ESTRASBURGO.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dicho este jueves que no ve deflación en la eurozona en estos momentos pero se ha declarado preparado para actuar si se materializan los riesgos por la baja inflación y ha subrayado que cuenta con "muchos instrumentos".
Si finalmente el BCE decide poner en marcha una nueva inyección de
liquidez a largo plazo (LTRO, por sus siglas en inglés), Draghi ha
señalado que se tomarán medidas para garantizar que el dinero llegue a
la economía real. Además, ha confirmado que la deuda pública se someterá
a estrés en la nueva ronda de exámenes a la banca.
"No vemos deflación en la eurozona hoy. Nuestra situación es
diferente a la de Japón en los años 90", ha sostenido el banquero
italiano en una comparecencia ante el pleno de la Eurocámara. A su
juicio, las expectativas de inflación a largo plazo están bien ancladas,
la situación de los balances de los bancos y de las empresas privadas
es mejor que la de Japón en aquel momento y el BCE ha inyectado un
fuerte estímulo monetario que también estuvo ausente en el contexto
japonés.
"No obstante, la inflación se mantendrá baja durante un largo
periodo de tiempo y somos muy conscientes de los riesgos a la baja que
esto implica", ha reconocido Draghi. "Estamos preparados para actuar y
somos capaces de actuar, tenemos muchos instrumentos que podemos
movilizar para reaccionar a esta situación", ha insistido.
"Si hacemos otra LTRO, esta vez la situación es completamente
diferente a la de hace dos años y esta LTRO tendrá que estar diseñada
para aumentar la probabilidad de que el dinero llegue a la economía
real", ha avanzado el presidente del BCE.
No obstante, Draghi ha insistido en que "no podemos sustituir a
los Gobiernos en sus políticas de reformas estructurales, que en último
término son las que producen crecimiento sostenible a medio y largo
plazo".
"No podemos sustituir a los bancos si carecen de capital y no
podemos sustituir a sistemas políticos rotos", ha apuntado.
Por lo que se refiere a la deuda pública, el presidente del BCE ha
dicho que es en el comité de Basilea, que reúne a los supervisores
bancarios de todo el mundo, el que debe decidir si en el futuro pasa a
considerarse un activo de riesgo. Pero ha dejado claro que en las
pruebas de resistencia a la banca que llevará a cabo en los próximos
meses "la deuda soberana se estresará como todas las otras categorías en
los balances de los bancos".