MOSCÚ.- Rusia, en medio del chaparrón de críticas
internacionales por su intervención militar en la república autónoma
ucraniana de Crimea, sintió hoy las primeras consecuencias económicas de
ese paso con el desplome de su Bolsa y la depreciación del rublo,
aunque insiste en la legitimidad de sus acciones.
La Bolsa de Moscú cerró con un desplome del 12 por ciento en uno de
sus dos índices, en una jornada en la que los títulos de algunas
empresas públicas sufrieron pérdidas históricas, muy por encima del 10
por ciento del que era su valor en los mercados.
El rublo ruso cayó hasta mínimos históricos ante el dólar y el euro
en la bolsa de Moscú (MOEX) en medio del gran temor de los mercados a la
reacción internacional y las posibles sanciones por la ocupación de
facto que ya está llevando a cabo Rusia en la península de Crimea, de
mayoría étnica rusa.
Los rusos se temieron lo peor y vaciaron las reservas diarias de
dólares y euros en las oficinas de sus bancos, la mayoría de los cuales
ya no tenía divisas para vender a media tarde de hoy.
"Llevo desde el fin de semana intentando comprar euros. El sábado fui
a tres bancos distintos y no pude comprar nada más que 180 euros. Hoy
estuve toda la mañana hasta conseguirlo y sólo tras hacer una cola de
media hora", dijo Vladímir, un periodista moscovita.
A lo largo de la sesión en la bolsa de divisas, el dólar superó la
barrera histórica de los 37 rublos y el euro llegó a situarse por encima
de 51,2 rublos, máximos absolutos que retrocedieron hacia el final de
la jornada gracias a la decidida actuación del Banco Central de Rusia.
La intervención del regulador en el mercado de divisas ruso marcó
otro récord absoluto, ya que nunca antes se había inyectado tanto dinero
en el mercado para sostener la caída de la moneda nacional y calmar a
los inversores.
Los expertos en economía y la prensa especializada han vertido duras críticas a la decisión del presidente ruso, Vladímir Putin,
de ocupar militarmente la península de Crimea con el pretexto de
proteger las vidas de los ciudadanos rusos que residen en ese
territorio, declarado en rebeldía contra las nuevas autoridades de
Ucrania.
Crimea perteneció a Rusia hasta 1954, cuando el entonces líder
soviético, Nikita Jruschov, se la regaló a Ucrania, y alberga en su
territorio la base de la Flota rusa del Mar Negro.
"El envío de tropas en el país vecino es un trágico error que lapida
nuestro camino hacia la estabilidad a largo plazo, cuyas consecuencias
políticas y económicas sentiremos durante muchos años", escribió en su
columna el analista del prestigioso diario económico "Védomosti"
Konstantín Sonin.
Mientras, el editorial de esta publicación advirtió de que la
perspectiva de una guerra con Ucrania "devuelve a Rusia a la realidad
del país que tanto le gusta al presidente Vladímir Putin, la Unión
Soviética, sobre el que la guerra siempre pendía como la espada de
Damocles".
"Hoy nos despertamos en un país con una economía de guerra cerrada,
contra el que se pueden aplicar sanciones económicas internacionales,
que será expulsado del G-8 de un momento a otro y que no pudo ser
competitivo en un mundo global abierto e intenta ahora mostrar su fuerza
con amenazas militares", lamenta el diario.
Mientras, contra viento y marea de la opinión pública internacional,
el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso calificó de "adecuadas y
legales" las medidas emprendidas por Rusia en Crimea.
Y, por si fuera poco, 16 diputados de la Duma estatal (cámara baja)
rusa registraron un proyecto por el que Rusia podría anexionarse Crimea
con el pretexto de proteger a los ciudadanos de la etnia rusa, mayoría
en la autonomía.
Dicha anexión sería más factible con la construcción de un puente
sobre el estrecho de Kerch, que separa la península del territorio ruso,
un proyecto acordado con el depuesto presidente ucraniano Víktor
Yanukóvich y que será llevado a cabo por Moscú a pesar del vuelco de
poder en Kiev, como anunció hoy el primer ministro ruso, Dmitri
Medvédev.
