viernes, 28 de febrero de 2014

Borrell cree que falta crecimiento para "curar las heridas" de la crisis en España

SEGOVIA.- El expresidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, considera que el Gobierno español debe hacer cambios importantes en las políticas económicas para que el crecimiento que ha experimentado España sea suficiente.

   Borrell, militante del Partido Socialista, ha asegurado que el país ha pasado la fase aguda de la crisis y ha entrado en una fase crónica que puede durar mucho tiempo, que se alargará en función de las medidas que se apliquen y dependerá además de factores externos que no se pueden controlar.
   "El enfermo no se va a morir como parecía que iba a ocurrir, ya no está en la UVI", se ha congratulado el que fuera ministro de Obras Públicas con Felipe González y doctor en Ciencias Económicas, quien ha valorado cualquier crecimiento por pequeño que sea pero ha manifestado que la tendencia positiva "es todavía harto insuficiente para curar las heridas que la crisis ha dejado detrás".
   Borrell ha sido recibido este viernes en el Ayuntamiento de Segovia antes de presentar junto con Enrique Barón y José María Gil-Robles el manifiesto 'Por unas elecciones para votar un verdadero gobierno europeo' .
   Borrell ha señalado que nadie puede saber cuándo llegará el fin de la crisis, pues según ha dicho en economía hacer previsiones a 20 años es un "ejercicio de quiromancia" que tiene poco que ver con la ciencia.
   Al respecto, ha expresado que existe tal cantidad de factores externos incontrolables que ningún economista serio puede extrapolar las tendencias presentes. Ha afirmado, sin embargo, que España ha acumulado tanto paro y tanta destrucción de tejido productivo, que recomponerlo no es una tarea que se puede resolver en un par de años.
   El que fuera presidente parlamentario europeo entre 2004 y 2007 ha entablado al hilo de ello un breve debate con quien ocupó el mismo cargo en el Parlamento Europeo entre 1997 y 1999, José María Gil-Robles (PP), quien ha augurado, echando para ello mano de datos pasados, que hacen falta al menos diez años para reabsorber el paro generado en España.
   Gil-Robles se ha reconocido "optimista", pues augura que el final de la crisis y los cambios llegarán después de ese decenio. Según ha recordado, en el año 86, al final de la etapa del socialista Felipe González, la tasa de paro alcanzaba el 22 por ciento, una cifra que se redujo al ocho por ciento en el último año de gobierno del también socialista José Luis Rodríguez Zapatero. "Eso son diez años", ha incidido este abogado y político.
   Borrell, por su parte, quien ha lamentado que diez años son mucho tiempo para las personas que llevan tres años en el paro, ha insistido en que la llegada del tiempo de bonanza dependerá de las políticas que se apliquen y ha aseverado que los ciclos en España tienen una duración superior a diez años, como refleja que el país tardó unos 15 en pasar del pico máximo de paro --el 27 por ciento en 1992-- al mínimo histórico- -el ocho por ciento en 2007--.
   "Tenemos un problema estructural de empleo, en parte de medición y en parte de realidad. La economía española nunca ha sido capaz de llegar a niveles de empleo tan elevados como otras economías ni siquiera en los momentos más grandes de expansión", ha resaltado, al tiempo que ha apuntado que la tasa mínima de paro es aún extraordinariamente elevada en relación con otros países, como es el caso de Francia, que cree estar "en el fin del mundo" cuando su cota llega al diez por ciento.
   Los dos expresidentes europeos han coincidido en que no está escrito cuándo ni cómo será la salida de la crisis y en que ésta queda supeditada a las políticas que se pongan en marcha, así como a factores sobre los que España no tiene control.

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