redimensionamiento todavía no es más que una inmensa montaña de folios.
"En realidad hablar de bancos demasiado grandes para caer es un engaño. Lo que hay que atacar no es el tamaño, es la toma de decisiones y cómo actúan los que están a la cabeza de los bancos", explica Javier Flores, director del servicio de estudios de Asinver. "No puede ser que quienes están al frente de un banco sepan que hagan lo que hagan y tomen los riesgos que tomen eso no va a tener consecuencias porque siempre estará detrás un Estado que los rescate. Eso es lo que hay que cambiar, que asuman sus errores y sus riegos", insiste.
El reto no parece fácil, porque esos bancos además de grandes son muy poderosos. Según un estudio de la profesora Kimberly Krawiec, de la Universidad de Duke, citado por la agencia Bloomberg, los lobbys de la banca organizaron más de 700 reuniones y enviaron más de 18.000 cartas para frenar en EEUU la reactivación de la Ley Dodd-Frank y la regla Volker. Un esfuerzo que no ha sido en vano ya que la legislación sigue sin aprobarse.
3. Más control al mercado de derivados.
Complicados productos financieros enmascarados en derivados cuyo funcionamiento apenas conocían unos pocos. Bancos que jugaban al casino bursátil con el capital de sus clientes sin autorización de estos. Inversiones de altísimo riesgo. Tras el crash de Lehman, los mandatarios mundiales prometieron acabar con lo que se llamó la Economía de Casino. Cinco años después, los excesos continúan. "Se culpa al mercado de derivados. Pero la culpa está en cómo se utiliza. Sólo una de cada 10 operaciones que se hacen en este mercado es para cubrir riesgos de una transacción real. Las nueve restantes son especulación pura y dura", explica el profesor Romera.
Esto podría acabar si la regulación prohibiera que estos productos se puedan liquidar sin tener el producto real con el que se está comerciando: ya sea petróleo, zumo de naranja, o incluso hipotecas. "Pensar que eso vaya a ser así es utópico. Ni siquiera existe un regulador con capacidad supranacional para poder hacerlo", dice Romera.  Y los grandes bancos siguen apostando por el riesgo, aunque a veces pierdan como le ocurrió el año pasado a JP Morgan que tuvo que anunciar 6.200 millones de dólares en pérdidas por apuestas demasiado arriesgadas en el mercado de derivados.
4. Acabar con el excesivo poder de las agencias de rating.
Que las agencias de rating calificaban a Lehman Brothers como una entidad de alta solvencia hasta el momento en que se declaró su quiebra se ha convertido casi en leyenda urbana. Este fue solo uno de sus clamorosos errores durante los años de la burbuja. Moody's, Standard & Poor's y Fitch fueron señaladas como culpables por no verificar adecuadamente los riesgos del sistema e incluso, de haber ayudado a la gran banca a provocarlos.
En todas las reuniones internacionales se llevan un tirón de orejas y se promete que van a evitar que los errores continúen. Lo cierto, es que cinco años después el poder de las tres grandes sigue tan intocable como en septiembre de 2008. Los bancos centrales siguen exigiendo sus calificaciones para autorizar las operaciones financieras internacionales y el anunciado esfuerzo de la Unión Europa de crear una agencia europea que sirva de contrapeso al dominio norteamericano no parece pasar del papel a la realidad.
5. El final de los paraísos fiscales.
El otro gran cuento de la lechera de estos últimos años ha sido la lucha contra los paraísos fiscales. Eso sí, como ocurre con las agencias de rating, el tema suele salir en la lista de los deberes de cada una de las grandes reuniones financieras internacionales. Pero, a pesar de los titulares, la realidad es que apenas se está luchando contra ellos. "Lo único que se hace es pedir que informen de sus actividades. No se les demandan cambios en sus laxas legislaciones fiscales, ni siquiera se exige una comunicación fluida, sino a requerimiento del país interesado", explica el profesor Romera.
Gracias a ellos, se está desarrollando un fantasma que cada día da más miedo a los expertos internacionales: la llamada banca en la sombra. Es decir, las actividades que las entidades financieras hacen en los mercados de derivados, principalmente, y que canalizan a través de los paraísos fiscales. La opacidad de esas actividades está comenzando a originar tanto miedo que algunos apuntan que puede ser la siguiente burbuja, como explicaba hace unos meses en eldiario.es Susan George, presidenta de Honor de Attac Internacional, al hablar d el riesgo de un próximo Lehman Brothers.
Los expertos consultados, tanto David Cano, como Manuel Romera o Javier Flores, lo descartan. "No hay ningún banco este momento con tanto riesgo como tenía Lehman", sentencia Cano.
Mucho más escéptico se muestra el profesor de Economía Aplicada de Universidad Autónoma de Barcelona y presidente de Justicia y Pau, Arcadi Oliveres. "Lo único para lo que ha servido Lehman ha sido para generar miedo. No se ha reformado el sistema en nada, apenas hay unos parches. Pero todo llegará. Cuando las cosas vayan a peor, que irán, no quedará más remedio que armar una nueva economía", advierte.