MADRID.- El Gobierno español exigirá a la banca cinco
nuevos colchones de capital para reforzar la solvencia de las entidades
financieras, con lo que requerirá niveles de capital superiores a los
establecidos en la UE.
Estas novedades,
que persiguen fortalecer a la banca ante futuras crisis, se incluyen en
el proyecto de ley de ordenación, supervisión y solvencia de las
entidades de crédito aprobado este viernes en el Consejo de Ministros,
con el que traspone a la legislación española los requisitos de Basilea
III y otras normas sobre gobierno corporativo.
En concreto, el departamento dirigido por Luis de Guindos fijará un
colchón de conservación de capital para pérdidas inesperadas y que se
aplicará desde el 1 de enero de 2016 y será del 2,5% en 2019. También
habrá un colchón de capital anticíclico específico que pretende evitar
el efecto procíclico de la regulación prudencial. Este último se
aplicará desde el 1 de enero de 2016 y su nivel será de hasta el 2,5%.
También se exigirá un colchón de capital para entidades de
importancia sistémica mundial y otras entidades de importancia
sistémica. Se aplicará a partir del 1 de enero de 2016 y será de entre
el 1% y el 3,5%, en función del carácter más o menos sistémico de la
entidad a la que se aplique.
Asimismo, establece un colchón contra riesgos sistémicos, que puede
alcanzar niveles del 5%. El supervisor decidirá discrecionalmente cuándo
y en qué medida exigirlo, con el fin de reducir los riesgos derivados
del efecto de la evolución de la economía en el sistema financiero.
Según ha explicado el Ministerio de Economía en un comunicado, estos
colchones suponen un complemento al reglamento que eleva el capital de
calidad hasta al menos el 4,5% de los activos ponderados por riesgo a
partir de 2015. Además, se establece una definición de capital más
estricta para garantizar la capacidad real de absorber pérdidas del
capital.
El proyecto de ley además limita el 'bonus' al 100% del sueldo fijo
de los banqueros, salvo que la junta de accionistas autorice hasta el
máximo del 200%, y prohíbe el ejercicio simultáneo de los cargos de
presidente del consejo de administración y consejero delegado, con la
excepción de que el Banco de España dé su visto bueno.
En cuanto a la supervisión, se fija por primera vez la obligación de
que el Banco de España presente "al menos" una vez al año un programa
supervisor, el cual incluirá la realización de pruebas de resistencia al
menos una vez al año.
El Gobierno también ha adaptado la normativa en materia de
preferentes a la europea, pero manteniendo los requisitos de la
regulación española, mucho más "exigente".
"Mantenemos condiciones de la
exigencia de comercialización, de modo que si no se hace así, no se
tendrán los beneficios con los que cuentan las preferentes", ha
precisado De Guindos.
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