CIUDAD DE PANAMÁ.- Autoridades del Canal de Panamá y el consorcio
encargado de la ampliación de la vía negociarán una salida al conflicto
que amenaza con paralizar las obras, tras un compromiso logrado con la
mediación de la ministra española de Fomento, Ana Pastor.
Tras reunirse por separado con directivos del consorcio Grupo Unidos
por el Canal (GUPC) y el presidente Ricardo Martinelli, Pastor anunció
que, como "un primer acuerdo", las empresas se comprometieron a dialogar
en el marco de los términos del contrato establecido con la Autoridad
del Canal de Panamá (ACP).
"El compromiso de GUPC es que todo se solucione dentro del contrato y
por eso van a sentarse a dialogar", dijo la ministra, en un
pronunciamiento junto con Martinelli ante la prensa en la sede de la
Presidencia, sin posibilidad de preguntas.
Pastor llegó la noche del domingo a Panamá para mediar en el
conflicto desatado el 30 de diciembre cuando GUPC -liderado por la
constructora español Sacyr- amenazó con suspender la ampliación del
Canal si en un plazo de 21 días no se atendía su reclamo del pago de
sobrecostos de la obra, que estima en 1.600 millones de dólares.
Ni la ministra ni el presidente se refirieron al plazo. "Intentamos
que se llegue a un acuerdo que será bueno para todos", subrayó Pastor, y
abogó porque las "las partes se sienten para solucionar lo más pronto
posible el problema".
Martinelli apuntó que GUPC y la ACP "tienen que resolver todos sus
problemas, incluso dentro del arbitraje" internacional que contempla el
contrato. "Seguro que dentro de la reunión encontrarán soluciones",
subrayó.
En las gestiones con el consorcio, Pastor conversó con 16 directivos
de GUPC, también integrado por la firma italiana Impreglio, la belga Jan
de Nul y la panameña Constructora Urbana. En el grupo destacaba el
presidente de Sacyr, Manuel Manríquez.
A inicios de la tarde, la ministra se reunirá en la sede de la ACP
con el administrador de la vía interoceánica, Jorge Quijano, y el
ministro para Asuntos del Canal, Roberto Roy.
Desde 2009 se emprendió la ampliación del Canal de Panamá, por el que
transita 5% del comercio mundial, para adecuarlo al paso de buques de
más de 12.000 contenedores, una carga de tres veces mayor de lo que
admite actualmente.
"En este momento hay un problema que influye de manera determinante"
en los trabajos de ampliación del Canal, destacó la ministra.
La semana pasada, Martinelli llamó a los gobiernos de España e Italia
a asumir la "responsabilidad moral" del caso y dijo estar dispuesto a
viajar a esos países, advirtiendo que se trata de "una obra de la Humanidad".
"Este es un proyecto de envergadura mundial para España Panamá y la
comunidad marítima", subrayó este lunes el mandatario, quien ha
calificado los reclamos del consorcio como "un cuentito".
Las obras de ampliación, que cuestan 5.200 millones dólares -3.200
millones de éstos para la construcción de un tercer juego de esclusas
que adelanta GUPC- debían de haber concluido este año, para la
celebración del centenario de la vía, pero llevan un atraso de nueve
meses -un avance del 72%- y ahora la meta es que terminen en junio 2015.
"Nos están arrinconando" con el preaviso, manifestó el domingo
Quijano, quien advirtió que la ACP no puede convertirse en "rehén de un
contratista" y que tomarán todas las medidas establecidas en el contrato
para que las obras se terminen.
El jefe de proyecto de la construcción del tercer juego de esclusas
en el sector Atlántico, José Peláez, afirmó el sábado que problemas
geológicos fueron una de las causas del encarecimiento de las obras y
culpó a la ACP de no haberlos previsto.
La ACP, que asegura que el Canal funciona actualmente con normalidad,
sostiene que los argumentos con los que el consorcio amenaza con
suspender las obras "carecen de sustento legal y no son claros".
Según la ACP, el consorcio GUPC tuvo "14 meses antes de someter sus
propuestas para estudiar con detenimiento los componentes de la obra, de
manera que pudieran presentar una propuesta sólida".
Sacyr está en aprietos financieros. La caída en la bolsa de la
constructora española fue uno de los primeros efectos de la crisis.
"El gobierno español no va a apoyar con dinero a Sacyr. Este es un
asunto entre una empresa y su contratista", declaró este lunes el
embajador de España, Jesús Silva, quien se declaró optimista sobre una
eventual solución de la crisis.
Pilar de la economía de Panamá, el Canal fue inaugurado en 1914 por
Estados Unidos y pasó a soberanía panameña el 31 de diciembre de 1999.
Desde entonces ha aportado a Panamá unos 8.500 millones de dólares, más que en los 85 años de administración estadounidense.
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