FRANCFORT.- Uno de los cuatro países de la eurozona que
han recibido hasta la fecha un rescate por parte de la Unión Europea y
el Fondo Monetario Internacional (FMI)--Grecia, Irlanda, Portugal y
Chipre-- proporcionó información "engañosa" a la troika, según ha
reconocido el Banco Central Europeo (BCE).
"En algunos casos, la información era incompleta y en particular
en un país, incluso engañosa al comienzo del programa", sostiene la
entidad presidida por Mario Draghi en un cuestionario formulado por el
Parlamento Europeo para evaluar las labores de la troika.
En este sentido, el BCE explica que, a consecuencia de esta
circunstancia, algunas partes del conjunto de información fueron
sustancialmente revisadas o mejoradas.
Respecto a la implementación de sus respectivos rescates, la
institución considera que "en términos generales" los países han
registrado "sustanciales progresos" en el ajuste de sus economías,
aunque señala la existencia de retrasos en su puesta en marcha y el
efecto negativo sobre la efectividad de algunas medidas por la fuerte
resistencia.
De este modo, el BCE considera que aún persisten importantes
desafíos, por lo que recomienda perseverar en la consolidación fiscal
para corregir los desequilibrios excesivos, así como acelerar la reforma
de los mercados de productos y servicios, permitiendo la apertura de
sectores profesionales regulados y la entrada de competidores
extranjeros.
"Esto es crucial, porque necesitamos precios más bajos y mejorar
la productividad para aumentar el poder de compra y la competitividad",
apunta el BCE, que advierte de que "sin estas reformas los salarios
reales y el empleo continuarán siendo demasiado bajos durante demasiado
tiempo".
Asimismo, la entidad ve necesario en algunos casos una
aproximación "más proactiva" por parte de los gobiernos nacionales para
mejorar la lucha contra la evasión fiscal y la corrupción, incluyendo
reformas del sistema judicial.
Por otro lado, el BCE defiende que la decisión final sobre las
medidas concretas adoptadas a nivel nacional por los países rescatados
"corresponde a los Estados miembros en función de sus respectivas
exigencias constitucionales".
En este sentido, la entidad explica que los Estados afectados
asumen la responsabilidad de los compromisos adoptados en el memorándum
de entendimiento (MoU) y a ellos corresponde asegurarse de si es posible
implementarlos dentro de sus respectivos marcos legales.
Por otro lado, el BCE recuerda que mantiene contactos regulares
tanto por carta como de forma oral, en público y en privado, con los
gobiernos nacionales y otras instituciones europeas, donde manifiesta su
opinión sobre los desarrollos económicos y monetarios.
Además, la entidad presidida por Mario Draghi sostiene que si la
UE y el FMI no hubieran proporcionado asistencia financiera a estos
países probablemente se habría llegado a una situación que finalmente
requiriese de mayores sacrificios económicos y sociales y con efectos
imprevisibles sobre el resto de países de la eurozona.
"Probablemente habría llevado a un impago desordenado y a
tensiones financieras en el país afectado", señala el BCE, que advierte
de que el sistema bancario doméstico "habría llegado a ser ilíquido y
con la mayor probabilidad insolvente".
"Por otra parte, habría habido efectos contagio impredecibles a
otros países de la zona euro y sus respectivos sistemas bancarios,
amenazando la estabilidad de la eurozona en su conjunto", añade.
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