LA HABANA.- Cuba buscará atraer más capital con una nueva ley de
inversión extranjera que reduce a la mitad el impuesto sobre los
beneficios hasta un 15 por ciento y ofrece ocho años de gracia a la
mayoría de los inversores, dijo el miércoles la prensa oficial.
La Asamblea Nacional se reunirá el sábado para aprobar la nueva ley,
con la que el gobierno comunista de la isla pretende reinsertar al país
en la economía mundial.
Según el diario oficial Juventud Rebelde, la ley propone agresivas
rebajas fiscales y ofrece protección legal para los inversores
extranjeros, en general reacios a arriesgar capital en la economía de
estilo soviético.
Se espera que la Asamblea Nacional apruebe la ley con pocos cambios o sin alteraciones.
Sin embargo, las inversiones extranjeras en la explotación de
recursos naturales, como el petróleo, podrían estar sujetas a mayores
impuestos sobre beneficios de hasta un 22,5 por ciento, según el acuerdo
que negocien con el Estado, dijo Juventud Rebelde.
En base a la actual ley de inversiones extranjeras, vigente desde
1995, todas las exenciones fiscales son negociadas y las compañías
extranjeras pagan impuestos de un 30 por ciento. Cuba aplica además un
impuesto laboral del 20 por ciento, aunque está siendo reducido
gradualmente.
La nueva ley "aplicaría (...) un tipo impositivo del 15 por ciento
sobre el beneficio neto imponible". Juventud Rebelde dijo que el resto
de los beneficios podrán ser repatriados.
Los inversores extranjeros tendrán que seguir contratando a sus
empleados a través de empresas estatales, una de las mayores quejas de
los empresarios.
Sin embargo, Juventud Rebelde dijo que los intermediarios en la
contratación ya no buscarán ganar dinero, lo que sugiere que los
trabajadores recibirán más dinero y será más fácil negociar sus
salarios.
Cuba está aislada de la inversión de Estados Unidos debido al
embargo comercial que le aplica Washington desde poco después de la
revolución liderada por Fidel Castro en 1959.
La nueva ley de inversión estaba prevista desde 2011, cuando el
actual presidente Raúl Castro aprobó un plan de más de 300 reformas
económicas que buscan reflotar el socialismo y están orientadas al
mercado.
"El Gobierno cubano tiene una importante brecha de credibilidad que
superar con los inversores extranjeros", dijo Paul Hare, exembajador
británico en Cuba y ahora profesor en la Universidad de Boston.
"Los inversores quieren pruebas, no sólo la legislación, de que Cuba
esté dispuesta a permitir que los inversores ganen dinero, contratar a
los cubanos que seleccionen y no mover la portería cuando el éxito
parezca ser demasiado gratificante", agregó.
El impuesto del 20 por ciento sobre el trabajo será eliminado por
completo, de acuerdo con la versión del proyecto de ley, publicado por
el sitio web Progreso Semanal, con sede en Miami.
"El impacto de la política se conocerá una vez que Cuba inicie la
negociación de acuerdos con socios potenciales, pero los incentivos y la
flexibilidad de la nueva ley parece estar diseñado para atraer el
capital necesario para levantar la economía y hacer que las reformas
tengan éxito", dijo Phil Peters, que dirige en Virginia un centro de
investigación sobre Cuba.
"La agricultura, el azúcar y las energías renovables son los
sectores clave para ver signos de una nueva actitud hacia la inversión
extranjera", agregó.
Hasta la fecha las reformas no han dado lugar a un mayor
crecimiento. Se espera que el Producto Interior Bruto se desacelere a
2,2 por ciento este año, frente al 2,7 por ciento en 2013.
La ley actual y la nueva ley permiten invertir al 100 por cien de
las empresas de propiedad extranjera y no excluyen expresamente a los
cubanos que son ciudadanos de otros países, pero en la práctica Cuba ha
insistido en tener el 51 por ciento de participación en las empresas
mixtas y no ha permitido a los cubanos en el extranjero invertir, salvo
en pequeñas empresas.
Actualmente existen alrededor de 200 empresas conjuntas y otros
proyectos relacionados con la inversión extranjera en Cuba, en
comparación con más de 400 hace unos 12 años. El país de Gobierno
comunista es considerado uno de los menos favorables a las inversiones
en el mundo.
Menos Salud y Educación
Cuba autorizará la inversión extranjera en todos los sectores menos los de educación, salud e "instituciones armadas" y establecerá exenciones tributarias para beneficiar a las empresas foráneas, según detalles divulgados hoy del proyecto de ley que promueve el Gobierno de Raúl Castro.
