sábado, 8 de marzo de 2014

Correa defiende el uso de recursos petroleros para combatir la pobreza en Ecuador

QUITO.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reiteró hoy que la explotación petrolera del Yasuní permitirá sacar de la pobreza a muchos habitantes del país, incluidos los pueblos ancestrales que viven en esa reserva amazónica. 

Con una pequeña huella en el Yasuní podemos sacar de la miseria a muchísima gente, aseveró el mandatario durante su habitual informe semanal de labores, transmitido este sábado desde el cantón Tisaleo, en la provincia andina de Tungurahua.

De acuerdo con Correa, los primeros beneficiados con la explotación de ese recurso natural serán los waoranies, etnia indígena que habita en esa reserva natural.

El imperativo moral del país es vencer la miseria, sobre todo entre nuestros pueblos ancestrales, recalcó el mandatario, quien criticó a los grupos ecologistas que se oponen a la extracción del crudo del Yasuní, y buscan recoger las 600.000 firmas necesarias para convocar a un referendo sobre el particular.

Al respecto, Correa llamó a los ciudadanos, y en particular a los jóvenes, a no dejarse engañar, pues el principal problema de ese parque natural no es el petróleo, sino, aclaró, la deforestación asociada a la colonización y la expansión de la frontera agrícola.

Salvemos todos al Yasuní, pero salvemos también a todo el país, señaló el jefe de Estado, tras apuntar que los recursos naturales son necesarios para luchar contra la pobreza.

A mí no me gusta el petróleo, no me gusta la minería, pero menos me gusta la miseria, reiteró Correa, quien en agosto pasado dio marcha atrás a una iniciativa que buscaba dejar bajo tierra el crudo, a cambio de una compensación internacional.

Según el gobierno ecuatoriano, en los seis años transcurridos desde que se hizo la propuesta solo se logró recaudar el uno por ciento de los tres mil 600 millones de dólares que pedía el país andino para no extraer las reservas calculadas en 18.000 millones de dólares.

Los que se oponen a extraer el crudo del Yasuní alegan que la actividad petrolera podría generar un desastre ambiental en la Amazonía, con consecuencias directas sobre la flora, la fauna, y en particular sobre los grupos indígenas que lo habitan.

Las autoridades aseguran, por su parte, que la petrolera estatal Petroamazonas sólo explotará una mínima parte de las 900.000 hectáreas del parque natural, y para ello utilizará modernas técnicas de perforación, extracción y manipulación del crudo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario