lunes, 20 de enero de 2014

Barroso urge a cerrar a tiempo un acuerdo sobre la unión bancaria

BRUSELAS.- El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha dicho este lunes que la crisis no puede darse por terminada con el alto nivel actual de paro y ha pedido a la Eurocámara y a los Gobiernos de los Veintiocho que alcancen un acuerdo sobre el mecanismo único de liquidación de bancos en crisis, segundo pilar de la unión bancaria, antes del final de la legislatura.

   "Apelo al Consejo y al Parlamento que hagan un auténtico esfuerzo de compromiso para lograr un acuerdo antes de las elecciones europeas", ha dicho Barroso en un discurso ante una reunión de eurodiputados y representantes de los parlamentos nacionales.
   "Las dos partes tienen que moverse. No es aceptable decir: no me voy a mover ni un ápice. Las dos partes tienen que moverse. La Comisión está apoyando a la presidencia griega lo antes posible", ha insistido.
   A su juicio, la UE se encuentra en un "punto de inflexión" de la crisis, ya que el crecimiento "está lentamente volviendo".
 "Pero dejar la recesión atrás no es suficiente para decir que la crisis ha acabado. ¿Cómo podemos decir que la crisis ha acabado cuando tenemos niveles de paro tan alto? Por eso tenemos que continuar centrándonos en formas de reforzar nuestro crecimiento y competitividad para garantizar una recuperación sostenible" ha dicho Barroso.
   También el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha pedido durante la misma reunión a la Eurocámara y a los Gobiernos que alcance un "buen acuerdo" sobre el mecanismo de resolución. "Espero que esto ocurra rápidamente para garantizar que el marco de la unión bancaria esté acordado al final de este ciclo electoral. Urjo al Consejo y al Parlamento a que encuentren un consenso", ha apuntado.
   Por su parte, el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, ha criticado el acuerdo alcanzado por el Ecofin sobre el mecanismo de liquidación porque "expulsa al Parlamento" de la negociación de determinadas partes, como la creación del fondo que financiará las quiebras, cuya creación se regirá por un acuerdo intergubernamental al margen de las instituciones de la UE.
   "Es lógico que el Parlamento se defienda contra esto", ha dicho Schulz. "No permitiremos que ocurra", ha agregado. El fondo en cuestión estará dotado con 55.000 millones de euros aportados por los propios bancos y durante un periodo transitorio se dividirá en compartimentos nacionales, de forma que cada país deberá pagar mayoritariamente por sus propios bancos, como defiende Alemania.
   Schulz ha lamentado además que la proliferación de cumbres de líderes europeos durante la crisis del euro "ha disminuido severamente el papel jugado por los parlamentos nacionales y por la Eurocámara en el proceso de toma de decisiones".
 "En tiempos de crisis esto es quizá aceptable como excepción, pero debemos ser prudentes para que la excepción no se convierta en una regla", ha dicho Schulz.

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