ROMA.- El líder del centroizquierda italiano, Mateo Renzi,
recibió el lunes un mandato para formar nuevo gobierno, prometiendo
reformas fiscales, laborales e institucionales rápidas para reavivar una
economía con graves problemas.
Renzi necesita forjar un acuerdo formal de coalición con el pequeño
partido de centroderecha NCD para asegurarse la mayoría y designar a su
gabinete antes de buscar el voto de confianza del Parlamento,
probablemente a finales de esta semana.
Ha prometido un programa de acción radical para sacar a Italia
de su recesión económica más grave desde la Segunda Guerra Mundial,
pero tendrá que tratar con la misma coalición inmanejable con la que el
anterior líder fue incapaz de aprobar importantes reformas.
"En esta difícil situación, pondré toda la energía y compromiso de
los que soy capaz", dijo a los periodistas tras una reunión de 90
minutos con el presidente Giorgio Napolitano en la que le fue entregado
el mandado para formar un nuevo gobierno.
"El sentido de urgencia es extraordinariamente delicado e
importante, pero también es cierto que, dado el horizonte temporal que
hemos establecido de un periodo parlamentario completo, necesitaremos
unos días antes de aceptar formalmente el mandato", dijo.
Era previsible que el alcalde de Florencia, de 39 años, asumiera el
cargo desde que orquestó la retirada de su rival en el partido, Enrico
Letta, como primer ministro en una reunión de la dirección del Partido
Democrático la semana pasada, tras la creciente impaciencia con respecto
al lento ritmo de las reformas económicas.
Renzi recibió el apoyo del ex primer ministro británico Tony Blair,
el político extranjero con el que es comparado más a menudo, quien dijo
que tenía "dinamismo, creatividad y tenacidad para triunfar".
Sin embargo, la agencia de calificación Fitch señaló que la escala
del desafío le lleva a mantener su perspectiva negativa sobre Italia
resaltando el riesgo de más inestabilidad política.
La tercera mayor economía de la zona euro técnicamente ya no está en
recesión desde que volvió al crecimiento en el cuarto trimestre de
2013. Sin embargo, sigue estando profundamente marcada por la crisis con
una deuda pública de dos billones de euros, una base industrial
destrozada y millones de personas sin trabajo.
Renzi dijo que esperaba plantear cambios completos de la legislación
electoral y de las instituciones políticas para finales de febrero, a
las que continuarán las reformas laborales en marzo, una modernización
de la administración pública en abril y la reforma fiscal en mayo.
Ha prometido acciones rápidas para crear empleos, reducir impuestos y
una burocracia asfixiante que pesa sobre empresarios y empresas, pero
ha ofrecido pocas propuestas específicas de políticas mientras una
prometida "Ley del empleo", esperada para el mes pasado, ha sido
retrasada.
Renzi dijo que espera presentar reformas completas de la ley
electoral italiana y las instituciones políticas a finales de febrero, a
las que seguirán reformas laborales en marzo, una revisión de la
administración pública en abril y una reforma fiscal en mayo.
Con el proceso para la formación de un nuevo gobierno ya en marcha,
la atención se ha centrado en la posible elección de Renzi para ocupar
el Ministerio de Economía, una posición vital para tranquilizar a los
socios internacionales del país.
La especulación se ha centrado en Lucrezia Reichlin, profesora en la
London School of Economics y que también está en la carrera para
convertirse en vicegobernadora del Banco de Inglaterra.
Otros posibles candidatos incluyen a Fabrizio Barca, ministro en el
gobierno tecnócrata de Mario Monti que rigió Italia desde 2011 hasta el
año pasado, y Giampaolo Galli, diputado del PD y execonomista del Banco
de Italia con experiencia previa en la asociación empresarial
Confindustria.
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