FRANCFORT.- El descenso mayor de lo esperado en la tasa de
inflación de la zona euro registrado el pasado mes de enero, cuando el
indicador volvió a situarse en el 0,7% desde el 0,,8% de diciembre, se
explica principalmente por la evolución de los precios de la energía,
según afirma el Banco Central Europeo (BCE) en la última edición de su
boletín mensual.
"Este descenso se debió principalmente a la evolución de los
precios de la energía", señala el instituto emisor, que reconoce que la
tasa de inflación registrada en enero "fue inferior a la generalmente
esperada".
De este modo, el BCE apunta que "teniendo en cuenta la información
disponible y los precios actuales de los futuros sobre la energía" se
prevé que las tasas de inflación interanual se mantengan en torno a los
niveles actuales durante los próximos meses.
A medio plazo, la institución cree que las presiones subyacentes
sobre los precios en la zona del euro seguirán "contenidas" y subraya
que las expectativas de inflación para la zona euro a medio y a largo
plazo siguen "firmemente ancladas" en línea con el objetivo del Consejo
de Gobierno de mantener las tasas de inflación en niveles inferiores,
aunque próximos, al 2%.
El avance del dato de inflación correspondiente al pasado mes de
enero publicado por Eurostat reflejó una desaceleración de la inflación
hasta el 0,7% interanual, frente al 0,8% del mes anterior.
Esta moderación del repunte de los precios se debió a la caída del
1,2% en el precio de la energía, que se había mantenido estable en
diciembre, ya que el dato de inflación que excluye los precios
energéticos registró en enero un alza interanual del 1% en línea con la
lectura de diciembre.
En su última comparecencia en rueda de prensa tras la reunión de
febrero del Consejo de Gobierno del BCE, Mario Draghi volvió a advertir
de que la eurozona se apresta a atravesar un periodo prolongado de
desinflación, lo que implica un bajo nivel de subidas de precios, aunque
subrayó que no teme a que la eurozona sufra una deflación 'a la
japonesa'.
En este sentido, la fortaleza del euro en combinación con el menor
precio de las materias primas y la debilidad de la economía y de los
mercados laborales han llevado al panel de analistas consultados por el
Banco Central Europeo (BCE) a rebajar significativamente sus
expectativas de inflación para 2014 y 2015, según refleja la última
encuesta elaborada por el instituto emisor entre expertos en previsión
económica.
De este modo, las nuevas proyecciones del panel de expertos
contemplan una tasa de inflación del 1,1% en 2014 y del 1,4% el próximo
año, lo que supone respectivamente cuatro y dos décimas menos que su
anterior estimación del pasado mes de noviembre.
"Los encuestados indicaron que las revisiones a la baja se
debieron, al menos en parte, a las sorpresas en los últimos datos. Más
generalmente, los analistas citaron los menores precios de las materias
primas, la apreciación del euro y la debilidad de la situación económica
y de los mercados laborales", señala el BCE.
No obstante, los expertos auguran que los precios registrarán un
alza del 1,7% en 2016 y la inflación registrará un alza gradual hasta
2019, para cuando calculan que podría llegar al 1,9%.
De este modo, los panelistas del BCE aproximan sus predicciones a
las publicadas por el propio BCE, que auguró en diciembre una inflación
del 1,1% este año y del 1,3% en 2015, en línea con las palabras de Mario
Draghi, que en sus últimas comparecencias ante la prensa apuntó a que
los precios continuarán en niveles bajos por un periodo prolongado,
aunque siempre descartando el riesgo de deflación.
Por otro lado, los expertos consultados por el BCE han confirmado
sus pronósticos de crecimiento para la zona euro, que apuntan a una
expansión del PIB del 1% este año y del 1,5% en 2015, que subirían al
1,7% en 2016 y alcanzaría el 1,8% para 2019.
Sin embargo, los analistas han empeorado ligeramente sus
pronósticos para el mercado laboral de la eurozona, ya que ahora esperan
que la tasa de paro de la región se sitúe este año en el 12,1%, en
línea con su anterior pronóstico, mientras que el próximo ejercicio
bajaría hasta el 11,7%, una décima peor que en su previsión de
noviembre.
Las previsiones oficiales del BCE contemplan un crecimiento del
PIB de la eurozona del 1,1% este año y del 1,5% en 2015, mientras que
prevén que la tasa de paro se sitúe en 2014 en el 12% y baje al 1,8% en
2015.
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