CIUDAD DE PANAMÁ.- El Gobierno de España no apoyará financieramente a la
empresa Sacyr, líder del consorcio que amenazó con suspender las obras
de ampliación del Canal de Panamá por una disputa vinculada a los costes
del proyecto, dijo el lunes el embajador español en el país
centroamericano.
Un equipo de funcionarios españoles encabezado por la ministra de Fomento, Ana Pastor,
sostenía reuniones con representantes de Panamá, en un intento por
poner fin a las diferencias en torno a sobrecostes del ambicioso
proyecto de ampliación del canal interoceánico.
El embajador español en Panamá, Jesús Silva, descartó cualquier tipo
de ayuda financiera de su Gobierno a Sacyr para sacar adelante la
multimillonaria iniciativa.
"No, en ningún caso. El Gobierno español no es parte, es un problema
entre un contratista y su cliente (...) el Gobierno no es parte y en
ningún caso se contempla que el Gobierno español aporte fondos", señaló.
"Yo creo que el problema es de diálogo", añadió.
A primer hora de la tarde en Panamá, la ministra española se reunió
con el presidente panameño, Ricardo Martinelli, quien la semana pasada
calificó de irresponsable al consorcio conocido como Grupo Unidos por el
Canal (GUPC) por su amenaza de suspender los trabajos de ampliación el
20 de enero si la autoridad local no asume el coste extra del proyecto.
GUPC también lo integran la italiana Impregilo, la belga Jan De Nul y la panameña Constructora Urbana.
Tras la reunión con Martinelli, la ministra Pastor dijo que el
consorcio se comprometía a tramitar todas las reclamaciones dentro de
los cauces establecidos en el contrato.
"Hay un modelo arbitral que está previsto (...) en la primera
instancia es entre las partes, a continuación en el DAB (Junta de
Resolución de Conflictos) y luego la Corte Arbitral Internacional",
manifestó Pastor, que agregó que las partes se iban a sentar a hablar y
dialogar para intentar resolver todos los problemas.
"Como representante del Gobierno de España, a pesar de que es un
problema entre una entidad privada y una entidad independiente (ACP),
estamos intentando (impulsar) estas relaciones e intentar llegar a un
acuerdo", agregó.
El grupo responsable de la obra ha amenazado con suspender las obras
por los sobrecostes estimados de 1.600 millones de dólares, que quiere
que asuma el país centroamericano, atribuibles a fallas geológicas
imprevistas.
En julio del 2009, el consorcio se adjudicó el proyecto por 3.120
millones de dólares, un monto considerablemente menor que las ofertas de
otros dos competidores.
El jefe de ACP, Jorge Quijano, ha dicho que el país centroamericano
está preparado para negociar los costes adicionales si son justificados,
en tanto que un funcionario panameño dijo que el Gobierno ha
considerado la creación de un fondo con todas las partes involucradas.
No obstante, el panorama luce complicado por el hecho de que el
Gobierno español ha estado sorteando una profunda recesión económica.
Tras reunirse con Martinelli, se espera que Pastor se reúna con los
operadores del Canal.
El domingo la ACP se mantuvo firme en su posición, rechazando
nuevamente los argumentos del consorcio GUPC acerca de los costes
adicionales y dijo que GUPC debería recurrir a los organismos de
arbitraje acordados previamente.
Quijano, de la ACP, dijo al diario español El País que quiere que el
consorcio ofrezca información adicional a la ya presentada, y que
buscará "asegurar que cualquier paro de obra sea mínimo y se pueda
seguir adelante, sea en manos de terceros o en manos de la ACP".
Sacyr y sus asociadas ganaron la licitación del proyecto en el 2009
con una propuesta que fue menor al precio de referencia de 3.480
millones de dólares propuesto por la ACP.
La ampliación del Canal, por el que transita cerca de un 5 por
ciento del comercio internacional y que tiene un coste total de unos
5.300 millones de dólares, es una de las prioridades del Gobierno de
Martinelli, cuyo mandato culmina a mediados del año.
Sacyr, con deudas que al cierre de septiembre eran de tres veces su
valor en el mercado, también tiene mucho apostado en el proyecto
panameño. La empresa obtuvo un 55 por ciento de sus ingresos del periodo
enero-septiembre del 2013 fuera de España, país que lucha por salir de
una profunda crisis económica.
Panamá contribuyó con un 25 por ciento de las ventas internacionales
de Sacyr por 1.300 millones de euros (1.780 millones de dólares) en los
primeros nueve meses del 2013.
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