SIDNEY.- Los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos
centrales de los países que forman el G-20 se han reunido hoy en Sídney
con propuestas para lograr un compromiso de crecimiento global mayor al
previsto por el FMI a través de una mejor coordinación de sus reformas.
Australia busca un compromiso de crecimiento por encima del
3,7% previsto para este año, aunque no se ha precisado cuál es el
objetivo ya que aún es "materia de discusión" en la reunión, ha indicado
el tesorero federal del país anfitrión, Joe Hockey.
Según un borrador
del comunicado final, aunque el texto oficial no
se emitirá hasta mañana, las intenciones son aumentar este crecimiento
"en al menos un 2%" en el próximo lustro.
Una proyección en línea con el
Fondo Monetario Internacional (FMI), que recientemente consideró que la
implementación de una serie de reformas agresivas podría aumentar el
crecimiento mundial en un 0,5% anual.
Hockey, quien esta mañana se ha
negado a confirmar los datos, ha expresado su confianza en que la cita
de Sídney pueda establecer un marco "real y tangible para aumentar este
crecimiento de la economía mundial en los próximos cinco años".
El ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, ha
comentado que "es posible ampliar el crecimiento en un dos por ciento en
los próximos cinco años" con la debida coordinación de las reformas
estructurales. Francia está dispuesta a apoyar iniciativas que
favorezcan "la cooperación entre los países del G-20 para incrementar el
crecimiento de la mano de reformas estructurales a los niveles de cada
país", lo que no significa que todos ellos ejecuten planes "idénticos".
"Algunos (países) que tienen problemas de alto riesgo deberán hacer
reformas en ese campo, mientras otros deberán ampliar la demanda. La
coordinación no supone que todos implementen políticas idénticas en todo
el mundo", ha declarado el ministro francés. En alusión a la disparidad
dentro del G-20, Moscovici ha precisado que los coordinadores debe
tener en cuenta "los desequilibrios", en referencia a las situaciones de
países como España o Argentina.
El tesorero australiano también ha instado a los bancos
centrales del G-20 a mejorar su comunicación en torno a los cambios de
sus políticas para evitar "sorpresas" entre los países emergentes, en
referencia al impacto de la reducción del estímulo monetario de la
Reserva Federal de EE UU, uno de los temas candentes de la cita.
Esta semana, el FMI recomendó a las economías avanzadas
evitar una "prematura" salida del estímulo monetario y destacó que esta
volatilidad, que ha provocado la depreciación de las divisas de Turquía,
Sudáfrica, Argentina o Indonesia, se debió a "una confluencia de
factores".
Además de los pasos para mejorar la economía mundial y
crear mayor empleo, la reunión del G-20 de Sídney también analizará
reformas financieras, medidas fiscales para evitar la evasión de
impuestos y la reforma del FMI. No obstante, los detalles de la reunión,
que se realiza a puerta cerrada, se irán desgranando mañana con la
divulgación del comunicado final y el inicio de las ruedas de prensa de
los participantes en el G-20.
Entre los participantes a la cita en Sídney del G-20 se cuenta a la presidenta de la
Reserva Federal de EE UU, Janet Yellen, a la directora del FMI, Christine Lagarde; el
presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim; o el ministro de Economía de
España, Luis de Guindos; aunque faltan, entre otros, los titulares de
México y Brasil.
El G-20 cuenta entre sus miembros a la Unión Europea, el
G-7 (EE UU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia),
además de Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India,
México, Indonesia, Arabia Saudí, Suráfrica, Turquía y Rusia. Australia
además ha invitado a su vecino Nueva Zelanda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario