FILADELFIA.- La Reserva Federal de Estados Unidos
parece enfrascada en un profundo debate sobre la mejor manera de
retirar sus estímulos extraordinarios en los próximos meses y años, tras
haber decidido recortar su programa de compra de bonos.
En una conferencia económica en Filadelfia, un puñado de banqueros
centrales discreparon por momentos sobre el ritmo ideal para reducir las
compras de bonos, cómo comenzar a recortar el balance de la Fed y subir
los tipos de interés.
El banco central ha mantenido los tipos próximos a cero desde
finales de 2008. Además ha cuadruplicado su balance a cerca de 4
billones de dólares mediante tres enormes rondas de compras de bonos
para mantener bajo el coste de la financiación a largo plazo.
En lo que se consideró una sorpresa, el mes pasado decidió reducir
su programa de alivio cuantitativo en 10.000 millones de dólares a
compras mensuales de bonos por 75.000 millones de dólares (unos 55.000
millones de euros).
El banco central argumentó que un mercado laboral más sólido y una
economía que crece apoyaban la decisión, que marca el comienzo del fin
del mayor experimento de política monetaria de la historia.
El presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, discrepó de la
decisión. El sábado pidió paciencia mientras la Fed continúa recortando
las compras porque dijo que existe el riesgo de que aumente
permanentemente la cantidad de estadounidenses que no encuentra empleo.
"El fracaso de la política monetaria y fiscal a la hora de generar
una recuperación rápida produce el riesgo de crear un problema de
desempleo estructural de largo plazo debido a una grave desaceleración
cíclica", dijo en una reunión de la American Economic Association.
Si bien el desempleo está en un mínimo de cinco años del 7 por
ciento, la proporción de aquellos que han estado parados más de seis
meses sigue siendo alta, casi un 40 por ciento de quienes no tienen
trabajo.
En el que pudo ser su último discurso clave, el presidente de la
Fed, Ben Bernanke, dijo el viernes en la conferencia que a la
recuperación aún le falta y que la Fed está comprometida a mantener el
estímulo todo el tiempo que sea necesario.
La Fed había dicho el mes pasado que planea mantener la compra de
bonos la mayor parte del año. Además, ha tratado de indicar sus
intenciones para el futuro diciendo que probablemente mantendrá los
tipos cerca de cero aún después de que la tasa de desempleo caiga por
debajo del 6,5 por ciento.
Esas promesas incomodaron a responsables de la Fed poco tolerantes
con un aumento de la inflación, como Charles Plosser. El sábado,
Plosser, jefe del Banco de la Reserva Federal de Filadelfia, advirtió de
que la recesión podría haber provocado un daño permanente a la
producción de Estados Unidos y realizó una crítica directa al enfoque
preferido por la vicepresidenta y probable próxima de la Fed, Janet
Yellen.
Yellen, quien asumiría la dirección del banco central de Estados
Unidos el próximo mes, ha sugerido en el pasado que se podría tolerar
una mayor inflación por un corto periodo de tiempo para acelerar la
recuperación económica general.
Si bien el crecimiento del Producto Interior Bruto fue superior al 4
por ciento en el tercer trimestre, en general se ha mantenido más cerca
del 2 por ciento desde que la recesión terminó en 2009, lo que ha
llevado a algunos a pensar que el crecimiento potencial del PIB a largo
plazo ya no es del 3 por ciento al que los estadounidenses estaban
acostumbrados.
Si ese es el caso, la postura ultraflexible de la Fed, incluidas las
promesas de mantener las tasas cerca de cero por algún tiempo para
disminuir el desempleo, podría estar mal enfocada.
"La conmoción que sufrió la economía parece haber tenido un efecto
muy persistente, si no permanente", dijo Plosser, quien recuperará su
derecho a voto sobre política monetaria este año bajo el sistema
rotativo de la Fed.
"Desde una perspectiva estadística, la economía parece hacer recibido un golpe permanente en su nivel de producción", agregó.
Por ahora, la Fed está buscando un crecimiento económico sostenible y
una mejoría en el mercado laboral antes de detener sus compras de bonos
y comenzar a reducir su hoja de balance.
William Dudley, el influyente jefe del Banco de la Reserva Federal
de Nueva York, dijo que espera que la reducción de la hoja de balance
comience en los próximos cuatro años, la duración del mandato de Yellen
si consigue el lunes la aprobación del Senado de Estados Unidos como
está previsto.
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