La entrada de capital extranjero "podría ser autorizada en todos los sectores, excepto en los servicios de salud y educación a la población y todas las instituciones armadas, salvo en sus sistemas empresariales", informó el diario Juventud Rebelde al adelantar aspectos del proyecto de ley que será aprobado por el Parlamento cubano el próximo sábado.
De acuerdo con el rotativo oficial, la nueva ley "busca proveer a los inversionistas extranjeros de plena protección y seguridad jurídica", por lo que sus inversiones "no podrán ser expropiadas, salvo motivos de utilidad pública o interés social previamente declarados por el Consejo de Ministros".
"Esta última situación se realizaría, no obstante, en concordancia con la Constitución y los tratados internacionales suscritos al respecto por el país y con la debida indemnización, establecida por mutuo acuerdo", añade.
En cuanto a beneficios fiscales, se prevén exenciones del pago de impuestos sobre los ingresos personales "a los inversionistas extranjeros socios en empresas mixtas, o partes en contratos de asociación económica internacional".
"Se eximiría del pago de impuesto sobre utilidades a las empresas mixtas y partes en los contratos de asociación económica, por un período de ocho años a partir de su constitución -y el Consejo de Ministros podrá extender el período-, entre otros beneficios sobre el tema", precisa el periódico.
El tipo impositivo sobre utilidades netas será del 15 por ciento, aunque este puede aumentarse por decisión del Consejo de Ministros hasta un 50 por ciento cuando "concurra la explotación de recursos naturales, renovables o no".
Los inversionistas podrían ser beneficiados también "con bonificaciones de hasta el 50 por ciento en varios impuestos".
La nueva ley de Inversión Extranjera modificará la vigente desde 1995 con el objetivo de adecuarse a las reformas económicas que impulsa el Gobierno para "actualizar" su modelo socialista.
Aunque Cuba comenzó a abrirse a las inversiones extranjeras desde mediados de la década de los años ochenta del siglo pasado, fue en los noventa que impulsó esa opción a partir de la crisis económica generada por el colapso de la Unión Soviética.
Actualmente, la isla busca atraer capitales extranjeros y desarrolla proyectos como la recién creada Zona Especial de Desarrollo del puerto de Mariel, considerada la más importante obra de desarrollo que se ejecuta en su territorio.
Menos Salud y Educación
Cuba autorizará la inversión extranjera en todos los sectores menos los de educación, salud e "instituciones armadas" y establecerá exenciones tributarias para beneficiar a las empresas foráneas, según detalles divulgados hoy del proyecto de ley que promueve el Gobierno de Raúl Castro.
La entrada de capital extranjero "podría ser autorizada en todos los sectores, excepto en los servicios de salud y educación a la población y todas las instituciones armadas, salvo en sus sistemas empresariales", informó el diario Juventud Rebelde al adelantar aspectos del proyecto de ley que será aprobado por el Parlamento cubano el próximo sábado.
De acuerdo con el rotativo oficial, la nueva ley "busca proveer a los inversionistas extranjeros de plena protección y seguridad jurídica", por lo que sus inversiones "no podrán ser expropiadas, salvo motivos de utilidad pública o interés social previamente declarados por el Consejo de Ministros".
"Esta última situación se realizaría, no obstante, en concordancia con la Constitución y los tratados internacionales suscritos al respecto por el país y con la debida indemnización, establecida por mutuo acuerdo", añade.
En cuanto a beneficios fiscales, se prevén exenciones del pago de impuestos sobre los ingresos personales "a los inversionistas extranjeros socios en empresas mixtas, o partes en contratos de asociación económica internacional".
"Se eximiría del pago de impuesto sobre utilidades a las empresas mixtas y partes en los contratos de asociación económica, por un período de ocho años a partir de su constitución -y el Consejo de Ministros podrá extender el período-, entre otros beneficios sobre el tema", precisa el periódico.
El tipo impositivo sobre utilidades netas será del 15 por ciento, aunque este puede aumentarse por decisión del Consejo de Ministros hasta un 50 por ciento cuando "concurra la explotación de recursos naturales, renovables o no".
Los inversionistas podrían ser beneficiados también "con bonificaciones de hasta el 50 por ciento en varios impuestos".
La nueva ley de Inversión Extranjera modificará la vigente desde 1995 con el objetivo de adecuarse a las reformas económicas que impulsa el Gobierno para "actualizar" su modelo socialista.
Aunque Cuba comenzó a abrirse a las inversiones extranjeras desde mediados de la década de los años ochenta del siglo pasado, fue en los noventa que impulsó esa opción a partir de la crisis económica generada por el colapso de la Unión Soviética.
Actualmente, la isla busca atraer capitales extranjeros y desarrolla proyectos como la recién creada Zona Especial de Desarrollo del puerto de Mariel, considerada la más importante obra de desarrollo que se ejecuta en su territorio.
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