sábado, 15 de febrero de 2014

La inflación china se mantiene en enero y abre la puerta a posibles estímulos

PEKÍN.- La inflación en China se mantuvo en enero al registrar una subida del 2,5 por ciento interanual, la misma cifra que en diciembre de 2013, lo que abre la puerta a medidas de estímulo como la flexibilización de la política monetaria.

Según informó la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), el índice de precios al consumo (IPC), principal barómetro de la inflación, creció en enero a igual ritmo que en diciembre, si bien por debajo de noviembre, cuando subió un 3 por ciento interanual.
La cifra se sitúa ligeramente por debajo de lo esperado por los analistas, que estimaron que la inflación avanzaría en enero al 2,4 por ciento, aunque aún está muy por debajo de los límites marcados por Pekín el año pasado (3,5 por ciento) y que se prevé que continúen también este año.
El precio de los alimentos -que suponen un tercio de la compra habitual del consumidor chino- se incrementó un 3,7 por ciento en enero respecto al mismo periodo del año anterior, lo que contribuyó a una subida del 1,23 por ciento del IPC.
Según los datos de la Oficina, la subida de los alimentos se sitúa por debajo de la registrada en diciembre, del 4,1 por ciento interanual.
El coste de la fruta es lo que más se encareció en este periodo, con una subida del 23 por ciento interanual, mientras que el precio de la carne de cerdo, los huevos o el aceite se contrajeron.
El coste de los productos no alimenticios subió un 1,9 por ciento en enero, 0,2 por ciento más que en diciembre.
En este grupo, destacó el alza en los precios de los viajes programados y excursiones, que subieron un 14,9 por ciento interanual, debido a la festividad del Año nuevo chino celebrada el último mes durante la que millones de chinos aprovechan para volver a casa.
El buró también muestra el encarecimiento de los alquileres, que registraron una subida del 4,6 por ciento interanual en enero.
Comparado con el mes anterior, el IPC creció en enero un 1 por ciento, con una subida del precio de los alimentos del 2,4 por ciento y del resto de productos del 0,3 por ciento.
A pesar del buen dato de la inflación, algunos analistas advirtieron del comportamiento del índice de precios al productor (IPP), también publicado ya, que registró su vigésimo tercero mes de caídas consecutivas.
El IPP, indicador de la inflación en el sector mayorista, se contrajo un 1,6 por ciento interanual en enero, después de la caída en diciembre, del 1,4 por ciento.
Ello, según destacan analistas como Michael Pettis, profesor de Finanzas de la Universidad de Pekín, evidencia el exceso de capacidad de producción del sector industrial chino.
La subida del IPC chino en enero le abre la puerta al Banco Popular de China (PBOC, central) a flexibilizar la política monetaria, si bien algunos expertos creen que la deuda restringirá su campo de acción.
El índice de la inflación se publica después de conocerse el dato del comercio de este mes, que creció a doble dígito pese al temor de una ralentización.
Las importaciones de China aumentaron un 10 por ciento interanual en enero, el mayor ritmo de crecimiento desde julio de 2013, mientras que las exportaciones se incrementaron un 10,6 por ciento, pese a los temores a una ralentización de la segunda economía mundial que existen desde el pasado año.
China tiene como objetivo reorientar su economía hacia el consumo interno, para depender menos de las exportaciones que se resintieron por la crisis financiera mundial desatada en 2008.
En 2013, la economía china experimentó un avance del 7,7 por ciento en su PIB, la peor cifra en 14 años, aunque dos décimas por encima del objetivo que se había fijado el Gobierno chino.
Una ralentización que Pekín considera casi deseable para asegurar un crecimiento más lento pero estable y no tan meteórico y rápido como en años pasados.

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