PEKÍN.- La contaminación viaja en grandes
cantidades a través del océano Pacífico desde China a Estados Unidos,
según un nuevo estudio que aborda los problemas medioambientales y para
la salud que supone la demanda estadounidense de productos fabricados en
el país asiático.
En algunos días, el sulfato de la quema de combustibles fósiles
que induce a la lluvia ácida puede representar hasta un tercio de la
contaminación por sulfatos en el oeste de Estados Unidos, según
señalaron investigadores chinos y estadounidenses en un informe
publicado por la Academia Nacional del Ciencias de Estados Unidos, una
sociedad sin ánimo de lucro formada por expertos.
Ciudades como Los Ángeles recibían al menos un día extra de
polución al año a partir del óxido de nitrógeno y el monóxido de carbono
procedente de fábricas chinas dependientes de la exportación, dijo.
"Hemos externalizado nuestras manufacturas y buena parte de nuestra contaminación, pero parte de ella nos vuelve a través del Pacífico", dijo el coautor Steve Davis, científico de la Universidad de California Irvine.
En 2006, entre el 17 y el 26 por ciento de varios contaminantes aéreos de China estaban vinculados con la producción de productos para la exportación, según el informe, y una quinta parte de ellos estaban relacionados específicamente con el comercio entre Estados Unidos y China.
Un tercio de los gases de efecto invernadero de China proceden actualmente de las industrias basadas en la exportación, según el instituto Worldwatch, un grupo de investigación medioambiental con sede en Estados Unidos.
Los vecinos de China, como Japón y Corea del Sur, han sufrido regularmente nubes nocivas en las últimas dos décadas, a medida que las regulaciones medioambientales han sido sacrificadas en favor del crecimiento económico e industrial.
Sin embargo, el nuevo informe mostró que muchos contaminantes, incluido el carbón, que contribuye al cambio climático y está vinculado con el cáncer, el enfisema y las enfermedades cardiacas y pulmonares, viajaban grandes distancias a través del llamado viento del oeste.
La contaminación transfronteriza ha sido un tema frecuente en las conversaciones internacionales sobre cambio climático, donde China ha argumentado que las naciones desarrolladas deberían asumir la responsabilidad de una parte de las emisiones de gases de invernadero de China, dado que se originan por la producción de productos demandados por Occidente.
El informe señaló que sus hallazgos mostraban que el comercio debería desempeñar un papel en las conversaciones mundiales para atajar la polución.
"La cooperación internacional para reducir el transporte transfronterizo de la contaminación del aire debe afrontar la cuestión de quién es responsable de las emisiones en un país durante la producción de productos que se consumen en otro", dijo.
La calidad del aire está incrementando las preocupaciones de los líderes chinos, obsesionados con la estabilidad y ansiosos con apagar potenciales disturbios a medida que su población urbana se muestra contraria a un modelo económico de crecimiento a cualquier coste que ha envenenado buena parte del aire, el agua y el suelo del país.
Las autoridades han invertido en varios proyectos para combatir la contaminación, pero ninguno de ellos ha funcionado hasta ahora.
"Hemos externalizado nuestras manufacturas y buena parte de nuestra contaminación, pero parte de ella nos vuelve a través del Pacífico", dijo el coautor Steve Davis, científico de la Universidad de California Irvine.
En 2006, entre el 17 y el 26 por ciento de varios contaminantes aéreos de China estaban vinculados con la producción de productos para la exportación, según el informe, y una quinta parte de ellos estaban relacionados específicamente con el comercio entre Estados Unidos y China.
Un tercio de los gases de efecto invernadero de China proceden actualmente de las industrias basadas en la exportación, según el instituto Worldwatch, un grupo de investigación medioambiental con sede en Estados Unidos.
Los vecinos de China, como Japón y Corea del Sur, han sufrido regularmente nubes nocivas en las últimas dos décadas, a medida que las regulaciones medioambientales han sido sacrificadas en favor del crecimiento económico e industrial.
Sin embargo, el nuevo informe mostró que muchos contaminantes, incluido el carbón, que contribuye al cambio climático y está vinculado con el cáncer, el enfisema y las enfermedades cardiacas y pulmonares, viajaban grandes distancias a través del llamado viento del oeste.
La contaminación transfronteriza ha sido un tema frecuente en las conversaciones internacionales sobre cambio climático, donde China ha argumentado que las naciones desarrolladas deberían asumir la responsabilidad de una parte de las emisiones de gases de invernadero de China, dado que se originan por la producción de productos demandados por Occidente.
El informe señaló que sus hallazgos mostraban que el comercio debería desempeñar un papel en las conversaciones mundiales para atajar la polución.
"La cooperación internacional para reducir el transporte transfronterizo de la contaminación del aire debe afrontar la cuestión de quién es responsable de las emisiones en un país durante la producción de productos que se consumen en otro", dijo.
La calidad del aire está incrementando las preocupaciones de los líderes chinos, obsesionados con la estabilidad y ansiosos con apagar potenciales disturbios a medida que su población urbana se muestra contraria a un modelo económico de crecimiento a cualquier coste que ha envenenado buena parte del aire, el agua y el suelo del país.
Las autoridades han invertido en varios proyectos para combatir la contaminación, pero ninguno de ellos ha funcionado hasta ahora.
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