lunes, 6 de enero de 2014

La tensión en Tailandia aumenta y provoca incertidumbre económica

BANGKOK.- Tailandia se encamina a un duelo político en que manifestantes antigubernamentales apuntan a sabotear una elección mediante el cierre de Bangkok la próxima semana, en medio de una crisis que ha dividido al país y que probablemente reduzca el crecimiento económico este año.

La primera ministra Yingluck Shinawatra afronta una creciente oposición en Bangkok antes de las elecciones del 2 de febrero en que se prevé que sus partidarios en el norte rural la llevarán nuevamente al poder, si existen las condiciones para que las elecciones se realicen.
Miles de manifestantes marcharon por Bangkok el domingo como un preludio a protestas que comenzarán el 13 de enero, cuando planean bloquear oficinas del Gobierno y ocupar intersecciones clave durante días en un intento por forzar la salida de Yingluck y anular los comicios.
Los manifestantes acusan a Yingluck de ser una marioneta de su hermano autoexiliado y ex primer ministro, Thaksin Shinawatra, al que acusan de ser un capitalista corrupto que usó dinero de los contribuyentes para comprar su respaldo electoral con dádivas populistas.
Los opositores a Yingluck quieren que un "consejo del pueblo" supervise una vaga plataforma de reformas, que incluya cambios electorales y la descentralización del poder en un período de 12 meses antes de cualquier elección.
El ministro de Comercio, Niwattumrong Boonsongpaisan, dijo el lunes que el crecimiento de 2014 podría ser de un 3,0 por ciento a un 3,5 por ciento si las protestas continúan.
Eso se debería principalmente a un retraso en gastos de infraestructura por 65.000 millones de dólares, que el Gobierno esperaba que compensara una baja en las exportaciones que responden a cerca de un 60 por ciento de la economía.
El Gobierno pronosticaba un crecimiento del producto interior bruto (PIB) de un 4,0 por ciento a un 5,0 por ciento este año. El 26 de diciembre, el Ministerio de Finanzas estimó una expansión del 3,5 por ciento si al estancamiento político continuaba.
Se prevé que los mercados tailandeses enfrenten presión por la creciente incertidumbre.
Yingluck, de 46 años, se niega a posponer las elecciones, ya que afirma que sería inconstitucional. Cualquier retraso podría aumentar la incertidumbre y hacer más difícil el funcionamiento de su Gobierno.
El lunes, la primera ministra llamó a los manifestantes a considerar la economía.
"Pido a los manifestantes que no cierren las oficinas del Gobierno el 13 de enero", declaró a periodistas.
"Muchos países han indicado que están preocupados por el hecho de que si las protestas no terminan, Tailandia se vea afectada de muchas maneras, particularmente en términos de su economía", añadió.
Las protestas han sido mayormente pacíficas, aunque los enfrentamientos entre policías antimotines y manifestantes antigubernamentales se endurecieron el mes pasado, con cientos de personas hospitalizadas y tres muertos por balas disparadas por desconocidos.

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