domingo, 23 de febrero de 2014

Los nuevos gobernantes de Ucrania desmantelan la estructura de poder de Yanukovich


KIEV.- Los nuevos gobernantes de Ucrania, apenas 24 horas después de derrocar al presidente Viktor Yanukovich, comenzaron a desmantelar con rapidez su estructura de poder, designando a un líder provisional y destituyendo a sus ministros clave.

En una sesión parlamentaria de urgencia, trabajaron a un ritmo atropellado para desmantelar la camarilla de ministros y amigos que Yanukovich reunió a su alrededor desde que llegó al poder en 2010.
Yanukovich permanecía en un lugar no desvelado del este de Ucrania, protestando desde allí contra los "bandidos que aterrorizan al país" y declarándose el presidente legítimo que ha caído víctima de un golpe de Estado.
Pero con deserciones en su Partido de las Regiones que ahora engrosan las filas de la oposición en el Parlamento, los diputados opositores no se toparon con dificultades en la Rada para impulsar decisiones que redujeron a pedazos lo que él había construido.
Oleksander Turchinov, designado responsable de la Cámara, recibió temporalmente las labores presidenciales, una píldora particularmente agria para el fugitivo Yanukovich ya que Turchinov es hombre de confianza de su eterna rival, Yulia Tymoshenko.
El ministro de Exteriores de Yanukovich, Leonid Kozhara, que defendió el rechazo de su jefe a la Unión Europea ante las críticas de Occidente, fue uno de los primeros en marcharse.
El ministro de Educación, Dmitry Tabachnik, una popular figura acusada por muchos de traer una interpretación de la historia ucraniana afín a Rusia a las escuelas, le siguió.Los organismos de cumplimiento de la ley y destacadas figuras fueron objetivo particular del Parlamento por su implicación en los choques con manifestantes, que se cobraron la vida de al menos 82 personas antes de que Yanukovich huyera de Kiev.
El ministro del Interior, Vitaly Zakharchenko - una figura odiada por el movimiento de protesta -, fue despojado de su cargo el viernes y, como otros, permanece oculto.
Cuando los nuevos responsables policiales y de seguridad asumieron sus puestos el domingo, anunciaron órdenes de detención contra el ministro de Ingresos de Yanukovich, Oleksander Klimenko - un aliado particularmente cercano -, y su fiscal general, Viktor Pshonka.
A Pshonka se le ha relacionado con la acusación a Tymoshenko, que terminó en 2011 con la condena de prisión a siete años por abuso de poder cuando era primera ministra.
En el Parlamento se escuchó que Pshonka y Klimenko habían sido en un principio detenidos en un aeropuerto de la localidad oriental de Donetsk pero que escaparon después de que hombres armados entraran en la sala VIP y comenzaran a disparar.
"Se ha abierto una investigación y un grupo operativo está trabajando para la detención de estas personas, y para traerlas ante la Justicia", dijo Oleh Makhnytsky, fiscal general en funciones.
Bajo presión, también, de la Maidan - el nombre dado ahora al movimiento de protesta que derrocó a Yanukovich -, los nuevos líderes dijeron que los policías o quienes dispararon o dieron órdenes de disparar contra ciudadanos también serían juzgados.
"Desde ayer, se han puesto en marcha medidas operativas para impedir que los criminales que dispararon contra personas o dieron órdenes (para disparar) abandonen el territorio de Ucrania. Cualquier persona que diera órdenes de disparar debe ser detenida", dijo Nalivaychenko.
El ministro del Interior en funciones, Arsen Avakov, dijo que se había abierto una investigación para identificar a quienes habían sobrepasado sus poderes durante las protestas masivas registradas en Ucrania. Treinta posibles sospechosos han sido ya identificados entre los policías, dijo.
Aunque Avakov dijo que la policía estaba investigando "los graves crímenes por parte de los dirigentes anteriores", no se ha dado ninguna orden para la detención del propio Yanukovich.
Su paradero concreto se desconocía el domingo, aunque podría estar en su bastión de Donetsk, en el este del país.
Guardias fronterizos dijeron el sábado que había intentado salir de Donetsk en un vuelo charter a un destino no desvelado, pero tras negársele el permiso, sus guardias de seguridad se lo llevaron en coche.
Aunque el Parlamento no emitió una orden de arresto, los diputados encontraron una forma de hacerle daño: designar que la lujosa finca de 140 hectáreas de las afueras de Kiev (en la imagen) fuera devuelta al Estado en un plazo de diez días.
En el Parlamento, sus apoyos finalmente colapsaron, y Oleksander Yefremov, hasta el domingo a cargo de la facción del partido, denunció a su anterior jefe por dar "órdenes criminales" que produjeron muertos, arcas estatales vacías, una gran deuda y "vergüenza sobre el pueblo ucraniano".

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