SHANGHAI.- Los inversores en las bolsas chinas de Shanghái y Shenzhen se
encuentran a la expectativa de que el país anuncie que autoriza la
emisión de acciones preferentes en ambos parqués, una medida prevista en
principio para el primer semestre de este año, pero que podría
anunciarse este mismo fin de semana.
El presidente de la Comisión
Reguladora del Mercado de Valores (CRMV), Xiao Gang, dijo al diario
oficial "China Securities Journal" que las primeras preferentes de este
tipo empezarían a funcionar de manera experimental durante la primera
mitad de 2014.
Sin embargo, tras las caídas acumuladas por las
bolsas chinas en los últimos días, que llegaron a hundir esta semana
momentáneamente el índice general de Shanghái, su indicador de
referencia, por debajo de la barrera psicológica de los 2.000 puntos,
tres fuentes cercanas a la CRMV dijeron ayer a la prensa que podría
adelantarse.
De esta manera, el programa piloto, que según esas
fuentes no identificadas está listo para ponerse en marcha, podría
empezar a funcionar o anunciarse este fin de semana, lo que ayer animó a
los inversores chinos y propició una buena jornada para los bancos, que
hizo que el índice shanghainés ganara un 1,07 por ciento.
Hoy, sin embargo, cerró con una caída de un 0,73 por ciento.
La
CRMV ha estado recogiendo desde septiembre la opinión del público y de
los actores interesados en el proceso, un paso habitual en el país
comunista antes de aplicar nuevas medidas de este tipo, para preparar la
autorización de este instrumento financiero.
Se espera que las
entidades financieras que cotizan en Shanghái y en Shenzhen sean las
primeras firmas autorizadas a emitir acciones preferentes.
La
CRMV dijo en diciembre que también pretende autorizar a adquirir
preferentes a los inversores extranjeros autorizados a participar en sus
mercados de valores bajo los programas que ya lo hacen posible bajo
supervisión china.
Se trata de su programa de Inversores
Institucionales Extranjeros Cualificados (QFII, en sus siglas
internacionales en inglés), iniciado en 2003 y denominado en dólares, y
del sistema similar para la moneda china (RQFII, por el renminbi, la
"moneda del pueblo", nombre oficial del yuan, en que está denominado).
El RQFII fue iniciado en 2011 para Hong Kong y ampliado en octubre a inversores de Londres y Singapur.
También
podrán comprar preferentes los inversores individuales que dispongan de
más de cinco millones de yuanes (598.000 millones de euros, 823.000
millones de dólares).
Tras la aprobación, en noviembre, de la
inclusión de las preferentes en el sistema bursátil chino por el Consejo
de Estado (Ejecutivo), la CRMV publicó en diciembre un borrador con las
normas que regirán su puesta en marcha.
Las acciones
preferentes, que tienen prioridad sobre las papeletas normales a la hora
de cobrar los dividendos de las compañías en bolsa, suponen un canal de
financiación adicional para las empresas que buscan atraer a inversores
a largo plazo.
Para los bancos chinos puede ser, de esta manera,
también una herramienta adicional para cumplir con el coeficiente de
adecuación de capital que les exige la normativa Basilea III.
Desde
2013 China obliga a sus bancos a que ajusten este coeficiente, que mide
la capacidad del capital de las entidades para asumir cierto margen de
riesgo, de manera más estricta que hasta entonces.
Desde el 1 de
enero del año pasado se aplica en el país la normativa Basilea III
acordada por el G-20 en 2010, que fija que el coeficiente de adecuación
del capital principal de los "bancos importantes para el sistema"
bancario de los países firmantes debe de ser de, al menos, un 9,5 por
ciento antes de que acabe 2013.
El resto de los bancos de los
países del G-20 deberán aumentar ese coeficiente hasta un mínimo de un
8,5 por ciento del total de sus activos para antes de que acabe 2016.
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