LISBOA.- El "número dos" del Ejecutivo portugués, Paulo Portas,
aseguró hoy que la crisis política registrada en el mes de julio con su
anuncio de dimisión tuvo efectos positivos y acabó por reforzar la
unidad de la coalición gubernamental.
En declaraciones a los periodistas antes de comenzar el congreso de
su partido, el democristiano CDS-PP, Portas defendió su actuación en
aquel episodio, cuando afirmó que su decisión de abandonar el Gobierno
era "irrevocable" pero terminó dando marcha atrás tras ganar peso en su
seno.
El riesgo de que la alianza entre los dos partidos conservadores que
conforman el Ejecutivo portugués se rompiera provocó la inmediata
reacción de los mercados, que exigieron mayores intereses para comprar
deuda soberana del país, lo que también generó fuertes críticas hacia
Portas.
"Lo cierto es que la crisis fue superada, y a mi modo de ver, el
Gobierno está más fuerte ahora y la economía también se beneficia de
eso", argumentó.
Portas, que además de viceprimer ministro es el líder del CDS-PP (el
partido con asiento en el Parlamento escorado más a la derecha del
espectro político), insistió en que no actuó "por capricho o por
enfado".
"El partido debe saber únicamente que hice lo que hice como último
recurso, por entender que si nada se hacía, podía deteriorarse nuestra
coalición y se corría el riesgo de lo que es esencial para todos: tener
un Gobierno capaz de vencer el rescate", aseveró.
Su anuncio de dimisión, justificada entonces por divergencias de
cariz estratégico con el primer ministro, Pedro Passos Coelho (líder a
su vez del también gobernante Partido Social Demócrata), derivó en una
negociación que otorgó al CDS-PP más poder dentro del Ejecutivo.
De hecho, Portas ascendió a "número dos" al ser nombrado viceprimer
ministro -cargo que no existía en Portugal desde hacía tres décadas-, y
otro democristiano, António Pires de Lima, fue elegido nuevo ministro de
Economía.
Hoy, Portas insistió en que el anuncio de su dimisión pretendía poner
de relieve "que el Gobierno necesitaba asumir un nuevo ciclo y una
nueva fase más virada hacia la economía, las empresas y el empleo, con
mayor equilibrio entre lo financiero y lo económico, y también con mayor
cohesión entre los socios" de la coalición.
La crisis política del pasado verano fue el momento de mayor tensión
que ha vivido la alianza gubernamental desde que los socialdemócratas y
los democristianos decidieran sumar fuerzas en junio de 2011, después de
las elecciones legislativas que desbancaron a los socialistas del poder
tras seis años en el Ejecutivo.
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