BRUSELAS.- El voto de los suizos del domingo a favor del "fin a la
inmigración masiva" podría comprometer varios acuerdos entre Suiza y la
Unión Europea (UE), que contempla reexaminar "el conjunto de sus
relaciones" con la Confederación Suiza.
El acuerdo de libre circulación de personas, que está directamente
amenazado, fue firmado en 1999 y entró en vigor en 2002. Este texto
establece que los ciudadanos europeos y suizos gozan mutuamente de los
mismos derechos de entrada y residencia, de acceso a una actividad
económica, de establecimiento como empresario por cuenta propia, así
como a las mismas condiciones de trabajo, igualdad de trato en materia
de seguridad social y reconocimiento mutuo de las cualificaciones
profesionales.
La terminación de los acuerdos bilaterales podría suponer un duro
golpe para la economía suiza, estrechamente ligada a la de sus vecinos,
provocando principalmente una escasez de mano de obra. El comercio
también podría verse afectado: en 2012, Suiza fue el tercer mayor
mercado de exportación de la Unión Europea y su cuarto socio para las
importaciones.
Las negociaciones en curso entre la Comisión Europea y Suiza sobre el
intercambio automático de información en materia fiscal, que pondría
fin al secreto bancario suizo, podría verse comprometida.
Los datos demográficos podrían también cambiar: más de 400.000 suizos
viven en la Unión Europea (muchos de los cuales tienen una doble
nacionalidad), mientras que más de un millón de ciudadanos de la UE
viven en territorio suizo.
La Unión Europea lamentó en un comunicado el resultado de la consulta
y observó que éste "va en contra del principio de libre circulación de
personas entre la UE y Suiza".
"La UE examinará las implicaciones de esta iniciativa en el conjunto
de las relaciones bilaterales", prestando atención, en particular, a la
posición del gobierno suizo frente al resultado, añadió el bloque de los
28.
El tema será abordado en la Comisión Europea y luego en el Consejo, que representa al bloque de los 28.
El gobierno suizo deberá, por su parte, presentar un proyecto de ley
para concretar las exigencias del texto y tiene tres años para
renegociar y adaptar los acuerdos internacionales.
Bruselas adoptará represalias
La Comisión Europea ha resaltado este lunes que la libre circulación de personas es un principio "sagrado" para la UE y ha avisado a Suiza de que no aceptará que imponga restricciones a la entrada de ciudadanos europeos sin adoptar represalias en el resto de acuerdos que permiten a las empresas suizas acceder al mercado interior comunitario.
"La libre circulación de personas forma parte de los acuerdos que tenemos con Suiza, acuerdos que dan entre otras cosas un acceso a nuestro mercado interior. Ahí no podemos aceptar restricciones como las que se han votado ayer (por el domingo) sin que esto tenga consecuencias sobre el resto de los acuerdos que tenemos con Suiza", ha dicho la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde.
El colegio de comisarios examinará en los próximos días las "implicaciones políticas y jurídicas" del resultado del referéndum celebrado por Suiza este domingo, en el que se aprobó la introducción de cuotas a la entrada de ciudadanos europeos, y de la interpretación que haga el Gobierno suizo.
"La libre circulación de personas es una libertad sagrada para la UE. Este mensaje sigue siendo válido hoy para nuestros Estados miembros y para Suiza, porque forma parte de estos acuerdos", ha subrayado Ahrenkilde. La portavoz ha tratado no obstante de desvincular el referéndum suizo de iniciativas de varios Estados miembros, liderados por Reino Unido, que también han propuesto introducir cuotas a la entrada de ciudadanos europeos.
La Comisión ha eludido no obstante precisar qué represalias concretas podría adoptar contra Suiza si sigue adelante con su plan de cuotas o cuál será el impacto del referéndum en las negociaciones para un nuevo acuerdo institucional entre la UE y Suiza, cuyo inicio estaba previsto para el próximo miércoles.
Bruselas adoptará represalias
La Comisión Europea ha resaltado este lunes que la libre circulación de personas es un principio "sagrado" para la UE y ha avisado a Suiza de que no aceptará que imponga restricciones a la entrada de ciudadanos europeos sin adoptar represalias en el resto de acuerdos que permiten a las empresas suizas acceder al mercado interior comunitario.
"La libre circulación de personas forma parte de los acuerdos que tenemos con Suiza, acuerdos que dan entre otras cosas un acceso a nuestro mercado interior. Ahí no podemos aceptar restricciones como las que se han votado ayer (por el domingo) sin que esto tenga consecuencias sobre el resto de los acuerdos que tenemos con Suiza", ha dicho la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde.
El colegio de comisarios examinará en los próximos días las "implicaciones políticas y jurídicas" del resultado del referéndum celebrado por Suiza este domingo, en el que se aprobó la introducción de cuotas a la entrada de ciudadanos europeos, y de la interpretación que haga el Gobierno suizo.
"La libre circulación de personas es una libertad sagrada para la UE. Este mensaje sigue siendo válido hoy para nuestros Estados miembros y para Suiza, porque forma parte de estos acuerdos", ha subrayado Ahrenkilde. La portavoz ha tratado no obstante de desvincular el referéndum suizo de iniciativas de varios Estados miembros, liderados por Reino Unido, que también han propuesto introducir cuotas a la entrada de ciudadanos europeos.
La Comisión ha eludido no obstante precisar qué represalias concretas podría adoptar contra Suiza si sigue adelante con su plan de cuotas o cuál será el impacto del referéndum en las negociaciones para un nuevo acuerdo institucional entre la UE y Suiza, cuyo inicio estaba previsto para el próximo miércoles.
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