LISBOA.- El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho,
resaltó que su país logró en 2013 mejores indicadores económicos de lo
esperado y exhortó a la oposición a reconocer este logro y a mostrar más
disponibilidad para alcanzar consensos.
"Superamos
todas las expectativas que fueron formuladas", defendió el dirigente
luso durante el debate quincenal celebrado en el Parlamento.
Según
los datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística
(INE), Portugal cerró 2013 por tercer año consecutivo en recesión, pero
con una caída del PIB del 1,4 %, cuatro décimas inferior al último
cálculo tanto del Ejecutivo como de la UE y el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
Los números muestran, además,
una tendencia positiva que se prolonga desde el mes de abril, motivo por
el que para 2014 el Ejecutivo conservador prevé un crecimiento del 0,8
%.
Passos Coelho, de hecho, admitió hoy por primera
vez que es "muy probable" que se revisen estas estimaciones debido a que
el aumento del PIB este año "puede ser superior" al pronosticado hasta
ahora.
El Gobierno luso también ha mostrado su
satisfacción con los resultados obtenidos en 2013 en otros indicadores
económicos, entre ellos el desempleo, que bajó más de punto y medio en
un año, hasta el 15,3 % en el cuarto trimestre.
En
opinión del primer ministro, estas cifras deberían servir para que
socialistas, comunistas, marxistas y ecologistas -los cuatro partidos en
la oposición en Portugal- se aproximasen al Gobierno después de meses
de continuo distanciamiento.
No obstante, consideró
necesario "no alimentar ninguna euforia" en un momento clave para el
país, que se encuentra en la fase final de su rescate financiero, que
expira en poco más de tres meses.
Los socialistas
han endurecido sus críticas hacia el Ejecutivo y han asegurado en
diferentes ocasiones que modificarán algunas de las reformas aprobadas
por los conservadores cuando regresen al poder, entre ellas la del mapa
judicial -que ha supuesto el cierre de una veintena de tribunales en
pequeños municipios- o la del mercado de trabajo.
El
secretario general del PS, António José Seguro, acusó al primer
ministro durante su intervención en el Parlamento de querer crear "una
fábula" sobre el "milagro económico" de Portugal con objetivos
electoralistas.
Seguro argumentó que la caída del
PIB fue superior a la prevista inicialmente por la troika, recordó que
el descenso del paro tiene relación con el descenso de la población
activa como efecto de la emigración y subrayó que la recuperación de la
demanda interna se produjo gracias al fallo del Tribunal Constitucional
que anulaba varios recortes aprobados por el Gobierno.
"Habla
aquí de crecimiento cuando hubo una caída del 1,4 % del PIB, cuando la
recesión acumulada en los últimos tres años se sitúa en el 5,8 %, fueron
destruidos 323.500 puestos de trabajo y la población empleada disminuyó
en 120.000 personas", censuró el líder del Partido Comunista, Jerónimo
de Sousa.
Desde el marxista Bloque de Izquierda
recordaron que Portugal no ha dejado de incrementar su nivel de deuda
pública a pesar de haber solicitado el rescate en 2011 -actualmente
equivale a cerca del 130 % del PIB- y recalcaron que si alguien ayudó a
dinamizar el consumo fue el Tribunal Constitucional.
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