lunes, 3 de marzo de 2014

Draghi dice que las expectativas inflacionistas están contenidas en la eurozona


BRUSELAS.- Las expectativas inflacionistas en la eurozona se mantienen contenidas, en línea con la definición de estabilidad de precios del Banco Central Europeo, dijo el lunes su presidente, Mario Draghi.

En una presentación ante legisladores europeos en Bruselas, Draghi sostuvo que el bloque está "moviéndose claramente en la dirección correcta - el vaso está, al menos, medio lleno".
Draghi reiteró también el compromiso del BCE de cumplir con su mandato a la estabilidad de precios.
"Nuestro compromiso (...) se refleja en que las expectativas de la inflación en el más largo plazo siguen estando bien ancladas, en línea con el interés del Consejo de Gobierno de mantener las tasas de inflación bajas, pero cerca de un 2 por ciento en el medio plazo", sostuvo Draghi ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
Draghi ha avisado de nuevo este lunes de que "es demasiado pronto para declarar misión cumplida" tras la crisis porque el nivel de paro en la eurozona sigue siendo "inaceptablemente alto" y ha pedido a los Estados miembros que sigan con las reformas y que cumplan el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, pero con un ajuste basado en bajadas de impuestos, recortes de gasto y aumento de inversión en infraestructuras.
"Los retos pendientes son demasiado importantes y demasiado complejos como para caer en la complacencia", ha dicho Draghi en su última comparecencia de la legislatura ante la Eurocámara.
"Los Estados miembros deben mantener sus promesas de corregir los desequilibrios y reformar la estructura de sus economías. Las políticas presupuestarias deben ajustarse a las disposiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y del Tratado Fiscal", ha insistido el presidente del BCE.
"Lo que los Gobiernos podrían hacer -ha proseguido- es repensar sus esfuerzos de consolidación fiscal, no el sentido de deshacer los progresos logrados que han costado tanto esfuerzo y dolor, sino en el sentido de llevar a cabo un esfuerzo de consolidación fiscal compatible con el crecimiento".
A juicio de Draghi, "eso significa centrarse en reducir los impuestos, recortar el gasto corriente y aumentar el gasto en capital en infraestructuras, en inversiones públicas", que según ha dicho nunca ha sido tan bajas en los últimos diez años.
"Esto afecta a todos los Estados miembros, no sólo a los que se veía en algún momento en el abismo de la pérdida de acceso a los mercados. Afecta también a las instituciones europeas. Deben garantizar que las reglas comunes se apliquen a fondo y de forma uniforme", ha reclamado el banquero italiano.
Draghi ha solicitado además que se complete en plazo la unión bancaria, en particular mediante el acuerdo entre Gobiernos y Eurocámara sobre el mecanismo único de liquidación de bancos en crisis antes del fin de la legislatura. Para facilitar el acuerdo, el presidente del BCE ha vuelto a reclamar que se acorte de diez a cinco años el plazo para crear el fondo único que servirá para financiar las quiebras.
Además, el banquero italiano ha abogado por corregir las lagunas que todavía existen en la arquitectura de la unión económica y monetaria. Ello significa, a su juicio, alinear la gobernanza económica y las políticas de los Estados miembros. "Compartir soberanía en áreas políticas cruciales es una forma de lograrlo", ha defendido Draghi, que ha recomendado que estas cuestiones se debatan en la campaña a las elecciones europeas.
Draghi ha rechazado dar detalles sobre sus intenciones en materia de política monetaria alegando que el jueves se celebra el próximo Consejo de Gobierno del BCE. En su lugar, ha defendido la actuación del BCE durante la crisis y ha sostenido que "las expectativas de la inflación a medio y largo plazo siguen firmemente ancladas" por debajo pero cerca del 2%.
En este sentido, Draghi ha atribuido la actual baja inflación en la eurozona -que se situó en febrero en el 0,8%- a los "bajos precios de la energía y los alimentos" y al "ajuste en los cuatro países bajo programa (de rescate)": Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre.
"Creemos que a medio plazo (la inflación) repuntará y convergerá con las expectativas, que hasta ahora, en el medio y largo plazo, siguen estando firmemente ancladas en el 2%", ha insistido el banquero italiano, que ha apuntado que la política monetaria del BCE es "muy acomodaticia".
Draghi ha avisado incluso de que "hay signos de aumentos en los precios de la vivienda en algunas partes de la eurozona".
 "Todavía es pronto para hablar de una burbuja en el precio de la vivienda pero ciertamente lo estamos mirando con gran atención", ha señalado.
Mario Draghi reiteró el compromiso de la institución de cumplir con su mandato a la estabilidad de precios.
Nuestro compromiso (...) se refleja en que las expectativas de la inflación en el más largo plazo siguen estando bien ancladas, en línea con el interés del Consejo de Gobierno de mantener las tasas de inflación bajo, pero cerca de dos por ciento en el mediano plazo, dijo.
El BCE redujo sus tasas de interés a mínimos históricos, inyectó liquidez adicional al sistema bancario y anunció un nuevo programa de compra de bonos del Gobierno, pero las medidas hasta el momento no lograron llevar los préstamos a la economía real, opinan expertos.
El Banco, que recortó su principal tasa de interés a un mínimo de 0,25 por ciento en noviembre de 2013, la mantendrá en ese nivel hasta mediados de 2015.
Analistas advierten de riesgos de deflación, un fenómeno nocivo para el dinamismo de una economía porque aplaza las decisiones de compra -con la expectativa de que los precios sigan bajando- y desalienta por ello las inversiones.
El presidente del llamado guardián del euro, Mario Draghi, remarcó que la deflación en "cámara lenta" vista durante meses en la Eurozona y la persistente debilidad apuntan a un período prolongado de bajos precios.
El recorte de tipos de interés, apuntó, tiene como objetivo restaurar un margen de seguridad contra ese fenómeno más que apuntar a que el riesgo de dicho problema se pueda materializar en el bloque monetario.
Anticipó que los leves índices de inflación, una de las evidencias de la debilidad económica de la Eurozona, se mantendrán frágiles al menos hasta 2015 y lejos del objetivo establecido por el ente emisor de cerca, pero por debajo de los dos puntos.
El BCE continúa apostando por la política de dinero barato al mantener en un mínimo histórico su principal tasa de interés ante la incertidumbre económica en la Eurozona.

Lo de Ucrania puede impactar

Draghi también ha avisado este lunes de que los riesgos geopolíticos crisis provocada por la intervención del ejército ruso en Ucrania podrían tener un impacto en la recuperación de la eurozona y ha dicho que el BCE está siguiendo de cerca la situación.
   En su comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara, Draghi ha explicado que "los vínculos financieros y comerciales entre Ucrania y la eurozona son bastante pequeños".
"Desde esta perspectiva restringida, el impacto económico en la eurozona será relativamente limitado", ha argumentado.
   No obstante, el presidente del BCE ha admitido que "las dimensiones geopolíticas de esta situación podrían tener una fuerza y una capacidad de afectar a los acontecimientos que puede ir más allá de los vínculos reales y los números estadísticos".
El BCE celebrará el jueves su reunión de política de marzo.
En un sondeo, 26 de 78 economistas pronosticaron un recorte en la tasa de refinanciación desde el actual 0,25 por ciento.

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