MADRID.- El Grupo Unidos por el Canal, liderado por
Sacyr y encargado de las obras de ampliación del Canal de Panamá, y la
Autoridad que gestiona esta infraestructura cuentan aún con una semana
para buscar una solución negociada a la falta de liquidez que sufre el
proyecto y evitar así la suspensión de los trabajos.
El pasado 1 de enero el consorcio de empresas que ejecuta la obra
advirtió de que suspenderá los trabajos el próximo 20 de enero en caso
de que la Autoridad del Canal (ACP) no solvente los problemas de
liquidez que padece y les reconozca los sobrecostes que aseguran acumula
la obra, que estiman en unos 1.200 millones de euros.
Tras la mediación de la ministra española de Fomento, Ana Pastor, y del
presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, las constructoras y la
Autoridad del Canal emprendieron el pasado partes una negociación que
aún sigue abierta con el fin de lograr un acuerdo que garantice la
culminación del proyecto.
Hasta el momento, la eventual solución al conflicto pasa por que
ambas partes efectúen una aportación de fondos conjunta. No obstante,
discrepan sobre las cantidades a desembolsar.
La Autoridad del Canal propone contribuir con 100 millones de
dólares (unos 73 millones de euros) y que el consorcio realice una
aportación similar. Además, está dispuesta a dar más tiempo a las
constructoras para que devuelvan los anticipos concedidos con
anterioridad.
De su lado, el consorcio solicita de la ACP un anticipo de 400
millones de dólares (293 millones de euros), si bien uno de los socios
del grupo, la constructora italiana Salini Impregilo, ha planteado a
título individual dos alternativas para solventar el bloqueo del
proyecto.
Por un lado, solicita a la Autoridad que adelante los 1.000
millones de dólares (unos 735 millones de euros) que estima necesarios
para garantizar la culminación del proyecto, o bien que anticipe 500
millones (unos 367 millones) en tanto se resuelven las reclamaciones por
sobrecostes cursadas por el consorcio.
Las dos partes coinciden, no obstante, en cursar las demandas por
sobrecostes a través de las instancias arbitrales previstas en el
contrato y en su voluntad de seguir negociando.
Pese a ello, la ACP ya ha manifestado su capacidad para asumir la
ejecución del proyecto al margen del actual consorcio
adjudicatario, que está asegurado por la firma Zurich, y cuenta con un
contra aval por parte del Estado español a través de la sociedad pública
Cesce. De hecho, mañana lunes la Autoridad mantiene una reunión con la
aseguradora.
El consorcio integrado por Sacyr, la italiana Impregilo, la belga
Jan de Nul y la panameña Cusa se adjudicó en julio de 2009 y por 2.300
millones de euros la que está considerada como la mayor obra de
ingeniería civil de la historia, la construcción de un nuevo juego de
esclusas en el Canal de Panamá.
Esta obra presenta un grado de ejecución próximo al 70% y su
ejecución está actualmente previsto que culmine en el primer semestre de
2015, frente a la fecha de agosto de 2014 inicialmente fijada.
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