sábado, 29 de marzo de 2014

Weidmann, vicepresidente del BCE, afirma que la eurozona no está en un ciclo deflacionista


BERLÍN.- La zona euro no se encuentra en un ciclo de deflación ni el Banco Central Europeo (BCE) debería sobrerreaccionar a una caída de los precios que se debe fundamentalmente a factores cíclicos que probablemente tendrán carácter temporal, dijo el sábado el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann.

Los comentarios del responsable del banco central alemán, que también es miembro del consejo de gobierno del BCE, van en contra de otras declaraciones realizadas la semana pasada que fueron interpretadas por los inversores como una relajación de la prolongada resistencia germana a tomar medidas más radicales para fomentar el crecimiento.
El BCE tiene los tipos de interés de la eurozona en un mínimo histórico, pero a diferencia de otros bancos centrales ha resistido a las peticiones de acompañar esta medida con claras acciones de medidas de estímulo no convencionales (en inglés "quantitative easing") para inyectar más dinero en la economía.
Weidmann dijo que cerca de dos terceras partes de la caída de la inflación en la zona euro hasta el 0,7 por ciento, la tasa más baja desde que la economía se hundió en la recesión en 2009, pueden atribuirse a las caídas en los precios de la energía y de los alimentos.
"La política monetaria debería responder a tales factores sólo en el caso de efectos de segunda ronda", dijo Weidmann en una conferencia en Berlín, matizando que no hablaría de la actual política monetaria antes de la reunión mensual del BCE el próximo jueves.
"Con respecto a la tasa de inflación actual, el área del euro no se encuentra en una espiral bajista autoinfligida de disminuciones de precios, que es nominalmente la definición de deflación". dijo.
Weidmann dijo que los consumidores no estaban retrasando sus compras a la espera de que bajen los precios y que el banco esperaba una recuperación que impulsaría de nuevo las tasas de inflación al alza.
"Esto no significa que un periodo de crecimiento flojo no sea una preocupación para quienes diseñan las políticas", dijo, señalando que respaldaba las nuevas reformas estructurales dentro de los países miembros de la zona euro y una apertura del grifo del crédito bancario a la economía real.
Sin embargo, Weidmann advirtió del riesgo de tener durante mucho tiempo tasas de inflación muy bajas.
"Para mí, es obvio que unas tasas extremadamente bajas son un riesgo para la estabilidad financiera", dijo.
En un momento en que los inversores están firmemente centrados en la posibilidad de que el BCE actúe para estimular el lento crecimiento económico, Weidmann sorprendió a los mercados financieros la semana pasada al afirmar que los tipos de interés negativos eran una alternativa para templar la fortaleza del euro.
También dijo entonces que no había que descartar la compra de préstamos y otros activos a los bancos para apoyar al bloque de países.
Estos comentarios parecieron un cambio en el tono de la tradicional resistencia a medidas de estímulo no convencionales del poderoso banco central alemán.
El Bundesbank ha sido un duro opositor a los programas de compras de bonos del BCE, ideados durante la crisis de deuda, argumentando que estos se metían demasiado en el terreno de la financiación de los gobiernos.

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