MADRID.- El consorcio internacional de empresas Grupo Unidos por el Canal
(GUPC), liderado por la constructora española Sacyr, ha expresado su
voluntad de encontrar una solución de financiación que permita terminar
el proyecto y las obras de ampliación del Canal de Panamá en 2015, a
pesar de la ruptura de las negociaciones por parte de la Autoridad del
Canal de Panamá (ACP).
"La ruptura de las negociaciones pone la
expansión del Canal de Panamá y hasta 10.000 puestos de trabajo en
riesgo inminente", indicó el consorcio en un comunicado remitido por
Sacyr a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Además, la
aseguradora Zurich estima que el proyecto se retrasará entre tres y
cinco años si no hay acuerdo.
El grupo de empresas señaló que, "sin una solución inmediata", Panamá
y ACP se enfrentarían a la posibilidad de años de disputas ante los
tribunales nacionales e internacionales sobre los pasos que han llevado
el proyecto al borde del fracaso.
En este sentido, el consorcio
compuesto por Sacyr (España), Salini - Impregilo (Italia), Jan De Nul
(Bélgica) y Constructora Urbana (Panamá) destacó que ya ha terminado más
de 70% del proyecto del tercer juego de esclusas a pesar de las
dificultades y pérdidas financieras y subrayó que ha estado haciendo
propuestas y respondiendo a propuestas de la ACP "de manera continua y
casi diaria".
"GUPC continuó haciendo esfuerzos ayer tras
mandar a la ACP la última propuesta para alcanzar un acuerdo y permitir
que se complete el proyecto de la expansión en el menor tiempo posible",
indicó el consorcio, que en ninguna parte de su extenso comunicado
(siete folios) precisa si paralizará o no las obras ante la ruptura da
las negociaciones.
GUPC asegura que en su última propuesta
incluyó una carta al administrador de la ACP, Jorge Quijano, en la que
le invitaba a abandonar su posición "injustificadamente rígida" y a
abonar una factura pendiente de 50 millones de dólares (37 millones de
euros) para pagar a subcontratistas y trabajadores "y cubrir así las
nóminas de esta semana".
El consorcio cifra la financiación necesaria adicional para terminar
las obras en 1.600 millones de dólares (casi 1.184 millones de euros),
una "carga de tal magnitud" que, según dice, "ningún contratista o
empresa privada puede soportar por sí misma".
"Las empresas que
componen GUPC son empresas de construcción, no bancos. Es injusto e
imposible para ACP y Panamá esperar que las empresas privadas financien
por sí mismas 1.600 millones de dólares en costes en un proyecto que
debería ser financiado en su totalidad por la ACP", alega el consorcio.
En todo caso, GUPC ha recordado que la propuesta que hizo a la
Autoridad del Canal pasa por compartir al 50% la carga de la
financiación necesaria hasta la finalización del proyecto.
En
concreto, en virtud de esta propuesta, las aportaciones del consorcio
sumarían unos 800 millones de dólares (591,5 millones de euros),
mientras que las de la ACP serían de 100 millones de dólares (73,9
millones de euros) y una moratoria de devolución de 785 millones de
dólares (580,5 millones de euros) en pagos anticipados realizados bajo
el contrato.
En su comunicado, el consorcio no advierte
únicamente de los riesgos económicos que conllevaría la falta de
acuerdo, sino también de la imagen que se daría. "El fracaso de un
proyecto estratégico para la economía de Panamá y el mundo dejará una
sombra permanente sobre el proyecto de expansión del Canal de Panamá en
los libros de historia", subraya.
"Un acuerdo entre ACP y GUPC
ofrece el único camino para terminar el Canal con prontitud y eficiencia
con el menor impacto sobre los trabajadores y sus familias,
subcontratistas, proveedores y todos los afectados por el abandono de
las negociación", por lo que invita a la Autoridad del Canal colaborar
en la búsqueda de una solución.
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