ESTRASBURGO.- El Parlamento Europeo ha avisado este jueves
de que el fracaso de las negociaciones para completar la unión bancaria
antes de las elecciones de mayo es una "posibilidad real" ya que su
posición sobre el mecanismo único de liquidación de bancos en crisis
está muy lejos del acuerdo alcanzado por el Ecofin en diciembre.
"La situación actual de las negociaciones no es prometedora
teniendo en cuenta las amplias diferencias entre el Consejo y el
Parlamento, lo que significa que la falta de acuerdo antes de las
elecciones europeas de mayo es una posibilidad real", ha dicho el
Parlamento Europeo en un comunicado después de debatir la cuestión en la
conferencia de presidentes, que reúne a los líderes de todos los grupos
políticos.
La Eurocámara rechaza en particular la decisión del Ecofin de
crear el fondo de liquidación mediante un acuerdo intergubernamental, al
margen de las instituciones europeas y sin control parlamentario. Este
fondo, con el que se financiarán quiebras y reestructuraciones, estará
dotado con 55.000 millones de euros aportados por la banca. Tal y como
quería Alemania, estará dividido en compartimentos nacionales durante un
periodo transitorio de 10 años, tras los cuales se mutualizará por
completo.
"La conferencia de presidentes y el equipo negociador rechazan
firmemente el enfoque del Consejo sobre el mecanismo único de resolución
basado en un acuerdo intergubernamental, dado que socava el método
comunitario y el procedimiento legislativo ordinario", subraya el
comunicado.
Si las negociaciones con el Ecofin no avanzan de forma
constructiva, la Eurocámara amenaza con votar unilateralmente su
posición en pleno, lo que retrasaría el proceso, y por tanto la
finalización de la unión bancaria, hasta la próxima legislatura.
El presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, tiene previsto
enviar el próximo lunes una carta al presidente de la Comisión, José
Manuel Durao Barroso, para hacerle partícipe de sus preocupaciones y
pedirle su mediación.
El mecanismo único de resolución es el segundo pilar de la unión
bancaria y su objetivo es que en el futuro sean los propios bancos y no
los contribuyentes, los que paguen por las crisis. Se pretende así
romper el vínculo entre bancos y Estados y acabar con la fragmentación
financiera de la eurozona.
España considera prioritario completar la unión bancaria antes de
las elecciones a la Eurocámara y el ministro de Economía, Luis de
Guindos, fue junto con sus homólogos de Italia, Francia, Alemania y
Holanda uno de los hacedores del compromiso que ahora rechaza el
Parlamento.
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