BERLÍN.- El ministro de Finanzas germano, Wolfgang
Schäuble, se ha marcado como objetivo que Alemania tenga un
endeudamiento cero para 2015, en base a los presupuestos "equilibrados"
de este año y las previsiones de crecimiento económico del país.
En una entrevista concedida al periódico alemán 'Rheinische Post'
que se publica este sábado, Schäuble asegura que el Gobierno germano
"está planeando pedir préstamos para 2015 desde cero".
"La economía va bien. Nosotros y la Comisión Europea esperamos
para 2014 un crecimiento del 1,7% (del Producto Interior Bruto) y ahí
estamos siendo cautos", apunta Schäuble, que añade que los indicadores
macroeconómicos sugieren que el ritmo de crecimiento de Alemania será
más alto que esa cifra, en lugar de más bajo.
Otro de los argumentos que ha esgrimido el ministro de Finanzas y
'hombre fuerte' del Gobierno alemán es que "la historia ha estado de su
lado" en lo relativo al endeudamiento anual del país.
"En los últimos años, siempre hemos tenido a final de curso un
nivel de préstamos más bajo que el previsto", recalca Schäuble, que se
muestra convencido de que el objetivo de deuda de 2013 se situará por
debajo del objetivo de los 25.100 millones de euros.
La reducción del déficit presupuestario es otro de sus objetivos,
según dice, "pese a las ayudas a las inundaciones" que concedieron a las
poblaciones del sur y el este del país afectadas por las riadas de
junio. El Gobierno de Angela Merkel y los 'länder' alemanes acordaron un
fondo para la reconstrucción de estas zonas dotado con 8.000 millones
de euros.
"En 2014 queremos reducir más el déficit. En términos
estructurales, los presupuestos ya serán equilibrados en 2014", enfatiza
Schäuble al 'Rheinische Post'.
Con la excepción adicional que representa el acuerdo de coalición
rubricado con el Partido Social Demócrata por el cual establecen como
gastos prioritarios 23 millones de euros en toda la legislatura, los
ministerios deberán ceñirse a sus presupuestos.
"Un exceso del gasto podría acarrear la pérdida de los ingresos o incluso de la financiación", advierte.
La Comisión Europea dio un toque de atención a Alemania en
noviembre debido a su elevado superávit exterior y le urgió a que
estableciera un salario mínimo, una de las condiciones previas del SPD
para firmar el acuerdo de gobierno, a que incentivara el consumo privado
y aumentara el gasto en infraestructuras.
Un mensaje muy similar ha trasladado el secretario del Tesoro
estadounidense, el demócrata Jack Lew, en su gira por Europa esta pasada
semana. "Más demanda doméstica e inversión sería algo positivo" para
Alemania, dijo Lew, que destacó la importancia de un "buen equilibrio"
entre las políticas de crecimiento y de consolidación fiscal.
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