martes, 4 de febrero de 2014

La Unión Europea obstruye un gasoducto trasnacional ruso, según denuncia el ministro Lavrov

MOSCÚ.- El canciller ruso, Serguei Lavrov, denunció hoy los planes de la Unión Europea (UE) de revisar los compromisos suscritos entre Moscú y siete países de ese bloque integracionista, participantes en el proyecto del gasoducto Flujo del Sur. 

 Lavrov expresó preocupación y asombro por la decisión de la UE de reconsiderar acuerdos intergubernamentales de Moscú con Austria, Bulgaria, Croacia, Eslovenia, Grecia, Hungría y Serbia sobre la tubería que transportará anualmente 63.000 millones de metros cúbicos de gas.

Advirtió el jefe de la diplomacia del Kremlin que el propósito de Bruselas es homologar los tratados con el denominado Tercer Paquete Energético de la UE.

Este documento pretende limitar el papel de Moscú a simple suministrador de hidrocarburos y vetar su presencia en la distribución de los carburantes dentro del territorio del Viejo Continente, lo cual genera discrepancias entre ambas partes.

Subrayó el ministro de Exteriores que esta tubería conductora constituye un aporte de Rusia a la seguridad energética europea porque permitirá diversificar las rutas de transportación del combustible azul en Europa.

Deploró que la legislación de la UE impida la realización de los acuerdos bilaterales suscritos, los cuales son parte inalienable del derecho internacional y no pueden ser revisados de forma unilateral.

Moscú propuso a la UE rubricar un compromiso para regular las operaciones de la infraestructura energética interfronteriza, y para su ejecución ya redactó y envió a Bruselas un proyecto de texto, informó Lavrov.

El Ministerio de Energía de Rusia confirmó el 6 de diciembre último la recepción de una misiva oficial de la Comisión Europea con la advertencia de que resulta necesario revisar los acuerdos firmados con las naciones por las que pasará la tubería.

Los líderes europeos consideran que los entendimientos entre Rusia y los siete países de la UE involucrados en el proyecto Flujo del Sur violan las leyes vigentes en el territorio de esta zona integracionista.

Gazprom, el gigante energético ruso controla un 50 por ciento de este negocio trasnacional mientras que la otra mitad corresponde a la firma italiana ENI, inversionista de 10.000 millones de dólares.

El ducto recorrerá 900 kilómetros por el fondo del mar Negro desde Krasnodar, en Rusia, hasta Varna, en Bulgaria, y después por tierra deberá surtir a las siete naciones involucradas.

Las obras en Rusia fueron inauguradas por el presidente Vladimit Putin, y el proyecto total debe estar concluido en diciembre de 2015, según Gazprom.

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