domingo, 26 de enero de 2014

La Unión Europea prepara una difícil y sobria cumbre con Rusia

BRUSELAS.- El creciente número de temas de diferendo llevan hoy a la Unión Europea (UE) a reducir drásticamente los rangos de su cumbre del martes próximo con Rusia en esta capital. 

El encuentro planificado en un principio para dos días, se extenderá por apenas tres horas con una limitada agenda y número de asistentes, ante las polémicas surgidas entre ambas partes en torno a asuntos como el conflicto en Siria y la crisis política en Ucrania.

Un portavoz de la UE advirtió que se tratará de una reunión únicamente "entre los líderes para analizar la dirección y la naturaleza" de los nexos y tener un intercambio franco y transparente.

Nuestras relaciones atraviesan un periodo de desafío, admitió el portavoz comunitario, Olivier Bailly, en un adelanto de lo que sucedería en la trigésimo segunda cumbre Rusia-UE.

El encuentro contará por la parte europea con la presencia de los presidentes del Consejo Europeo, Herman van Rompuy; y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, así como con la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton.

Del otro lado de la mesa estarían el presidente ruso, Vladimir Putin, y su titular de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, ambos muy críticos de los intentos de potencias occidentales de torpedear el trabajo de la segunda conferencia internacional sobre Siria en Ginebra.

Además, Putin y Lavrov denunciaron en varias ocasiones la injerencia foránea en los asuntos internos de Ucrania, en clara alusión a las arengas hechas en plazas céntricas de Kiev por funcionarios comunitarios ante multitudes de manifestantes.

Las demostraciones en la capital ucraniana se iniciaron en noviembre último, cuando el Gobierno suspendió la firma en Vilna (Lituania) de un acuerdo de asociación con la UE, al denunciar condiciones negativas para su economía y con implicaciones sociales.

Otro tema con ciertas diferencias para ambos lados es el del programa nuclear de Irán, cuyo país anunció esta semana el inicio del cumplimiento de las demandas contenidas en una avenencia alcanzada el 24 de noviembre último, en Ginebra.

Teherán pactó el arreglo con el sexteto de mediadores (Rusia, China, Reino Unido, Francia, Estados Unidos y Alemania) para un plan de seis meses que posibilitaría el levantamiento de sanciones, por lo general unilaterales, impuestas por Occidente al estado persa.

La UE y Rusia tampoco registran acercamientos en lo relacionado con una defensa común regional, con continúas denuncias de Moscú sobre la amenaza para su seguridad nacional del despliegue del tramo europeo, vinculado al sistema de defensa antimisil estadounidense.

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