MADRID.- El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy,
emprendió este domingo un viaje a Washington con el objetivo de
defender ante la Administración de Barack Obama, el Fondo Monetario
Internacional e inversores norteamericanos que España está volviendo al
crecimiento.
Rajoy visitará por vez primera la Casa Blanca pasado el ecuador de
la legislatura, cuando las reformas anticrisis puestas en marcha por su
Ejecutivo empiezan a dar los primeros frutos.
La entrevista con Obama puede suponer por tanto un fuerte
espaldarazo a los esfuerzos de España por recuperar la confianza de los
mercados e inversores y contribuirá a extender la idea de que el país ha
iniciado ya un cambio de tendencia.
Si Obama llamó en agosto de 2012 a Rajoy para apoyar sus esfuerzos
de recuperación de la economía española y reconocer los sacrificios a
los que se enfrentaban los ciudadanos, en la entrevista de mañana lunes en el
Despacho Oval el presidente estadounidense estará en condiciones de
"avalar" las reformas puestas en marcha por España, que a juicio de EEUU
van "por el buen camino", según avanzan fuentes diplomáticas
estadounidenses.
La situación económica de España y EEUU, sus perspectivas de
futuro y las vías para promover el crecimiento económico y la creación
de empleo centrarán buena parte de la conversación de una hora
programada entre Obama y Rajoy, acompañados de parte de sus respectivos
equipos.
Otro de los puntos fuertes del encuentro será el intercambio de
puntos de vista acerca de las negociaciones --apenas iniciadas-- entre
EEUU y la UE para firmar un acuerdo de libre comercio e inversiones en
un área que representaría en torno al 46% del PIB mundial.
El tratado no aspira solo a bajar aranceles sino a reducir otro
tipo de barreras no arancelarias y avanzar hacia una armonización de las
reglamentaciones entre un lado y otro del Atlántico, lo que favorecería
las exportaciones al disminuir los costes.
España es una firme defensora de la concreción de este tratado.
Diversos estudios estiman que nuestro país sería uno de los principales
beneficiarios del acuerdo. Un informe de la Fundación Bertelsmann prevé
que supondría para España la creación de hasta 143.000 puestos de
trabajo, si finalmente se cierra un texto ambicioso.
También se ha reservado en la agenda de la conversación entre los
presidentes un último capítulo dedicado a los "intereses comunes en
América Latina", entre ellos la reciente constituida Alianza del
Pacífico entre México, Perú, Chile y Colombia. La cuestión catalana no
figura en la agenda y por parte española no hay interés alguno en
ponerlo sobre la mesa.
Rajoy tendrá otros foros, además de la Casa Blanca, donde defender
el cambio de tendencia que está reflejando la economía española. Se
reunirá con la directora gerente del FMI en la sede del organismo y dará
una conferencia, seguida de coloquio, en la US Chamber of Commerce, la
mayor del mundo.
Coincidiendo con la reunión en Washington del Consejo Español de
Competitividad, Rajoy se verá con algunos destacados empresarios
españoles con intereses en EEUU.
Rajoy también se entrevistará con los miembros del Comité de
Exteriores del Senado de EEUU, que tiene un gran papel en la política
exterior norteamericana, y condecorará a su presidente, el republicano
Bob Menéndez, con la Gran Cruz de Isabel la Católica.
El jefe del Gobierno tenía prevista su llegada a Washington la noche de este domingo, por lo que su agenda oficial no arrancará
hasta el lunes por la mañana con una visita protocolaria al cementerio
de Arlington, donde están enterrados los veteranos de guerra y el
presidente John F. Kennedy.
Rajoy
se alojará en un hotel de la capital y no en Blair House, la residencia
oficial para los invitados del presidente estadounidense, situada
enfrente de ala oeste de la Casa Blanca. En esta ocasión la residencia de invitados
está en reformas.
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