Desplome de los índices bursátiles
El pánico en el mercado bursátil por la escalada de tensiones en torno a Ucrania y amenazas contra Rusia provocó hoy un desplome de los principales indicadores y de las acciones de gigantes corporativos como Gazprom y Lukoil. La caída del índice MICEX (de la Bolsa de Divisas de Moscú, MMVB) hasta 1267,94 puntos (-12,2 por ciento), el más bajo desde el verano de 2012, y del RTS (comercial) a la marca de 1092,48 (-13,8), la mínima desde septiembre de 2009, registró otra jornada de "lunes negro" en la plaza, según analistas.
En general el masivo abaratamiento de las acciones en las primeras subastas de primavera pasó a considerarse un nuevo récord desde la avalancha de pérdidas en el otoño de 2008, como efecto de la crisis financiera global.
La suma total de las operaciones bursátiles en la Bolsa Moscovita apenas alcanzó el máximo registrado el 9 de agosto de 2011, de poco más de 115 mil 200 millones de rublos (algo más de tres mil 291 millones de dólares), a cuenta principalmente de los activos vendidos de Sberbank (Banco de Ahorro) y de Gazprom.
En la jornada bajaron las cotizaciones de los títulos de VTB (Banco de Comercio Exterior), Gazprom, Gazprom neft, Lukoil, NovaTek, Nornikel, Rosneft, Rostelecom, Plius Zoloto y Sberbank, entre las reventas más señaladas.
De acuerdo con analistas, el mercado reaccionó así ante las tensiones que originó la disposición del Consejo de la Federación (senado ruso), el sábado último, de dar luz verde al presidente ruso, Vladimir Putin, para el uso de las fuerzas armadas en territorio ucraniano.
El trasfondo político fue también un factor para apuntalar el fortalecimiento del euro y el dólar frente al rublo, con nuevos máximos históricos en marzo.
Casi al final del lunes la divisa estadounidense subió hasta 36,53 al cambio, ganando 64,9 kopeeks respecto al cierre anterior. Mientras tanto, el euro continúo la espiral al alza sin precedentes en esta plaza (+ 73,2 kopeeks), al nivel de los 50,31 en la paridad con el rublo.
Desplome de los índices bursátiles
El pánico en el mercado bursátil por la escalada de tensiones en torno a Ucrania y amenazas contra Rusia provocó hoy un desplome de los principales indicadores y de las acciones de gigantes corporativos como Gazprom y Lukoil. La caída del índice MICEX (de la Bolsa de Divisas de Moscú, MMVB) hasta 1267,94 puntos (-12,2 por ciento), el más bajo desde el verano de 2012, y del RTS (comercial) a la marca de 1092,48 (-13,8), la mínima desde septiembre de 2009, registró otra jornada de "lunes negro" en la plaza, según analistas.
En general el masivo abaratamiento de las acciones en las primeras subastas de primavera pasó a considerarse un nuevo récord desde la avalancha de pérdidas en el otoño de 2008, como efecto de la crisis financiera global.
La suma total de las operaciones bursátiles en la Bolsa Moscovita apenas alcanzó el máximo registrado el 9 de agosto de 2011, de poco más de 115 mil 200 millones de rublos (algo más de tres mil 291 millones de dólares), a cuenta principalmente de los activos vendidos de Sberbank (Banco de Ahorro) y de Gazprom.
En la jornada bajaron las cotizaciones de los títulos de VTB (Banco de Comercio Exterior), Gazprom, Gazprom neft, Lukoil, NovaTek, Nornikel, Rosneft, Rostelecom, Plius Zoloto y Sberbank, entre las reventas más señaladas.
De acuerdo con analistas, el mercado reaccionó así ante las tensiones que originó la disposición del Consejo de la Federación (senado ruso), el sábado último, de dar luz verde al presidente ruso, Vladimir Putin, para el uso de las fuerzas armadas en territorio ucraniano.
El trasfondo político fue también un factor para apuntalar el fortalecimiento del euro y el dólar frente al rublo, con nuevos máximos históricos en marzo.
Casi al final del lunes la divisa estadounidense subió hasta 36,53 al cambio, ganando 64,9 kopeeks respecto al cierre anterior. Mientras tanto, el euro continúo la espiral al alza sin precedentes en esta plaza (+ 73,2 kopeeks), al nivel de los 50,31 en la paridad con el rublo.
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