ROMA.- El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el
director general de la FAO, José Graciano da Silva, exhortaron hoy a los
gobiernos a aplicar políticas impulsoras de la agricultura familiar y
de apoyo a los pequeños cultivadores.
"Los gobiernos pueden empoderar a los agricultores familiares,
especialmente a las mujeres y los jóvenes, mediante políticas que
propicien un desarrollo rural equitativo y sostenible", remarcó Ban
Ki-moon en un mensaje leído por Da Silva en el Foro Mundial y la Expo
sobre Agricultura Familia que se desarrolla en Budapest.
Esto, dijo, incluye una mejor infraestructura para reducir la cantidad de alimentos que se pierden después de la cosecha, cuando los pequeños productores son incapaces de almacenar, procesar y transportar sus productos.
Advirtió que los agricultores familiares en pequeña escala son particularmente vulnerables a los impactos del cambio climático y alentó a la financiación pública y privada a proporcionar servicios financieros vitales, como el crédito y los seguros.
Por su parte, Da Silva subrayó la necesidad de que los gobiernos garanticen el acceso a los recursos de tierra y agua, fortalecer los programas de investigación gestionados públicamente, ampliar la inversión pública en infraestructura rural y poner en marcha programas de protección social y establecer por ley un salario mínimo.
Enfatizó que los agricultores familiares, pescadores, personas dependientes de los bosques, pastores y comunidades tradicionales e indígenas son clave para la seguridad alimentaria en la mayoría de los países.
El director general de la FAO explicó que un estudio reciente realizado en 93 países muestra que las familiares representan más del 90 por ciento de todas las explotaciones agrícolas.
Los agricultores familiares, agregó, manejan la mayor parte de las tierras agrícolas del mundo, incluidas hasta un 85 por ciento en Asia y el 63 por ciento en Europa.
Aparte de producir un elevado porcentaje de los alimentos que comemos, la agricultura familiar es, con mucho, la mayor fuente de empleo en el mundo, apuntó.
El 2014 fue nombrado por Naciones Unidas como Año Internacional de la Agricultura Familiar.
Esto, dijo, incluye una mejor infraestructura para reducir la cantidad de alimentos que se pierden después de la cosecha, cuando los pequeños productores son incapaces de almacenar, procesar y transportar sus productos.
Advirtió que los agricultores familiares en pequeña escala son particularmente vulnerables a los impactos del cambio climático y alentó a la financiación pública y privada a proporcionar servicios financieros vitales, como el crédito y los seguros.
Por su parte, Da Silva subrayó la necesidad de que los gobiernos garanticen el acceso a los recursos de tierra y agua, fortalecer los programas de investigación gestionados públicamente, ampliar la inversión pública en infraestructura rural y poner en marcha programas de protección social y establecer por ley un salario mínimo.
Enfatizó que los agricultores familiares, pescadores, personas dependientes de los bosques, pastores y comunidades tradicionales e indígenas son clave para la seguridad alimentaria en la mayoría de los países.
El director general de la FAO explicó que un estudio reciente realizado en 93 países muestra que las familiares representan más del 90 por ciento de todas las explotaciones agrícolas.
Los agricultores familiares, agregó, manejan la mayor parte de las tierras agrícolas del mundo, incluidas hasta un 85 por ciento en Asia y el 63 por ciento en Europa.
Aparte de producir un elevado porcentaje de los alimentos que comemos, la agricultura familiar es, con mucho, la mayor fuente de empleo en el mundo, apuntó.
El 2014 fue nombrado por Naciones Unidas como Año Internacional de la Agricultura Familiar.
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