miércoles, 29 de enero de 2014

Francia se resiste a la propuesta de la Unión Europea para reformar los "megabancos"

BRUSELAS.- La Comisión Europea desveló el miércoles un plan para aislar las operaciones de trading de alto riesgo en los grandes bancos en un intento de retar su dominio, provocando una respuesta hostil de Francia ante el temor a que pudiera beneficiar a rivales estadounidenses no afectados por la legislación.


Después del colapso de Lehman Brothers en 2008, los dirigentes mundiales se comprometieron a frenar la expansión de los bancos que fueran "demasiado grandes para caer" o relevantes a nivel sistémico. Pese a ello, muchos de los bancos más grandes de Europa continuaron creciendo.
El miércoles, la Comisión delineó una esperada propuesta de ley que reforma la manera en que los grandes bancos asumen riesgos cuando están operando o intermediando con títulos.
El lobby bancario francés dijo que las normas darían a sus rivales estadounidenses con sedes en Londres una ventaja al restringir la libertad de las entidades francesas para captar clientes.
El plan se queda lejos de cualquier sugerencia de trocear los grandes bancos, como pedía inicialmente el comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier y, ha cambio, ha optado por una prohibición de las operaciones de cartera con fondos propios, una actividad que ya había sido reducida.
Al anunciar el proyecto, Barnier destacó a Deutsche Bank como un típico "problema sistémico a escala europea". Sus 1,6 billones de euros en activos son equivalentes a alrededor de dos tercios de toda la economía alemana. Sin embargo, insistió en que la ley no pone en duda el modelo de negocio de este banco.
"Incluso aunque separáramos estas actividades, de todos modos pueden ser llevadas a cabo (...) dentro de un grupo bancario único", dijo a los periodistas.
En la propuesta se propone aislar otro tipo de operativa "segura" de los bancos - la captación de depósitos - a través de la creación de subsidiarias dentro de los bancos.
Incluso si se logra un acuerdo con los países y el Parlamento Europeo, algo que también está en duda, el plan comenzaría a aplicarse en el mejor de los casos sólo a partir de 2017, casi una década después del inicio de la crisis bancaria en Europa y unos dos años después de que operen medidas similares en Estados Unidos.
Alemania se mostró conciliadora. Un portavoz del Ministerio de Finanzas consideró las medidas positivas en líneas generales, mientras que Reino Unido dijo que están en línea con su propia reforma.
Los más críticos consideran que hará poco por lidiar con el enorme tamaño de los grandes bancos, a los que se les achacan operaciones arriesgadas y un crecimiento en el multimillonario de los derivados financieros en dólares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario