lunes, 20 de enero de 2014

Recursos escasos, estancamiento y cambio climático, riesgos para la economía

LONDRES.- La escasez de recursos, el estancamiento económico y el cambio climático global lideran por primera vez la clasificación del ranking 'Riesgos Extremos' elaborado por Towers Watson, que categoriza acontecimientos excepcionales que tendrían un gran impacto en el crecimiento económico global y la rentabilidad de los activos si se produjeran.

   Tras liderar los rankings de 2009 y 2011, la depresión ha descendido tres puestos y deja la primera posición a la escasez de recursos, entendida como una crisis de alimentos, agua o energía, que asciende diez posiciones respecto a 2011. Por su parte, el cambio climático sube del quinto al tercer puesto.
El impago de la deuda externa y la crisis de seguros, segundo y octavo riesgos más importantes en 2011, han caído cinco puestos, hasta el séptimo y el décimo tercero. Además, el riesgo de una crisis de divisas ha bajado del quinto al octavo puesto y de una crisis bancaria, del cuarto al sexto.
   Entre los que debutan por primera vez entre los 15 riesgos que identifica el ranking se encuentran el estancamiento económico, el fracaso de medicamentos, la contaminación nuclear, la longevidad extrema y el terrorismo.
   Por el contrario, han abandonado el top 15 este año la desaparición del euro, la hiperinflación, la crisis política, la llegada de una gran guerra, el fin del sistema monetario (papel/plástico) y la pandemia asesina.
   "Ha habido un alto nivel de rotación en el top 15 de este año. Esto se debe en gran parte a que hemos expandido nuestro análisis sobre los riesgos no financieros extremos, de modo que ahora tenemos una lista completa de 30", explica el director de 'Thinking Ahead Group' de Towers Watson, Tim Hodgson.
   En este sentido, añade que a priori es bueno ver la pandemia asesina y la llegada de una gran guerra caer fuera del top 15, aunque advierte de que hay que tener en cuenta que están sólo por debajo de la línea de corte (en el 17 y 18 respectivamente).
   De los nuevos ingresos en las primeras posiciones, incide en el terrorismo y la longevidad extrema, que suben en la clasificación, ya sea por su evaluación de que es más probable (un gran ataque terrorista en lugar de la III Guerra Mundial) o por una menor incertidumbre sobre el impacto (la longevidad extrema frente a la pandemia asesina).
   "Esto ilustra el desafío al que se enfrentan los inversores institucionales sobre cómo deberían realmente adaptarse a las evaluaciones cambiantes de los riesgos extremos. Sugerimos dar prioridad a los 'pre mortems', a tratar de determinar de antemano lo que podría coloquialmente "matarte", es decir, aquellos riesgos extremos que de ocurrir supondrían poner en peligro permanentemente la misión de un inversor", añade.

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