BRUSELAS.- La cumbre que la Unión Europea celebrará en marzo y que
es considerada un paso en los esfuerzos del bloque para combatir el
cambio climático se centrará en reforzar la base industrial europea.
El borrador probablemente incremente las preocupaciones del lobby
medioambiental, que teme que se esté ignorando su argumento de que los
empleos verdes son la mejor forma de reflotar la frágil economía
europea.
La cumbre "buscará formas de modernizar la base industrial como
motor del crecimiento económico y el empleo", dice el documento, que
añade que las preocupaciones sobre la competitividad industrial deberían
incluirse en el debate de todo tipo de políticas, incluidas las del
clima.
"El marco regulatorio tanto a nivel europeo como nacional debe
conducirse más a la inversión y la innovación y a reflotar los empleos
manufactureros", añade el documento, en referencia a la iniciativa para
cambiar una tendencia de pérdidas de empleos frente a otras regiones del
mundo.
La cumbre, prevista para el 20 y 21 de marzo, albergará también "un
primer debate político sobre el marco de clima y energía en el período
de 2020 a 2030 y acuerda futuros pasos en términos de orientación y
procedimiento".
Afirma que el propósito es conseguir un acuerdo pronto sobre la
posición de la Unión Europea sobre el objetivo de recorte de emisiones
de carbono para 2030, para que esté preparado para las negociaciones de
la ONU sobre un marco climático global que se espera concluyan en París
el próximo año.
Los diplomáticos de la UE, que hablaron bajo condición de anonimato,
han dicho que no esperan un acuerdo antes de junio como pronto. Polonia
y otros países del este de Europa con gran dependencia del carbón están
buscando concesiones.
Las reuniones ministeriales de lunes y martes en Bruselas albergarán
también un debate preliminar sobre clima y política energética.
La Comisión Europea esbozó en enero el objetivo vinculante de
reducir las emisiones de carbono en un 40 por ciento para 2030 frente al
dato de 1990, por encima del objetivo de reducirlas en un 20 por ciento
para 2020, que la UE ya ha cerrado.
Representantes de la industria pesada han dicho que se sienten
aliviados de ver sólo un objetivo obligatorio, frente al marco de
múltiples objetivos de 2020.
Pero argumentan que la industria necesita más ayuda, especialmente
con los costes energéticos, que dicen están aumentando por las políticas
climáticas.
Para 2020, la Comisión tiene como objetivo no vinculante que el 20
por ciento del Producto Interior Bruto proceda de la industria. Los
analistas dicen que es improbable que se logre dado que el actual
porcentaje, de apenas un 15 por ciento, está reduciéndose, no creciendo.
Alemania es una importante excepción ya que su industria genera casi
el 22 por ciento de la producción económica y ha llevado a peticiones
para que la base manufacturera sea protegida.
El sector renovable, mientras, dice que sufrirá y que los empleos verdes desaparecerán sin políticas más estrictas.
La Comisión Europea ha sugerido un objetivo para toda la UE en 2030
que recoge que el 27 por ciento de la energía usada sea renovable, y los
críticos argumentan que sería mucho más difícil de aplicar que los
objetivos nacionales vinculantes.
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