MADRID.- El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha
certificado este jueves lo que ya adelantó el Banco de España la semana
pasada: que la economía española aceleró su recuperación en el cuarto
trimestre de 2013, con un crecimiento del PIB del 0,3%, dos décimas
superior al logrado en el tercer trimestre (0,1%).
Según el avance de datos de Contabilidad Nacional Trimestral
publicado por el organismo estadístico, el PIB se contrajo un 0,1% en
tasa interanual en el cuarto trimestre del año pasado y un 1,2% en el
conjunto del ejercicio, tasa que coincide con la estimada por la
institución que preside Luis María Linde y que es una décima inferior a
la prevista por el Gobierno (-1,3%).
Además, esta contracción económica del 1,2% registrada en 2013 mejora en cuatro décimas la caída de 2012 (-1,6%).
La tasa interanual de la economía española (-0,1%) del cuarto
trimestre es un punto superior a la del tercero (-1,1%) y se aproxima a
tasas positivas tras acumular ya diez trimestres consecutivos de caídas.
El INE ha explicado que esta desaceleración en el retroceso
interanual del PIB es consecuencia de una aportación "menos negativa" de
la demanda nacional y de una contribución positiva, "aunque
decreciente", del sector exterior.
Los datos de Estadística son aún provisionales y se conocerán a
nivel desagregado el próximo 27 de febrero. De momento, el Banco de
España, en su último boletín, señalaba que a lo largo de 2013 la
economía española siguió una trayectoria de "mejora gradual" que le
permitió salir de la fase de contracción en la que había recaído a
comienzos de 2011.
Ello se produjo, añadía la institución, en un entorno de alivio de
las tensiones en los mercados financieros, progresiva normalización de
los flujos de financiación externa y de mejora de la confianza y del
comportamiento del mercado de trabajo.
Por el lado del gasto, el Banco de España indicaba que la demanda
nacional registró en el cuarto trimestre del año pasado un avance
similar al de julio-septiembre, cuando creció un 0,3% en tasa
intertrimestral, mientras que la demanda externa neta habría repuntado
levemente, con una contribución nula al PIB.
Desglosando los datos en tasa interanual, el organismo liderado
por Luis María Linde detallaba que la caída del PIB del 1,2% en 2013 fue
consecuencia del descenso de la demanda nacional, que se contrajo un
2,8%.
Todos sus componentes, según el análisis del Banco de España,
mostraron una mejoría a medida que avanzaba el año, de intensidad mayor
en el caso del consumo privado, que anotó variaciones positivas ya en el
tercer trimestre.
Por su parte, los componentes públicos del gasto aminoraron su
contribución negativa a la actividad, tras la decisión del Consejo
Europeo de junio de relajar el objetivo presupuestario para 2013, desde
el 4,5% al 6,5% actual.
El Banco de España apuntaba en su boletín que la demanda exterior
neta mitigó en 2013 por sexto año consecutivo el impacto de la
contracción del gasto interno sobre la actividad, estimándose una
aportación de 1,6 puntos porcentuales al PIB, apoyada en la expansión de
las exportaciones, ya que las importaciones se estabilizaron, tras los
acusados descensos del año anterior.
No obstante, advertía de que la contribución al crecimiento de la
demanda externa mostró una trayectoria descendente a medida que se
fueron desacelerando las exportaciones, tras el debilitamiento de las
economías emergentes y el repunte de las compras al resto del mundo por
la incipiente recuperación de la demanda interna.
Desde la óptica de la oferta, el Banco de España señalaba que los
descensos del valor añadido de las distintas ramas productivas en el
promedio anual fueron inferiores a los del año precedente, y el mejor
comportamiento a lo largo del ejercicio se plasmó en pequeños repuntes
de la industria y de los servicios de mercado a partir del tercer
trimestre.
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